CAPÍTULO 8 ESA MUJER NO EXISTE

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Georgina
La velada ha sido maravillosa, amo a mi familia y ellos me aman, y el que Elisa sea la esposa de mi hermano ha venido a traernos más alegría, porque ella y Fabián son dos personas excepcionales, y es maravilloso que ahora sean parte de mi familia.

Se que él es muy reservado, pero aún así, lo he visto desenvolverse bien con los demás, y sobre todo hemos tenido oportunidad de charlar en varios momentos durante la velada, ustedes dirán que que tiene eso de especial, ya que todos los días pasamos tiempo juntos, pues la diferencia es que, siempre hablamos de trabajo, de asuntos del rancho y ahora eso quedó atrás, hemos charlado de las cosas que nos gustan, de nuestros planes a futuro, le conté que mi ilusión es ayudar a mis padres lo más que pueda en sus negocios y luego independizarme.

_ ¿Eso es todo? - me miró con cara de asombro.

_ Si. - contesté.

_ Es raro. - me dijo. _ generalmente las mujeres piensan en casarse, y formar un hogar, tener hijos.

_ Las cosas ya no son como antes. - intenté sonar indiferente. No podía decirle que ese era mi sueño dorado, que yo preferiría encontrar al hombre de mis sueños y quedarme en casa, criando a mis hijos y atendiendo a mi esposo. - por el contrario le dije. _ las mujeres ahora somos independientes y nos sentimos bien realizándonos en el campo laboral. - lo miré y me pareció ver decepción en su mirada, pero ¿porque iba a decepcionarle mi comentario?  Quizás, porque él era hombre de campo, era conservador y no veía bien que las mujeres fuésemos independientes.

_ Yo respeto a las mujeres como tú. - me sorprendió su comentario. _ es de admirar que busquen superarse, pero eso no quita que deseen formar un hogar, en realidad creo que son muy capaces.

_ ¿Tú preferirías a una mujer que se quedara todo el día en casa, esperando a que tú llegaras?. - no pude evitar dirigirle una mirada acusadora.

_ Yo preferiría a un mujer que se sintiera realizada a mi lado y a la cual, yo le pudiera dar todo lo que necesitara. - su semblante se ensombreció y me arrepentí de haberlo llevado hasta ese punto, seguramente recordó la traición y el abandono de su esposa. _ a una mujer para la cual, yo pudiera ser suficiente. - continuó. _ que fuera feliz con lo que pudiera darle, y claro sin que ella dejara de lado sus anhelos y sus ambiciones, créeme que la llenaría de amor, la cuidaría y la protegería, sería mi tesoro.

Sus palabras provocaron que un nudo se formara en mi garganta. Fue tan conmovedor, que tuve que controlar mis sentimientos, porque él se estába abriendo a mi, y porque deseaba con toda mi alma ser esa mujer que el deseaba, estaba segura de que no lo dejaría, no lo traicionaría y sobre todo le ofrecería todo ese amor que el anhelaba, ese apoyo que él merecía y ese hogar que al parecer soñaba.

_ La verdad es que, a estas alturas de mi vida, ya no espero nada. - me miró con tristeza. _ ¿que podría ofrecerle a una mujer? Solo provocaría lástima, no soy ingenuo y se cuáles son mis límites.

_ Eres muy duro contigo mismo. - dije. _ yo creo que eres muy capaz, y tienes demasiado que ofrecer, solo tienes que encontrar a la mujer indicada, aquella que vea en ti, lo que realmente eres, que no se fije en tus limitaciones, si no en tus logros.

_ Esa mujer no existe. - se limitó a decir, luego cambio la conversación. Mientras tanto yo me quedé con un nudo en el estómago. No concebía que un hombre tan capaz, tan excepcional, se sintiera tan derrotado, pero no sé porque me extrañaba, yo me sentía igual que él, sabía lo que era la traición, sabía lo que era que te sacaran todo lo que podían, y luego te dejaran, haciéndote sentir que no valías nada y peor aún, sintiéndote totalmente culpable de no ser capaz de satisfacer a aquellos que demandaban de ti. Era tan extraño, pero me sentía totalmente identificada con él. Quizás por eso, me sentía cada vez más cerca suyo y más enamorada, si es que eso fuera posible. Lo malo era, que estos sentimientos solo eran de una vía, de aquí para allá, porque al parecer él estaba negado al amor, ya me había comentado que amaba a su esposa con locura y lo mucho que lo había afectado su traición, y eso lo mantenía cerrado a darse otra oportunidad.

Esta noche también he tenido oprtunidad de verlo con su hermana y me enternece la forma en la que la trata, es todo un caballero. Y lo comprobé ahora que en cuanto se dio cuenta de que tenía frío, sin dudarlo se despojo de su chaqueta y me la ofreció, colocándola él mismo sobre mis hombro. Me pregunto, qué fue lo que movió a su esposa a dejarlo, creo que es una tonta que no sabe lo que perdió, porque si supiera, jamás lo hubiera dejado.

Cada vez que conozco más de él, quedó más atrapada. De verdad es un hombre como pocos, su atractivo que realmente es impresionante queda opacado por su personalidad, por su trato, por su forma de ver la vida y de tratar a las personas, su único defecto hasta ahorita, es su baja autoestima y el que siga bajo la influencia de esa mala mujer, Elisa me contó que aún sigue casado con ella. Lo que me hace envidiarla tanto.

Ya son las doce de la noche, la velada se alargó, y es que con Fabián y con Elisa el tiempo pasa volando, ellos logran con su sencillez y su buen carácter que todo sea fácil y que las cosas fluyan con naturalidad, que diferencia de cuando los invitados son gente de la alta sociedad, aquellos que se precian de ser cultos y refinados, aquellos ante quienes tienes que actuar constantemente y que te critican por todo, que te sonríen y te tratan como si fueras lo máximo y al darte la espalda, están hablando mal de ti, gente que se cree educada y que con cada palabra que dicen y con cada acción que hacen destilan vulgaridad. Yo me quedo con Fabián y Eliza, para mí ha resultado ser una bendición el que llegaran a nuestras vidas. Los amo, como amo a mi hermano y a mis padres.

NOTA:
Una disculpa por no haber podido actualizar más temprano, pero aquí está lo prometido. Espero les guste.

UNA LUZ EN MI OSCURIDAD/No. 2 De La Serie: HERMANOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora