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—No la conozco, señora McMillan.— se sincera Caroline, aún sabiendo que su nombre había llegado a ella hacía por par de semanas de la boca de May Carleton.
—No esperaba que lo hicieras— aunque en el fondo, Grace tenía la esperanza de que Tommy hubiera mencionado su nombre al menos una vez.
—No quiero sonar grosera— le habla Caroline— pero ¿a que debo tu acercamiento, Grace? Si me permite llamarla así.
—Tenía mis dudas de si eras tú— la ceja izquierda de Caroline se eleva, ya que no había manera que ésta supiera quien era ella sin haber visto una foto—. Además, tengo que decirte algo.
—¿A mi?— su ceja estaba a punto de tocar la línea de su cabello ante la confusión— Pues adelante, aunque he de confesar que no tengo idea que tendrías que decirme.
—Veras, hace un par de días llegue a Londres...
—Adiviné y luego John me lo confirmo.
May Carleton se hacía presente, llevando un hermoso vestido rojo. La recién llegada, claramente se dirigía a Grace con sus palabras.
—¿Adivinar que?— cuestiona Grace— ¿quien es usted?
La situación se le hizo cómica a Caroline, ya que Grace se había acercado a ella de la misma manera. Mientras May se presentaba, Caroline se tomó el tiempo de analizar a Grace. La mujer era innegablemente hermosa, los aires de riqueza y sofisticación que emanaba eran innegables. Su manera de responder era totalmente cortes y su tono de voz siempre se mantenía en tono. Ella era todo lo contrario a Caroline y por un momento está supo por qué Tommy se había enamorado de la rubia.
—Caroline— la saluda May, cuando al parecer ésta tuvo suficiente intercambio de palabras con Grace.
—Hola, May— le saluda realmente alegre de verla— ¿Thorny correrá pronto?
—Será en la próxima tanda— responde cortes—. Veremos si llevar tu nombre le da suerte.
Caroline ríe un poco por lo bajo ante el comentario. Ya que su nombre era todo lo contrario a la suerte.
—Espero y le confiera al menos la mitad de la fuerza que tengo.
Grace, que se encontraba en medio de ambas, se notaba confundida ante la cálida conversación que ambas estaban teniendo, ya que no tenía idea de quién era la mujer vestida de rojo recién llegada, ni por qué esta, conocía a Caroline.
—Estate atenta a los altavoces— esta vuelve a dirigir su mirada a Grace, a la cual escanea una vez más—. Nos vemos pronto.
Y sin más, esta se retira de la escena. Grace, totalmente decidida a seguir la conversa con Caroline, abre la boca para seguir hablando, pero un revuelo tras de ellas las interrumpe.
