MATH I

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NOTA:
Querid@s lector@s Aquí les dejo el capítulo prometido, solo que no es uno, son tres, los dos capítulos que faltan, los iré subiendo durante el transcurso del día. Gracias por leer y espero que sean de su agrado.

Math
Estoy en el auto, generalmente mi chófer me lleva y me trae para todos lados, pero ahora he prescindido de él, no quería meterlo en el drama que en ese momento estaba viviendo y no es que no confiara en él. Es de toda mi confianza y conoce más de mí, que cualquier persona, pero no me agradaba que tuviera que presenciar y aguantar los arranques de Dolores. Sabía que las cosas no serían fáciles, cuando decidí ir por ella y regresar por tierra y así fue. Nuestras discusiones empezaron, no de ahora, si no, desde que hice el viaje con Mateo para ir por ella y los niños, entonces me di cuenta de muchas cosas y aunque la amaba, todo tiene un límite, la desconfianza empezó a surgir a pasos agigantados, así que la empecé a vigilar y cuál no sería mi sorpresa cuando el detective me entregó el informe, las fotos, los audios, y los videos eran muy explícitos, no tenían nada que ver con ejercitarse, que era para lo que le pagaba a un entrenador personal. Ella me engañaba en mi propia cara, discutimos, lo negó todo, no alcancé a mostrarle lo que tenía, o no quise hacerlo, mi mente estaba trabajando a mil por hora, me di cuenta de que era una zorra vividora, también me di cuenta del daño que haría si la dejaba ir, así que me callé, fingí creer que yo estaba equivocado y le di "otra oportunidad" no por mi, si no por lo que ya estaba planeando en mi mente, pero a pesar del esfuerzo que hice, las cosas no podían ser como antes, de hecho, nada volvió a ser como antes y surgieron los problemas y los reclamos. Yo sabía que ella había tenido cuando menos un par de encuentros más con ese hombre y me fue imposible no reaccionar, no pude volver a tocarla, y al parecer eso no le importó, lo que sí le importó y activó el detonante, fue que le empecé a restringir los gastos, cancelé algunas tarjetas y le dejé lo mínimo, que aún era mucho, pero no para ella, que se había acostumbrado a gastar a manos llenas. Eso provocó que discutiéramos como nunca lo habíamos hecho, me gritó de todo, me atacó y yo me defendí. En mi intento por controlarla la sujete con fuerza dejándole marcas y lo peor, en mi desesperación le dí una bofetada, nunca lo hubiera hecho, se puso como loca, llamó a una de sus amigas, luego se fue con ella, pensé que se calmaría, ese día en la noche regresó, no me habló, pero pensé que las cosas se arreglarían, sin embargo, al día siguiente, cuando me fui al trabajo, recogió a los niños del colegio y se los llevó, pero no solo se llevó a sus hijos, también se llevó a los míos, no sé en qué estaba pensando, no sé si lo hizo para lastimarme o porque así se aseguraba de que yo iría por ellos. No se equivocó, no podía entregarle y mucho menos dejarle a mis niños, su mamá estaba muerta y no se quedarían sin padre, yo los amo, son mi vida y lamento tanto que estén pasando ahora por esto.

En aquella ocasión, ella se refugió con Fabián, era lo que quería evitar y ocasioné que fuera a dar directo a él y no lo podía permitir. Así que tomé un vuelo y fui por ellos. Una vez más fingí, le dije que olvidáramos todo, que entendía que ya no me quisiera, que no era su culpa que, a veces el amor acaba y que yo lo entendía, sé que es verdad y yo lo creía así, pero sabía que el amor de ella no había acabado, simplemente nunca había existido y sí, me sentía herido y me sentía enfermo de estar tratándola con comprensión y paciencia, cuando estaba tan dolido y tan resentido con ella. Ella fingió diciendo que me amaba y que regresaría conmigo, pero antes de marcharnos, volvió a intentar seducir a Fabián, entonces la confronté, cuando una vez más él la rechazó y ella se alejó furiosa de su lado.

Fue ahí cuando ya no tuve que fingir, al menos no tanto, ella ya sabía que su único opción era yo o la pobreza y aunque le advertí que las cosas iban a cambiar, no le quedó más que aceptar.

Sé que fui un tonto, me engaño desde el principio, pero que le vamos a hacer, me atrapó desde el primer momento en el que la vi en aquel pueblo, se veía tan hermosa, tan angelical, aún con su ropa sencilla, y sencilla me refiero a que no era de marca, porque vestía bien, al menos mejor que la mayoría de las mujeres de ese pueblo, sin embargo me conmovió su historia de sufrimiento y maltrato que me contó, estar viviendo, al lado de un hombre discapacitado y además violento, sus hijos lo confirmaron, ahora sé que mintieron, como mintió ella, y sé, que debí de haber hecho caso a mi instinto, que me decía que había algunas inconsistencias en esa desgarradora historia, como que los niños se veían bien, no se miraban temerosos, estaban bien alimentados, no se les apreciaban golpes, ni huellas de violencia, ni a ella, vestían mejor que los demás niños. Cuando se despidieron de su padre, no lo veían con temor, sino más bien con desprecio, y él en ningún momento los miró con coraje, que debió tenerlo, o con rencor, carajo, lo estaban abandonando y yo estaba ahí, presente subiéndolos a mi lujoso auto para llevármelos, debió haber estado furioso, o al menos molesto, en ese momento no me sentía mal, los estaba salvando de un ser desalmado, un ser desalmado en el cual, en ese momento no vi ningún indicio de que lo fuera, pero esa gente no demuestra su maldad, la mayoría de ellos son bravos cuando están a solas con sus víctimas y unos cobardes cuando hay quien las defienda. Eso creí y con eso viví estos años. Ahora sé la verdad y la descubrí en la primer visita que sus hijos le hicieron y que ya no quisieron regresar más, fui yo quien los llevo y quién los regresó a su madre. Fue entonces cuando vi la alegría de ese hombre por volver a ver a sus hijos, y el desprecio con el que ellos le hablaron y lo trataron y las cosas terribles que le dijeron, Él estaba devastado, sin embargo, me preguntó por Dolores, y me preguntó cómo estaba, vi dolor en su mirada, jamás rencor, simple preocupación por su familia, entonces recordé todos los detalles, ¿cómo un hombre en silla de ruedas, con su salud tan deteriorada como la de él, con dolores tan intensos en su columna, podía golpear a una mujer sana y fuerte y con el carácter de ella, y a dos chicos, también sanos y fuertes? Ellos simplemente podían haberse alejado, pero ahora sé que nadie les iba a dar lo que él les daba, aún en su condición. Y menos ese amor que él les prodigaba. Aún con eso no fui capaz de dejar mi relación con Dolores, estaba perdido por ella, tan perdido que la perdoné, sin decirle nada de lo que había descubierto, pensé que en el corazón no se mandaba y que, aunque yo la dejara, ella no regresaría con él, así que seguí con nuestra vida juntos.

También me hizo creer que ella intentaba divorciarse y que él se resistía, yo podía haber solucionado ese asunto con rapidez, pero ella insistió en que la dejara hacerlo por su cuenta, y le creí, así que pasaron años en una lucha que en realidad no existía, porque resulta que fue él quien le pidió el divorcio y era ella quien se resistía a dejarlo ir.

Al final lo descubrí todo en ese último viaje que hice para recoger a mi familia. Ellos no me vieron, pero yo sí los vi, fui testigo de primera mano de como ella lo acosaba y él con su dignidad, se mantuvo firme y la rechazó vez tras vez.

Fabián es un gran hombre, que salió adelante de todas sus adversidades y sí, ahora me siento tan avergonzado de haber participado y ocasionado más desdichas para él. Es por eso que no puedo permitir que esa zorra le siga destrozando la vida y es por eso que estoy haciendo todo esto, porque ahora, aunque la aborrezco y me da asco su simple presencia, en estos momentos me la estoy llevando de regreso, junto con sus hijos y los míos.

Estamos viajando en un auto que renté en cuanto llegué, pensé que el viaje por tierra, nos despejaría la mente y nos daría tiempo, al menos a mi, tenía tanto que aclarar en mis pensamientos, para lo que se venía. Llegando a casa, pondría las cosas en su lugar, y no iba a ser fácil y mucho menos agradable, ni para ellos, ni para mí, pero ya estaba decidido.

UNA LUZ EN MI OSCURIDAD/No. 2 De La Serie: HERMANOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora