CAPÍTULO 20 ¿RECHAZO?

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Fabián
Los días que siguieron, después de que Dolores se marchara, fueron de gran calma para mí, y creo que para Georgina también. No paso mucho tiempo para cuándo me llegó la notificación de que por fin era un hombre libre.

_ ¿Puedes creerlo? - miré con alegría a Georgina, al nada más enterarme. Ella estaba a mi lado.

_ ¡Me da tanto gusto! - me miró feliz.

Yo no pude contenerme y la tomé de la cintura, atrayéndola hacia mí.

_ Ahora podré decirte lo que tanto he deseado. - dije a su oído. - ¿te casarías conmigo?
La separé un momento, solo para ver su reacción.

Sus ojos estaban cristalizados y se abrazó a mí, hundiendo su rostro en mi pecho, pero no me dijo nada.

Su silencio empezó a preocuparme. ¿Sería que a pesar de que, en varias de nuestras charlas, me dijo que se estaba enamorando de mí, ahora que ya las cosas podían ir más en serio se estuviera arrepintiendo?, ¿que quizás me considerara poca cosa? Esa había sido una constante en mi vida, que a pesar de que ella no era de ese tipo, y no sería capaz, yo ya me estaba creyendo que esa era la razón.

Mi mente empezó a hacerse mil cuestionamientos, deseé retroceder en el tiempo y no haberle confesado mis sentimientos, porque si ella no me correspondía, no sería capaz de continuar ahí, no teniéndola siempre a mi lado, y le fallaría a Mateo, que había confiado en mí, le fallaría a mi hermana, que al fin era feliz y estaba tranquila viéndome a mi salir adelante, y me fallaría a mí mismo, porque me juré salir adelante y aprovechar todas las oportunidades y si mi percepción respecto a nuestro futuro era erróneo, no podía quedarme, eso era definitivo.

_ Puedo pensarlo? - la escuché decir y mi corazón se desmoronó. No entiendo que es lo que sucede. No podía estar mintiendo cuando mostró interés en mí, pero ahora lo duda, sin embargo, no me ha dado un no definitivo y eso hace que haya una pequeña esperanza en mí, pero no es lo que me esperaba y me siento desubicado, o ¿derrotado? Quizás esa sea la palabra correcta, mi vida a ido de derrota en derrota y ahora que pensé que por fin nada podría derrumbarme, aquí vamos de nuevo, no puedo darme el lujo de caer y no levantarme, sea lo que suceda, no me quedaré en el piso, empezaré de nuevo, si es necesario, sé que será difícil, pero, solo la muerte será capaz de detenerme.

_ ¿Crees que necesitas pensarlo? - pregunté con la esperanza de que reaccionara, pero su respuesta fue concisa.

_ ¡Si! - confirmó seria. Para estas alturas ya la sentía incómoda y no me quedó más que tragarme mi orgullo y tratar de seguir como si no hubiese pasado nada. Después de todo yo era más que sincero y me importaba mucho su felicidad y su tranquilidad y si eso dependía de mí, y de que yo me hiciera a un lado, lo haría.

_ No pasa nada. - traté de sonreírle, ella se había separado de mí, cuando rechazó mi propuesta y la atraje de nuevo, se dejó abrazar, incluso se acomodó y me pregunté ¿qué había pasado? si no me quisiera, no estaría aquí, si algo tenía, era que, era transparente y sincera. No andaba con dobles caras. Decidí ser paciente y aguardar, trataría de no ser fatalista y esperar lo mejor.

Georgina
Estoy en la ciudad, he venido directamente a la oficina de mi hermano, llevo días sin dormír y me siento desesperada. Desde que Fabián me dijo que era hombre libre y me propuso matrimonio hace dos semanas, de verdad, no he podido tener paz. Sé que es lo que deseaba y lo que esperaba, pero ahora que es real, me asusté, la verdad es que creí que todo eso se llevaría más tiempo, quizás muchos meses, pensé que para entonces Fabián y yo nos habríamos conocido mejor, hubiéramos estado tanto tiempo juntos, y nos hubiéramos hecho tan indispensables uno del otro, que nada de lo que pudiera pasar nos pudiera separar. Sin embargo, todo sucedió a la velocidad de la luz, y yo no estaba preparada, ¿Cómo le dices al hombre que amas, al hombre que quiere formar un hogar grande y con muchos hijos, que no va a poder ser padre?, Al menos no contigo. ¿cómo se lo dices? Pensará que me estuve burlando de él y la verdad, me arrepiento de no habérselo dicho desde el primer momento, pero las cosas se dieron tan rápido, tan de repente, y sé que no es excusa, le mentí, y lo dejé ilusionarse conmigo y no debí, pero todo era tan increíblemente estupendo que no quería perderlo. Ahora lo perderé para siempre, sin siquiera haberlo tenido.

_ Cariño ¿qué sucede? - me vuelve en si la voz de mi hermano. Estamos en el recibidor de una de sus empresas. Cuando lo visito no suelo subir hasta donde él está, el viene por mí y me lleva a su oficina o a algún lugar a comer. Hoy no tengo hambre, no me siento bien. Se lo dije cuando hablamos por teléfono, por lo que después de saludarnos, me guía hasta el elevador y subimos a su oficina. Seguramente ya dio instrucciones de que no lo molesten. Así que me siento con toda la confianza de hablar.

_ Me he equivocado. - digo afligida.

_ ¿Podrías ser más explícita? - me mira con interés.

_ ¡Fabián me propuso matrimonio! - digo sin mirarlo a la cara.

_ ¡Linda! - tomó mi barbilla y me obligó a mirarlo a la cara. _ ¡el que te haya propuesto matrimonio es excelente! - me sonrió. _ ¡no veo el problema!

_ Sabes que él es un gran hombre. - lo vi asentir. _ y que está educado a la antigua, y que uno de sus anhelos es formar un hogar con muchos hijos.

Él me miró, supe que, en ese momento, se daba cuenta de cuales eran mis temores y vi su expresión de comprensión en su rostro.

_ ¿Me entiendes ahora? - lo miró a los ojos.

Él asiente.

_ Eso me dice que no lo comentaste con él.

_ Pensaba hacerlo más adelante, pero todo se dio tan rápido.

_ Cariño. - tomo con ternura mis manos entre las suyas. _ tú lo has dicho, él es un gran hombre, y dice amarte, si de verdad lo hace, no le importará que tú no puedas darle un hijo o cuando menos lo sobrellevará, si no lo hace, es que no vale la pena

_ Pero yo quiero que valga la pena, lo amo y no creo poder encontrar, a nadie como él, la verdad es que no quiero a otro. - mis ojos estaban cristalizados. _ siento que él es el indicado y si me rechaza, ya no habrá nadie, porque si él, que tiene un corazón tan noble, no me acepta como soy ¿quién lo hará? - el llanto me gana y me refugio entre sus fuertes brazos.

_ Nada vas a ganar llorando. - me separa después de un rato de consolarme. _ tienes que ser valiente y hablarlo con él, antes de que haya más malos entendidos, y que después no puedan resolver. _ Seguramente el estará pensando que lo rechazas por su condición.

_ ¡No! - exclamó horrorizada. _ ¡no es así!

_ Tú lo sabes, pero él no. Por todo lo que ha pasado,
ese será su pensamiento lógico y lo creerá. Dices que lo vas a perder, entonces no pierdes nada hablándolo directamente, y como dije, si no te acepta, es que no valía la pena, y aunque sigo pensando que es el ideal para ti, sé que ahí afuera aún hay quien te merezca.

Lo miro con una sonrisa forzada, pero tiene razón, mi actitud debe de tener confundido a Fabián.

Minutos más tarde salgo del brazo de mi hermano. Estoy más calmada y se lo que tengo que hacer.

Fabián
Las cosas han ido de mal en peor, estás dos semanas me he matado trabajando, he tratado de estar cerca de Georgina lo menos posible, he querido darle su espacio y hablar cuando ella esté lista, sea cual fuere la respuesta que me dé. Como verán, el no vernos es casi imposible, trabajamos juntos y nos necesitamos uno al otro, sin embargo, me he metido de lleno al trabajo físico, que es algo que se me da muy bien y he dejado que ella resuelva la mayor parte de los asuntos de oficina, que es su especialidad.

Aunque no quiera preocuparme, la miro seria y distante, y temo tanto su rechazo, pero ¿qué puedo hacer? No quiero abrumarla o imponerme, ella tiene que decidir y merece tener paz para poder tomar la decisión que le haga feliz. Cómo ven no es fácil, ni para ella, ni para mí, porque estoy impaciente, quisiera tener su respuesta ya, sea cual sea, porque es terrible vivir bajo la incertidumbre, es como si se estuviera varado en algún punto en donde no puedes ir ni para adelante, ni para atrás, y así me siento. Además, como si no tuviera suficiente, recibí un mensaje de voz de Dolores, la verdad es que me estremeció, estaba llorando y se escuchaba angustiada, me pidió que por favor la recibiera, ella y mis hijos vienen en camino, al parecer tuvo una discusión con Math y se puso violento, al menos eso es lo que me dice en el audio. Es un mal momento para tenerla aquí, pero no puedo negarle la ayuda, puedo hospedarlos en mi casa y yo quedarme en la cabaña, en lo que se organiza y ve hacia dónde quiere ir. Por mis hijos la apoyaré en ese aspecto porque sea cual fuere la respuesta de Georgina, lo que si tengo claro es que por nada del mundo volveré con Dolores.

UNA LUZ EN MI OSCURIDAD/No. 2 De La Serie: HERMANOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora