Todo el equipo del Raimon estaban en el suelo.
Todos menos su capitán, Endou Mamoru.
Por mucho que le tiraran directamente hacía su persona.
Por mucho daño que le hicieran.
Por mucho que le doliera moverse.
Dioses, era molesto.
Pero también, aunque jamás lo admitiría en voz alta, admirable.
Jirou tenía fuerza.
Una que pocas veces había visto.
Y al parecer no era al único, sí la mirada que podía ver en Yuuto indicaba algo más la paciencia del Comandante y de ellos mismo, no era infinita.
-Tríangulo Letal y ¡hacer que ese chico salga de una vez!--
Y los tres corrieron hacía el balón chutado por su capitán saltando al aire siendo él el último en hacerlo formando un tríangulo en perfecta sincronización y pateando el balón a la vez como si saltaran de a tres sobre el mismo.
.¡TRIANGULO LETAL!-
Metieron al chico de la banda naranja literalmente en la portería tras lo cual pronto a quien habían venido a ver en realidad entró en el campo con la camisa del Raimon.
-Por fín.-
-¿Así que era a él a quien esperabamos,eh?Por quien venimos aquí...-
-Sí.-
Sakuma observó como Goenji Shuuya ayudaba a Endou a levantarse y con este en la portería y el primero corriendo a donde era la portería de la Teikoku tras que volvieran a dispara el Trríangulo Letal el juego continuó con Endou sacando la Mano Celestial y pasaándoselo a Goenji quien marcó gol a un sorprendido Genda con su Tornado de Fuego.
¿Qué había pasado?
Pero ni habían reaccionado que el Comandante les mandó dejar de jugar, era hora de irse.
-Sí, Comandante.-
Y así lo hicieron volviendo a su autobus dejando de esa forma que el Raimon ganara por abandonado.
¿Desde cuando dejaban ganar a alguien?
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El Emperador del Campo y el Delantero Pingüino 🐧🐧
RomanceMomentos más relevantes de la vida del Emperador del Campo y del Delantero Pingüino 🐧🐧