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—¿Estás segura que no quieres volver?—Le pregunta Ada por décima vez desde que empezaron a hablar. Caroline rueda los ojos ante la insistencia de su cuñada.— Tommy tiene a un montón de gente al rededor de la casa.
—Claro, volveré para vivir como una princesa encerrada en una torre, Ada.
—Nos podemos mudar, Caroline.
—Ya te mudaste por mi culpa, no haré que te vuelvas a mudar por mi.
—Nos mudamos por culpa de Tommy, Caroline. No por ti.
—No creo que haya estado en los planes de Tommy que Sabini me secuestrara—La conversación con Ada ya se estaba empezando a tornar tensa y Caroline busca en su mente alguna excusa para cortarla. Como milagro del cielo, Michael aparece en su campo de vista—Michael tiene que darme unas indicaciones, Ada. Hablamos luego, te quiero mucho. Dile a Karl si tía Caroline lo quiere mucho y que muere por verlo pronto.
Sin esperar respuesta de la contraria, Caroline corta la llamada y Michael la ve con una sonrisa burlona y el ceño fruncido, en busca de respuestas.
—¿No estaba yendo bien tu conversación?
—Para nada, Ada estaba a punto de hacer que me diera un derrame.
—Por suerte llegue para salvarte, ¿no?
—Como por arte de magia—Michael ríe ante sus palabras y Caroline lo imita.
—De hecho si vine a "darte indicaciones"—El chico exagera unas comillas con sus dedos y ahora Caroline es la que frunce el ceño en confusión—.Tommy me envió a buscarte. Se le presentó un problema y no puede pasar por ti.
—¿Te soy sincera? No me sorprende, es típico de Thomas—Caroline toma el bolso que con anterioridad había preparado y se encontraba sobre la mesada—. Por cierto, ¿trabajas para Tommy?
—Sí.
—Para la casa de apuestas o para...—Esta no sigue la oración, esperando que Michael, capte la indirecta.
—Todo legal—es lo único que responde el chico.
Caroline, suspira, casi aliviada. Aunque sabe que Polly no dejaría que su ahora único hijo se metiera de lleno en los Peaky Blinders, conocía a Tommy. Sabía que este pasaría sobre quién fuera con tal de obtener lo que quisiera y Polly no era una excepción. Los dos salen de la casa y comienzan a recorrer el camino hacia Small Heath.
—Verás, ahora te llevaré a la casa de apuestas y allí Tommy te comentará un poco de lo que tienes que hacer.—la voz de Michael saca a Caroline de sus pensamientos. Esta lo mira, dándole toda su atención y el chico le sonríe casi en agradecimiento—Tengo entendido que no eres secretaria, así que supongo te dará pocos números que manejar.
