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Los días en Arrow house eran casi los mismos siempre, pero de alguna forma, a Caroline no le importaba en lo mas mínimo, ya que se sentía a gusto con su rutina. Desayunar con Tommy, despedirlo a media mañana, pasar la mañana y tardes con su hijo, ya fuera paseando por los extensos jardines o montando a caballo, luego volverían para cenar en familia, luego se dedicaría a asear y dormir a Caleb, para luego terminar la noche con broche de oro follando y para ella, eso no era un problema. Esos eran sus días más "aburridos". Cuando se salía de la rutina, Caroline se sentía dueña del mundo, ya que no había lugar que pisara que no conocieran su nombre. Escucha como las damas en los puestos de alta costura susurraban: "ella es la Sra. Shelby, tienes que tratarla como una una reina"
—Te lo digo, Ada— habla con la boca llena a través del telefono—. Confío en Tommy, me dijo que sabía lo que hacía.
—Aún así no me respondiste por qué había un ruso en tu boda, Caroline— la reprocha la mujer desde el otro lado y Caroline rueda los ojos mientras sube sus descalzos pies sobre el escritorio de su esposo—. Hasta aquí pude escuchar como rodabas los ojos, hasta puedo proyectar en mi mente la odiosa cara que debes tener.
—Eres un dolor en el culo, ¿sabias eso, Ada Thorne?— Ada chasquea la lengua, ya que su cuñada no respondía a su pregunta—. Te seré sincera, Ada— le habla buscando calmarla—. No tengo la más mínima idea de por qué había rusos en nuestra boda, lo único que sabía era que Tommy tendría que completar un negocio el mismo día.
—Será mejor que averigüemos algo antes de que algo pase— y en partes, Ada tenía razón—. Él estuvo acá buscando registros.
Desde afuera, Caroline escucha como un coche se estaciona fuera y tomando el teléfono, se acerca a la ventana, pudiendo ver a su marido bajar del auto y entrar a la casa.
—Te habló luego, Ada, Tommy está llegando.
Caroline cuelga el teléfono cuando Ada se despide de ella y le pide investigar algo acerca de los planes de Tommy. A Caroline realmente le preocupaban los negocios de Tommy, ya que este podría salir lastimado o peor, su propia familia. A pesar de saber las consecuencias que podrían afrontar ella y su hijo, aceptó casarse con el, ya que Thomas Shelby había nacido siendo eso y sabía que por más que quisiera, no podría apartarse de sus negocios.
—¿Esperando por mi, Señora Shelby?— la presencia de su marido se hace presente en su oficina y Caroline no evita ensanchar una sonrisa.
—Así es— responde dirigiéndose a él—. Tantas horas sin ti me vuelven loca, mi amor.
—¿Desde cuando eres tan dramática?— Caroline finge estar ofendida ante sus palabras y con una cara de asombro, lleva una mano a su pecho.
—La verdadera pregunta sería, ¿desde cuando te has vuelto tan insensible tu?
