CAPÍTULO 21 REGRESO

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Dolores.
Voy de regreso con Fabián, las cosas han ido terriblemente mal con Math, lo siento tan distante tan diferente, incluso se atrevió a levantarme la mano, es un celoso, aunque debo de reconocer que tiene razón, durante estos años con él he tenido una que otra aventura y ahora por pura rabia debido al rechazo de Fabián, me metí con mi entrenador físico, sé que Math no lo sabe pero lo sospecha, porque me armó una escena de celos, lo bueno es que lo convencí de que está equivocado, aun así no pude soportar que me gritara y me levantara la mano, me di cuenta de que mi vida con él no valía la pena, porque no lo amaba y nunca lo amaría como a Fabián y sé que una vez dije que ya no sería capaz de vivir sin todo aquello a lo que me había acostumbrado y que ni siquiera por amor, pues ahora digo que me equivoqué, prefiero el amor de Fabián, sé que él no me dará aquello a lo que me he acostumbrado, pero también se, que ahora es capaz de mantenernos con decoro, y también sé que si ha logrado todo esto y llegar hasta donde está, logrará conseguir mucho más y yo quiero estar ahí, como su esposa, estoy segura de que eso lo impulsará aún más a la cima, luego me lo agradecerá.

Ahora ya he conseguido lo más difícil, lograr que me acepte de regreso, ya estando ahí con él, sé que ahora sí todo va a funcionar como yo quiero.

Lo que no les he dicho es que me traje conmigo a los hijos de Math. No soy tonta, cabe la posibilidad de que Fabián no quiera nada conmigo y no estoy dispuesta a perder lo que tenía. Así me aseguro de que él venga por ellos y si es necesario pedirle perdón lo haré, si no, simplemente le entrego a sus hijos y me despido de él, después de todo, motivos los tengo para no regresar a su lado. Sea la situación que sea, la manejaré a mi conveniencia.

Georgina
Después de la charla con mi hermano me sentí más tranquila. Decidí quedarme esa noche con ellos en la ciudad, en su casa y regrese al día siguiente, cuál no sería mi sorpresa, cuando llegando corro a la casa de Fabián, para pedirle que hablemos, pero en su lugar, me abrió esa mujer, su ex esposa. Porque ahora lo es, pero está ahí y está en su casa.

_ Busco a Fabián. - dije sin saber que más decir debido a la sorpresa.

_ En este momento no puede salir. - dijo con satisfacción sabiendo lo mucho que me lastimaba. _ nos acabamos de duchar juntos y se está cambiando. - dijo y no pude evitar no mirar su pelo aún mojado.

_ Le dices que lo busqué. - dije seca. _ ya es tarde y necesitamos resolver asuntos del rancho. - di la media vuelta y me marché.

Había alcanzado a ver en el interior maletas aún sin deshacer, regadas por la estancia. ¿desde cuándo estaría ahí? ¿se había mudado con él? ¿y el divorcio? ¿decidió darle otra oportunidad solo porque yo dude mi respuesta?, Entonces ¿me amaba de verdad? Esas y muchas preguntas más empezaron a bombardear mi mente. Salí sin saber a dónde iba, corrí a mi lugar favorito, a la ribera del río que corría por la parte trasera de nuestra casa, apenas había llegado cuando sentí su presencia. No me volví, seguí mirando hacia el río, pero sin ver nada, mis ojos estaban cubiertos de lágrimas.

_ Georgina. - escuché mi nombre a mis espaldas. No contesté. _ te estaba esperando. - lo escuché más cerca.

Yo seguí en silencio, simplemente no podía enfrentarlo, esto me pasaba, cuando me sentía atacada y perdida, y hacía tanto tiempo que no lo experimentaba, de hecho, creí que ya no me pasaría de nuevo, pero ahí estaba sintiéndome traicionada y dolida y no era capaz de protestar o reclamar, o simplemente pedir una explicación.

_ Por favor escúchame. - dijo casi pegado a mi espalda, pero sin tocarme. _ necesito decirte algo.

Yo seguí en silencio. No podía mirarlo a los ojos.

_ Supe que regresaste de la ciudad. - continuó él. _ venía a buscarte, cuando te vi hablando con Dolores, no sé qué te dijo, pero lo que sea, no debe de haber sido nada bueno, ¿podemos hablarlo?

Yo no quería armar un lío, estaba intentando hacerme a la idea de que lo había perdido.

_ Si lo que estás pensando es que ella y yo volvimos, no hay nada más fuera de la realidad, yo no me estoy quedando en la casa.

Cuando dijo eso, no sé por qué, le creí, si estuviera con ella, no estaría en este momento a mi lado tratando de convencerme. Lentamente me di la vuelta y quedé tan cerca de él que instintivamente lo abracé. Él me rodeó también con sus fuertes brazos. Su aroma me invadió de inmediato y su calor me sacudió, instintivamente pasé mis manos por su cuello y mis dedos tocaron su suave cabello, y una imagen acudió a mi mente, ella había dicho que había estado en la ducha con él, no era verdad, su cabello estaba seco, esa mujer era una mentirosa y yo había caído, ¿cómo pude dudar de él? Sin embargo, aún no entendía porque ella estaba ahí.

_ ¿Me crees? - interrogó con cara de aflicción.

_ Si. - dije sin cuestionar nada más.

_ Intenté contarte. - dijo. _ Math y ella tuvieron una discusión, él la golpeó y por eso decidió abandonarlo. No podía dejarla a la deriva, sobre todo por los niños.

Yo lo escuché, la verdad no creía lo que ella decía, no en su totalidad, Math aunque había obrado mal con Fabián, no parecía ser un mal hombre. Sé que había algo más de lo que ella decía.

_ La verdad no sé, si dice la verdad completa. - continuó Fabián. Al menos supe que no era la única en dudar. _ pero no puedo dejarla desamparada por el momento, no pienso tenerla por mucho tiempo, solo en lo que ve qué es lo que va a hacer ahora.

_ ¿Estás seguro de que no se quedará? - lo miro. Sé que mi pregunta es válida.

_ Ella cree que lo hará. - me mira con amor. _ pero, no importa la respuesta que tú des a mi petición de hace semanas, no se quedará. Ni siquiera por mis hijos, ahora puedo darles una pensión que es lo que ellos y ella quieren, pero no vivirán conmigo. - me abraza con desesperación.

_ De eso quiero hablarte. - digo mirándolo a los ojos. - veo cómo su semblante cambia, la incertidumbre se refleja en ellos.

UNA LUZ EN MI OSCURIDAD/No. 2 De La Serie: HERMANOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora