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Rara vez se sentía nerviosa acerca de alguien evento, pero desde que Tommy le "notificó" de su presencia en Epsom, no había podido estar tranquila. Como si su sexto sentido le dijera que algo iba a pasar allí. Esto se lo hizo saber a Ada, la cual no dudó ni un instante en reprocharla, haciéndole saber que si iba, solo le estaría cumpliendo un capricho a Tommy.
—¿Quieren un poco de té?— les ofrece Ada a Tommy y a ella.
Tanto Ada como Caroline habían vuelto a Londres hace un par de dias. Ada volvía para seguir con su vida, Caroline solo por la carrera, ya que lo qué pasó con Darbi Sabini siempre la perseguiría mientras ella estuviera en la ciudad. Ella moría por volver, era su plan desde el inicio, pero todo lo sucedido hizo que sus planes se vinieran abajo.
—Si, por favor.— Caroline es la única que responde, mientras que Tommy se ve inmerso en una carta que se encontraba escribiendo.
—Ada, ven aquí.— le llama Tommy. La frente de ambas mujeres se arruga ante la petición, pero aún así Ada le escucha y se sienta al lado de Caroline, justo frente a este— Escuchen, si algo me pasa hoy, quiero que alguna de ustedes dos envíe esta carta, ya tiene la estampilla puesta. No hagan preguntas... es solo para el seguro.
Caroline traga saliva fuertemente, ya que ella sabía lo que pasaría hoy. Nunca pidió enterarse, hubiera sido mejor para ella no enterarse. Pero al estar tan cerca de Tommy todo el tiempo desde hace unas semanas ya, hicieron que escuchara conversaciones donde le revelaron el fatídico destino de alguien el día de hoy.
—Escucha, Tommy— la voz de Ada empieza a entrecortarse y sus ojos a llenarse de lágrimas. Caroline siente lo mismo que la pelinegra y toma una de sus manos, las cuales se encontraban agarrando la carta, para apretarla y hacerle saber que está ahí para ella— Nos puedes contar lo que sea que te esté pasando.
El silencio por parte de Tommy es casi mortal y las ganas de Caroline de arrancarle el maldito cigarrillo que se encontraba fumando se hicieron presentes.
—Carajo, nunca compartes las cosas con nadie, Thomas. Acá no estas hablando de perder un par de chelines, estas claramente hablando de perder la vida.— le dice Caroline y este mantiene su posición anterior.
—Te amamos, Tom.
Las palabras de Ada son lo único que hacen que el Shelby lleve sus fríos ojos azules a los de las mujeres frente a él. Cuando Ada está a punto de seguir hablando, la figura de James se hace presente en la sala.
—¿Tú que carajos haces levantado a las 6 de la mañana?
Tommy se levanta de la mesa y comienza a ponerse el saco, junto con James imitándolo. Caroline suspira fuertemente, porque ya sabe lo que está haciendo Thomas. Ada, se encontraba persiguiéndolos, para descifrar que planeaba junto con James.
—¿A donde vas con el James?
—Nos vemos, Ada— se despide el Shelby poniendo rápidamente su saco sobre sus hombros—. Caroline, ¿podemos hablar fuera? James, tu espera acá con Ada.
