El partido había dado comienzo.
Y era muy aburrido.
Estos niños que parecieran haber empezado a patear un balón la noche anterior, sino esa misma mañana, solo habían llegado a su portería una vez y porque ellos así lo habían querido y así les habían dejado.
Después de eso había terminado la participación de Genda en el partido, al menos esa era la idea a futuro próximo.
Y durante toda la primera parte estuvieron marcando goles con fuerza hasta que le tocó a Sakuma, quien, no tardó en hacerse con él balón y, con una velocidad que casi le hacía invisible a ojos de los del raimon, llegó a la portería contraría y, con una sonrisa de medio lado misteriosa, tiró a portería con a penas un chut normal de entrenamiento en la Teikoku y no solo metió gol sino que casi mete dentro al propio portero pero este, en vez de mirarlo aterrado como era lo común, le miraba asombrado antes de sonreír de oreja a oreja y saltar en el lugar.
-¡Menudo chut tienes!¡Que fuerza!-
-¿A este chaval que le pasa?-
Escuchó a Daimi preguntar en un resoplido a su lado pues era la segunda vez que le decía y reaccionaba así o algo parecido a un tiro de ellos.
Sakuma se encogió de hombros viendo al chico ir a por el balón.
Sin duda, el tal Endou al menos era...interesante.
Pensó en lo que sonaba el pitido que daba lugar al final de la primera parte.
Suspirando volvió a su sitio compartiendo una mirada con Yuuto quien terminó por asentir a una pregunta no dicha ni formulada pero expresada con su rostro por parte de Jirou.
-Bien, en la siguiente parte vamos allá, hagamos que ese chico venga a jugar.-
Y así empezaba el verdadero juego de la Teikoku Gakuen.
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El Emperador del Campo y el Delantero Pingüino 🐧🐧
RomanceMomentos más relevantes de la vida del Emperador del Campo y del Delantero Pingüino 🐧🐧