CAPÍTULO 1 PALABRAS

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AVISO IMPORTANTE:
Para leer esta historia, es necesario haber leído primero, la No.1 de la serie HERMANOS, llamada "LA SIRVIENTA"

Fabián
<<¡Deja de llorar! ¡pareces una niña! - gritó mi padre, cuando a mis cinco años, estaba espantado, porque al arrancar una hierba seca, no había visto un enorme pedazo de vidrio que, al tomarlo junto con la hierba, me abrió la mano haciéndome una profunda herida en la palma y varios dedos. La sangre no dejaba de fluir y yo sentía que me desmayaba, pero la mirada dura de mi padre me lo impidió. _ ¡cuando yo no esté, tú vas a ser el hombre de la casa! - dijo enojado por mi demostración de debilidad>>

<<¡No seas cobarde! ¡muévete! - gritó mi padre, cuando a mis diez años, me vi obligado a entrar a un granero en llamas, para dejar libres a los animales que se encontraban adentro y no murieran, pero el que casi muere fui yo>>

<<¡Si él muere, nos quedamos sin trabajo! ¿y que van a hacer tu madre y tus hermanos entonces? - fueron las palabras de mi padre a mis quince años, cuando me obligó a descender por un barranco, sosteniendome solo de una precaria cuerda amarrada a un árbol, para rescatar a nuestro jefe que, ebrio había ido a parar ahí, por menejar borracho>>

<<¡Deberías sentirte orgulloso! - fueron sus palabras, cuando muerto de miedo, nuestro jefe prácticamente me aventó a la boca del lobo, cuando me envió a mí, a negociar con el crimen organizado, que se estaba estableciendo en esa región. Ya se hablaba de varias personas muertas, cuando a esa gente no le había gustado lo que oía de quienes se presentaba ante ellos, o no les era suficiente lo que les ofrecían para que no se les "molestara" - ¡si él no confiara en ti, no te enviaría! ¡siéntete orgulloso por eso! ¡no a cualquiera le da ese privilegio! - yo solo tenía diecisiete años>>

<<¡Tú nunca vas a lograr nada en la vida, si no te humillas ante tu jefe! - me gritó furioso, cuando me lié a golpes con el sobrino de mi jefe por defender el honor de la que después sería mi esposa. Por supuesto la paliza que me dieron después, nadie me la quitó. _ ¡ellos son y siempre serán superiores a ti! - me dijo cuando por fin se alejaron de mi, dejándome en un charco de sangre, casi inconsciente, mientras mi padre solo miraba. _ ¡da gracias de que no nos despidieron! ¡Eres un estúpido!>>

<<¡Entiende que tú no puedes tomar decisiones propias! - exclamó furioso, porque nuestro jefe le llamó la atención debido a que me había ausentado un día. No me sentía bien y como no me daban descanso, actué por mi cuenta y me tomé la tarde libre para poder reponerme. _ ¡eres un inconsciente! ¡si pierdes el trabajo! ¿que va a ser de tus hermanos? ¿que no piensas? - gritó fuera de sí >>

<<¿Estás loco? - retumbó la voz de mi padre por todo el lugar cuando a los dieciocho, le dije que me casaría y que quería formar mi propia familia. ¿Sabes lo que tener una familia significa? No solo los gastos aumentarán, tu tiempo lo tendrás que compartir, tu rendimiento no será el mismo y afectará tu trabajo. ¿en qué estabas pensando cuando decidiste esa estupidez? ¿Acaso no piensas en tus hermanos?, ¡No! ¡claro que no! ¡eres un egoísta! ¡un tonto! ¡ya porque tú no eres capaz de sobresalir, tampoco quieres que ellos triunfen! ¡aún así lo están haciendo! ¡sin embargo, tú... mírate... eres un fracasado... ahora déjate de esas tonterías y concéntrate en tu trabajo, tus hermanos te necesitan, al menos eso hazlo bien! >>

<<¡Nadie, nunca me ha decepcionado tanto como lo has hecho tú! - fueron sus palabras el día de mi boda, a pesar de que esperé tres años más, después de su primer negativa. _ ¡eres un egoísta que no le importa su familia! ¡por eso no te va a ir bien, te lo aseguro, prefieres a una desconocida que a tu propia sangre! ¡pero no serás feliz! ¡nunca lo serás! ¡En cambio tus hermanos triunfarán contigo o sin ti! >>

<<¡Eres un fracasado, un bueno para nada, no tienes ambiciones, ni intenciones de superarte! - me gritó mi esposa poco antes de marcharse de mi lado, llevándose a mis hijos>>

<<¡Tú padre tenía razón! ¡jamás vas a ser nadie! ¡Yo merezco mucho más que esta miseria que me das! >>

<<¡Te odio espero nunca volver a verte en mi vida! ¡Espero que tú familia te lo agradezca algún día, recuerda que por ellos me perdiste! - fueron sus últimas palabras antes de alejarse para siempre>>

<<¡Tú no eres nadie! - fueron las palabras de mis hijos la última vez que los vi en su única visita que me hicieron después de que su madre se los llevó. _ ¡tú no nos puedes dar lo que Math nos da, además, este lugar es asqueroso, no entiendo cómo puedes vivir aquí! - dijo mi hija con aires de superioridad. ¡No queremos estar contigo! - ambos me miraron decepcionados y escandalizados. _ ¡mi madre tiene razón! - dijo mi pequeña. _ ¡eres un perdedor! ¡No queremos parecernos a ti, no queremos que nos busques más, con Math estamos bien, tu jamás podrías darnos lo que él nos da! >>

Los recuerdos acuden a mi mente, como si fueran flechas envenenadas.

Estoy apartado de los invitados, me he alejado de la fiesta, es la boda de mi hermana Elisa, desde mi posición la puedo ver, se ve tan bella, tan feliz, tan ilusionada, se casa con el mejor de los hombres y me alegro tanto por ella, se lo merece, su vida no es muy diferente a la mía, nuestros padres nos obligaron a tomar la carga que a ellos les correspondía y como pudimos criamos a nuestros ocho hermanos, hasta que cada uno termino sus estudios y triunfó en la vida, los que quisieron hacerlo claro, la oportunidad se les dio a todos. Pero ella y yo, nos quedamos atrás, sin embargo, ahora, en este justo momento la vida nos da una segunda oportunidad, ella casada, con la ilusión de formar una familia, cuando creyó que ya no tenía oportunidad, y yo, que ya no tenía esperanzas de recuperación, después de ser atacado por un grupo criminal, que casi me mata por tratar de evitar que mi hermana Silvia, la más chica, se fuera con ellos, así como ya lo había hecho Joel, mi otro hermano, y después de superar una enfermedad que también casi me quita la vida, sin contar con el abandono de mi esposa y el desprecio de mis hijos, y la perdida de mi trabajo en el cual estuve durante toda mi vida desde que tengo uso de razón, aquí estoy, con un nuevo empleo, en un nuevo país, recuperando mi salud, mi dignidad y mi auto estima.

Miro a mi alrededor y no puedo dejar de traer a mi mente, todas esas palabras que, a lo largo de mi vida, la gente que amaba dijo en mi contra. Si tan solo ellos supieran que aunque me dolieron, no lograron doblegarme, porque sigo de pie, y sigo luchando y al igual que a mí querida hermana, no me destruyeron. Por el contrario me hicieron más fuerte y se que podré ser feliz, ya lo soy, con el solo hecho de verla a ella y de saber que está bien y que es y será feliz yo soy feliz.

La veo buscarme con la mirada, cuando me ubica se dirige hacia mi. Yo la recibo y la rodeó con mis brazos, no me dice nada, pero siento su amor. Aunque separados, siempre hemos estado juntos, luchamos codo a codo por nuestra familia, ahora solo somos ella y yo y por supuesto Carlos uno de mis hermanos, con el cual nos acabamos de reencontrar y quien quiere incluirnos en su vida después de tantos años de permanecer ausente. Eso nos da mucha alegría, y nos llena de esperanza, porque los demás no quisieron saber nada de nosotros.

_ Te amo. - eleva su mirada y me dice aún en mis brazos.

_ Sé feliz mi princesa. - beso su frente y continuamos abrazados. Al fondo se escucha la música y el murmullo de los invitados. Levanto la vista y veo a Mateo, su ahora esposo, sonriéndonos desde lejos. Estoy tranquilo porque se que él la hará feliz.

UNA LUZ EN MI OSCURIDAD/No. 2 De La Serie: HERMANOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora