<< Parche >>

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Pronto el equipo de fútbol de la Teikoku empezó a jugar partidos y sus nuevos miembros empezaron a ser reconocidos con bastante rápidez, especialmente el nuevo capitán.

Rara era la ocasión en la que Kidou no destacaba sobre sus compañeros, hasta llegando a recibir el sobrenombre de Emperador del Campo por su habilidad a la hora de crear juego.

Jirou se alegraba por todo, por el equipo, por si mismo y por Yuuto , claro.

Más cada vez sentía que se iba quedando atrás, su tiempo con su mejor amigo se veía reducido por los continuos partidos y entrenamientos a los que el mayor dedicaba más tiempo que nada.

Jirou intentaba ser de ayuda pero no era un estratega, no como Yuuto.

Por eso esa tarde se encontraba solo viendo a Kidou planear la nueva estrategia para el siguiente partido, el cual seria ya del Fútbol Frontier Nacional por eso estaba dedicándole tanto tiempo.

Pero todo muy silencioso...y aburrido.

-Ahora vuelvo.-comentó Jirou levantándose a penas recibiendo un asentimiento rápido de reconocimiento de su mejor amigo antes de abandonar el lugar.

Se dirigia al baño cuando, para su sorpresa momentánea, casi se choca contra su Comandante.

-Lo lamento, Comandante, no veia por donde iba.-se disculpó rápidamente el niño de pelo cían más el adulto le resto importancia con un gesto de mano.

-En realidad, venía a buscarte, Sakuma.-

Eso sorprendió al menor.

-¿A mí?-

¿No ha Kidou?

El mayor asintió, serio.

-Me he dado cuenta de que siempre que estás en el campo en un partido pareces notar ciertas cosas tan obvias que los demás lo pasan por alto y ni lo ven, como en el amistoso contra el Caribean.-comentaba casual, serio como siempre, el hombre con gafas de sol.

Jirou se sorprendió una vez más, la verdad es que él ni lo había notado, solo le decía a su Comandante o a Kidou lo que veía y nada más.

Al ver que el mayor pareciera esperar una respuesta, fuese cual fuese, asintió serio cruzándose de brazos.

-Pero también me he dado cuenta que hay algo que te impide mejorar esa habilidad. -comentó el hombre de pelo gris mirando directamente al niño de ojos naranjas.-Tú.-

-¿Yo?-

-Tú.-confirmó Kageyama estirando el brazo derecho un algo con el puño cerrado.-Por eso te traje esto.-

Y abrió el puño en lo que Sakuma bajaba la vista hasta su mano viendo en ella una especie de...

-¿Parche?¿Es un parche?-

El mayor asintió.

-Quiero que lo uses.-eso era una órden, no una sugerencia.

Jirou se dió cuenta enseguida.

Aún estaba confuso.

Un poco.

Pero no pensaba enfrentarse al mayor.

-Sí, Comandante.-afirmó y no dudo en tomar el parche y se lo quedo mirando un momento.

-¿Y bien?-

Ante la pregunta del hombre con lentes de sol, Jirou se recogió el cabello como pudo para ponerse el parche de forma correcta tapando su ojo derecho de esa forma y haciendo que su pelo quedara bien tras recolocarlo.

No conseguía ver bien del todo.

-Te irás adaptando.-habló Kageyama llamando su atención.-Al principio será difícil hacerte al cambio pero lo harás y rápido.-

-Sí, Comandante.-confirmó, sabiendo que no podía responder otra cosa.

-Bien. -afirmó el mayor.-Nos vemos en el entrenamiento de la mañana, no llegues tarde.-

Tras esa frase Jirou lo vio irse, aun confuso.

¿Qué acababa de pasar?

El Emperador del Campo y el Delantero Pingüino 🐧🐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora