<< Valentín>>

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Con la final ganada y pasando a la fase final del torneo en la sección nacional, la Teikoku empezó a avanzar poco a poco con Sakuma siempre marcando el último gol del partido con su supertécnica de tiro cosa que preocupaba a Yuuto porque notaba que cada vez pareciera afectarle más al menor de ambos.

Pero el tiempo pasó y la final del fútbol frontier nacional se acercaba definitivamente mientras los exámenes iban y venían junto con los meses y antes de darse cuenta era catorce de febrero el día de San Valentín, el día del amor y la amistad.

Ese día en la escuela se dejaba a chicos y chicas entregar rosas o cartas de cariño declarando su amor con un "Eres mi Valentín" o parecido.

Sakuma fue de los que más recibió de la niñas para envidia de sus compañeros, excepto Genda y Kidou con el primero riéndose y bromenado.

-Eres todo un rompecorazones, eh Sakuma.-

-Oh, cierra la boca.-

Bufó el menor mirando una carta decorada con corazones violetas y un pingüino en el medio que pareciera pedirle, por las palabras escritas a su lado, si quería ir a tomar un helado alguna vez.

-¿Dirás que sí a alguna?-

Jirou iba a responder pero...

-Sería una locura sí lo hieras.-

...Kidou lo interrumpió, serio, casi molesto.

Sakuma lo miró, preocupado, eso era la otra cosa.

El mayor parecía molesto y no sabía el por qué, tal fuese porque su mejor amigo no había recibido ni una sola flor ni una sola carta pues según parecía, al menos en opinión de Domon, Yuuto era demasiado serio y frío como para si quiera hablar con alguien fuera del equipo de fútbol que no fuese de cosas de clases y por eso no tenía nada por San Valentín.

Así que Jirou decidió solucionarlo.

Esa misma tarde, con ayuda de Genda, se fueron antes del entrenamiento para ir a comprar al centro comercial de la ciudad. 

Para cuando salieron ya era de noche y Genda tubo que irse a casa, eso sí, antes acompañó a Sakuma a casa de los Kidou y solo cuando el mayordomo abrió es que se fue en el taxi en el que habían ido hasta allí.

-Lamento la demora pero...¿puedo ver a Kidou, por favor?-

-Claro, joven Sakuma, pase. Avisaré al señor. El señorito está en su habitación.-

El mayordomo dijo dejándolo pasar y cerrando la puerta tras él una vez  este entro.

-¡Gracias!-

Fue la alegre respuesta de Jirou antes de ir a donde las escaleras, rumbo escaleras arriba, ya sabía bien donde estaba la habitación de Yuuto tras tantas veces que se ha quedado a dormir en su casa.

Algo le dice que hoy será una más de ellas.

Una vez llega,  entra sin llamar sorprendiendo a su mejor amigo, ya listo con ropa de estar en casa, haciendo los deberes en su sofa con música clásica de fondo.

-¿Sakuma?-

-¡Feliz San Valentín, Kidou!.

Sonrió el chico del parche excentendo los brazos con la bolsa sorprendiendo más al mayor, quien tras unos segundos para recuperarse de la impresión, se levantó del salón y tomó la bolsa sacando lo que había dentro.

Y sonrió, con dulzura.

Era un pingüino marrón grande con googles y una capa roja, exactos a los que usaba él en el campo.

-Oh, Sakuma...no tenías por qué.-

-¿Te gusta?-

-Me encanta, muchas gracias.-sonrió Yuuto a Jirou, quien le sonrió feliz de vuelta solo para extrañarse al ver a su mejor amigo dirigirse a su mochila de clase, abriendo el bolsillo pequeño y sacando una caja del mismo.-Te lo iba a dar después del entrenamiento pero como no estabas y ahora sí...bueno, feliz San Valentín.-y se le acercó haciendole entregada de la cajita.

Un regalo que el menor tomó, sorprendido pero encantado, no tardando en abrirlo encontrándose con una pulsera de color menta on pequeños pingüinos rojos.

-KIdou....tú....-

-La vi y me recordó a ti y bueno, hoy es el día de la amistad, ¿no?-

-Sí...así es.-

Jirou sonrió poniendose la pulsera, dejando un rápido beso en la mejilla de su mejor amigo, quien sonrió en respuesta.

-Gracias.-

-Anda, vamos, tenemos que  ir a cenar, seguro mi padre ya esta hablando con tu madre para avisarla de que hoy te quedas a dormir.-

Sakuma resopló siguiendo a su mejor amigo al comedor.

La riña que le esperaba mañana iba a ser buena pero...por hoy...eso no importaba.


El Emperador del Campo y el Delantero Pingüino 🐧🐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora