CAPÍTULO 18 ÉL NO VIVE AHÍ

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Georgina
Por fin esa mujer se marcha, es un alivio, no por mí, sino por Fabián, gracias a Dios que dejó de molestarme, y por el contrario, intentó por todos los medios acercarse a mí, y hacer amistad conmigo, pero yo me mantuve tan alejada como me fue posible.

_ Quiero pedirte una disculpa. - me dijo después de saber quién era yo en realidad. _ de haber sabido quien eras mi actitud hubiese sido diferente.

_ ¡Lo sé! - dije sarcástica, pero ella no se dio por enterada.

_ Espero que de ahora en adelante podamos ser amigas. - me sonrió con hipocresía.

Me quedé callada, no sabía que contestar, pero definitivamente no quería tener nada que ver con ella, menos ser su amiga, por fortuna Mateo llegó en mi rescate, es como si hubiese estado atento a nuestra conversación y casi creo que así fue, porque noté que él siempre estaba pendiente de mí y no importaba en qué momento ella se acercara a mí, él hacia su aparición y no me dejaba sola, incluso él contestaba por mí, como en esa ocasión.

_ Perdón que me meta. - se acercó y me abrazó, lo que claramente le molestó. - pero veo muy difícil una amistad entre ambas. - me sonrió comprensivo. _ mi hermanita casi no sale del rancho y no le gusta viajar.

_ Eso tiene solución. - insistió. _ yo puedo visitarla aquí.

¿Cómo le decía que no? Pero una vez más el me salvó.

_ Mi hermana aprecia tu interés. - dijo. _ pero primero tendrías que consultar la opinión de Math, no creo que le agrade que estés visitando el lugar donde vive tu ex.

El comentario de mi hermano la sacudió, pero ni, aun así, desistió.

_ El no es problema. - nos miró con autosuficiencia. _ Math me cumple todos mis deseos y no se opondrá.

_ Pues suerte con eso. - me atrajo hacia sí. _ deberías ir haciendo méritos, porque te voy a robar a mi hermanita. - le sonrió y me llevo con él. - dejándola sola.

Se lo agradezco porque yo no hubiera sido capaz de dejarla sola, una cosa era evitarla y otra dejarla plantada, pero tenía quien lo hiciera por mí. Amo a mi hermano.

Lo malo es que ahora no lo veo por ningún lado y esa mujer se dirige hacia mí.

_ Hola. - me saluda de beso como si fuéramos las grandes amigas. _ te he estado buscando.

_ Me encontraste. - le digo seria. ¿que necesitas?

_ Pareciera que solo vengo a ti cuando necesito algo. - se quejó.

_ Estoy trabajando. - digo y no vendrías hasta aquí, si no necesitaras algo, de lo contrario esperarías a verme en la casa.

_ Tú ganas. - dijo quitada de la pena. _ ya sabes que hoy nos vamos y aunque me levanté temprano, no pude ver a Fabián, fui a buscarlo a su casa, pero no está ahí. Sé que tú debes de saber en dónde localizarlo.

_ Para que lo quieres. - me atreví a enfrentarla. _ si quisiera estar contigo lo estaría. ¿no crees?

Sé que fui una tonta, porque en ese momento ella se dio cuenta de cuanto me interesaba en él, y ya no podía hacer nada por remediar mi indiscreción, por supuesto su actitud cambio hacia mí.

_ ¡Te recuerdo que aún es mi esposo! - dijo mirándome con arrogancia. _ y por si no lo sabes aún está enamorado de mí, no puede olvidarme, lo digo porque hay mujeres que todavía se hacen ilusiones de que él les preste atención. - continuó, intentando hacerme creer que su comentario no iba dirigido hacia mí, pero a la vez sabiendo que yo lo tomaría para mí. _ el pobre aún tiene esperanzas de que me quede. - siguió. _ pero yo solo quiero despedirme. ¿me dirás dónde encontrarlo? - me dijo fingiendo inocencia. Como si no acabara de tirar su veneno, contra mí.

_ Está en su casa. - dije para seguir haciendo mi trabajo.

_ Vengo de su casa. - me mira como si me acabara de descubrir en una mentira.

_ Si te refieres a la cabaña. - la miro con condescendencia. _ esa no es su casa. Es aquella. - señalo la preciosa casa, ubicada en un hermoso y espacioso terreno cerca de la nuestra.

Ella me mira incrédula, después de ver hacia donde señalo, luego vuelve su mirada hacia la casa.

_ ¡Debes de estar bromeando! - me mira sin poder creerlo _ ¡ni en sus mejores sueños, él podría ser dueño de semejante casa!

_ Entonces ve y compruébalo por ti misma. - dije sintiéndome vencedora. No le diría nada, pero yo sabía que en ese momento ella estaría lamentándose por no haber permanecido a su lado, era evidente que todavía lo amaba y el hecho de que estuviera con Math era solamente por lo que él le daba. La vi caminar como autómata hacia donde él seguramente estaría, hacia solo unos minutos que habíamos estado trabajando juntos, revisando algunos papeles del rancho y algunas cosas, y él se había retirado para ducharse, porque alguien había dejado mal colocado un recipiente de combustible y, además, cerrado inadecuadamente, el líquido le había caído en un brazo y parte de su cuerpo.

No pude evitar sentir cierta aprehensión. ¿Y si él cedía a sus encantos? ¿si de verdad el aún la amaba? ¿y si lo nuestro solo era un intento suyo para olvidarla? Mi ánimo cayó, era uno de mis defectos, mi inseguridad, había sido lastimada tanto en el pasado, que me era difícil confiar en alguien, sin embargo, con Fabián todo se había dado tan natural, tan sencillo, que nunca dudé de sus intenciones, ni si se acercaba a mí por mi dinero, él había demostrado siempre su honradez, y su lealtad, pero esta mujer y su astucia me hacían dudar.

Me quedé mirando hacia allá, mi inseguridad me decía que me quedara para ver qué tan rápido salía de ahí, o si se tardaba, pero mi sentido común triunfó y decidí confiar en él, así que di la media vuelta y me dirigí hacia la oficina. Fabián era buena gente tenía que confiar en él.

Dolores
Mientras más avanzaba hacia esa magnífica casa, no podía dejar de sorprenderme, ¿cómo es que Fabián, el hombre que me amaba con locura y al cuál desprecié, había logrado tanto? ¿cómo había podido pasar, de estar casi muerto, incluso postrado en una silla de ruedas, con su salud deteriorándose a pasos agigantados, a estar de pie, y valerse por sí mismo y tener ese cuerpo que cualquier actor de cine podía envidiar? ¿cómo había pasado de ser un pobre campesino, sin tener siquiera un cuarto decente en donde vivir, a ser el dueño de esta preciosidad? Incluso, ¿cómo había podido pasar de no contar con una familia, porque sus hermanos nunca lo apoyaron ni lo respetaron, mucho menos lo ayudaron, a contar con el apoyo y la amistad de esta excepcional familia? Mi cabeza estaba hecha un lío, y lo peor era que yo lo había tenido en mis manos, porque él comía de mi mano y por estúpida lo había dejado atrás.

Sin embargo, aún no todo estaba perdido, él tenía que reaccionar ante mis avances, era imposible que, amándome tanto, me hubiera olvidado y pudiera resistirse.

Cuando abrió no le di tiempo a recuperarse de la sorpresa, entré, pero me quedé asombrada de lo hermoso que era por dentro, vivía casi mejor que yo, aunque comparada con la mía, su casa era más chica, sin embargo, tenía todo lo que una casa moderna podía tener, a simple vista lo que veía eran puros adelantos tecnológicos, a los que no cualquiera podía acceder, y yo los conocía, porque mi casa los tenía, y podría jurar que él tenía más que yo.

NOTA:
Para mis querid@s lector@s que se quedaron con ganas de más o que me pidieron otro capítulo, en el transcurso del día les subiré otro. Bendiciones a tod@s

❤️Feliz día del Amor y la Amistad. Reciban un fuerte abrazo.❤️❤️❤️

UNA LUZ EN MI OSCURIDAD/No. 2 De La Serie: HERMANOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora