<< Lo que recordaba sucedía >>

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El partido dio comienzo.

Sakuma vio como Ichinose no tardaba en hacerse con el balón y atravesar con una facilidad y velocidad increíbles el área japonesa hasta llegar delante de la portería sin que nadie, ni Kazemaru ni Kageyama, pudiera detenerle quedando así solo Endou quien lo intentó pero no consiguió detener el nuevo tiro de Ichinose llamado "Tiro Pegaso" marcando así el primer gol a favor de la selección estadounidense quedando el marcador uno a cero nada más empezar.

-Maldita sea...-susurró enfadado consigo mismo, mirando a Kidou en el banquillo mientras Endou les intentaba animar a todos recordando que el partido recién había comenzado y que solo era un gol.

Aún había mucho tiempo para remontar.

Justo en ese momento Yuuto le miró, seguramente al sentir su mirada sobre su persona, y asintió haciéndole mirarlo sorprendido un momento antes de ponerse serio asintiendo de vuelta y centrándose en el partido.

Ahora les tocaba sacar, siendo Toramaru quien daba comienzo a su ataque.

-¡Toramaru, evita a Ichinose, cuidado con él, Someoka adelante...!-empezó a mandar instrucciones....

-¡Hai!-....que rápidamente fueron seguidas por sus compañeros de equipo.

-¡Defensas adelantaros, debemos centrarnos en marcar un gol-

-¡Hai!-

Pero rápidamente sus movimientos fueron adivinados y detenidos por las estrategias por parte del mismísimo Mago del Campo del equipo contrario haciendo que sus ideas fueran solo eso, ideas, y que se vieran en grave riesgo de sufrir un segundo gol pero, por suerte, esta vez Endou no tuvo problema a la hora de detener el tiro de Ichinose.

-Nada mal, Endou.-

-No eres el único que ha estado mejorando, Ichinose.-

Mientras veía a ambos amigos hablar, Jirou no pudo evitar sentirse un inútil.

Apretando las manos en puños con fuerza, movió la cabeza hacía abajo cerrando los ojos sintiéndose importante.

Era inútil.

¿En qué pensaba el entrenador?

¿Cómo iba a ser él un buen creador de juego?

No es Kidou o Fudou.

Solo es un delantero, nada más, nada menos.

Un simple delantero, no un estratega.

-Ya saldrá la próxima, Sakuma-

-Eh.-Jirou abrió los ojos de golpe elevando la vista y el rostro al mover la cabeza al sentir la mano de Someoka en su hombro, quien le miraba con una pequeña sonrisa.-Someoka, yo...-

-No seas tan duro contigo mismo, es tu primera vez como creador de juego.-le dijo no sin amabilidad el delantero dragón.

-Sí, ya...y mejor que sea la única porque está claro que no es lo mío.-declaró con cierto aire de derrota sintiendo entonces como Someoka daba un apretón a su hombro haciéndole volver la mirada a la del contrario, sin saber cuándo había dejado de mirarlo, justo cuando este dejaba caer su mano de su hombro.

-¿Por qué dices eso? Eres demasiado contigo mismo.-amonestó el otro delantero.-Puede que no seas Kidou o Fudou pero eso está bien porque no debes ni tienes que ser como ellos, ni siquiera ellos tienen un mismo estilo de creación de juego.-le recordó Someoka a lo que el chico del parche, tras pensarlo unos segundos, solo puedo asentir en total y absoluto acuerdo pues era cierto, esa era la verdad.-Solo tienes que encontrar tu propia manera de estilo de creación de juego, date tiempo y tente algo de fé.-

El jugador de cabello rosa a su lado le dio una ligera palmada en la espalda con una sonrisa, esta vez de oreja a oreja, a lo que Jirou solo pudo mirarlo sorpresivo asustándose un poco cuando una vez sonó detrás suya.

-Someoka-sempai tiene razón, Sakuma-sempai, solo debe intentarlo, no importa si sale o no, sino intentarlo.-

Girándose Sakuma vio a un alegre Toramaru mirándole.

-Eso mismo.-confirmó Someoka, cruzado de brazos.

-Toramaru...Someoka...chicos...-

-¡Demos lo máximo de nosotros, sempai!-animó el chico de primaria corriendo de vuelta a su lugar bajo la mirada de los otros dos delanteros.

-Este chico...-suspiró, divertido, el de pelo rosa negando con la cabeza antes de mirar de vuelta a Jirou.-Pero tiene razón, Sakuma.-

Suspirando, ya más tranquilo, relajando sus puños y estirándose en toda su estatura, el del parche sonrió levemente.

-Supongo que sí.-admitió antes de resoplar.-A dar lo máximo de nosotros entonces,¿no?-

Someoka solo sonrió en respuesta.

El Emperador del Campo y el Delantero Pingüino 🐧🐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora