Georgina
No supe en qué momento el acercó su rostro al mío y depósito un tierno y prolongado beso en mis labios, yo me perdí en esos momentos._ Te amo. - lo escucho decir y no lo puedo creer. Probablemente no oí bien. _ te necesito. - habla de nuevo y profundiza el beso, yo no atino a reaccionar, hasta que el mismo se separa y yo siento que voy a desfallecer. Instintivamente me abrazo a él y el me rodea con sus fuertes brazos.
_ ¿Y tú esposa? - pronuncio con dificultad una vez que la razón vuelve a mi.
_ Pronto ya no lo será. - me dice sin soltarme. Ya le envié los papeles del divorcio, solo que se me pasó firmar una hoja y es por eso que ella está aquí.
Quiero creerle, pero en el fondo sé, que esa bruja no se la pondrá fácil, sé que no lo hará, pero no puedo decírcelo
_ Pero... tú dijiste hace poco, que era el amor de tu vida. - le recordé.
_ Fue porque hace poco todavía era un idiota. - dijo mirándome a los ojos, y no te conocía a ti, como te conozco ahora. Eres una mujer maravillosa, en todos los sentidos. - acarició con ternura y delicadeza mi mejilla. Ella ya no significa nada para mí, lo único que nos queda en común son mis hijos y ni siquiera me dejan acercarme a ellos. Se que se marcharán pronto y la verdad, solo lo lamento por ellos, ella puede hacer lo que quiera. Ya no forma parte de mi vida. Ahora quiero que seas tú la que forme parte de mi vida.
No puedo creer lo que me está diciendo, estoy feliz, quiere que esté con él, sin embargo, es muy ambiguo, antes dijo que me amaba ¿o es que me equivoqué? Porque solo me dice eso, pero no da el siguiente paso, no me dice de que forma quiere que sea parte de su vida, ¿será que yo estoy confundiendo las cosas?
_ Se que me estoy apresurando. - toma de nuevo la palabra. _ pensé darte tiempo, pero me he dado cuenta de que no puedo soportar más, necesito saber ahora mismo si es que tengo alguna posibilidad contigo...
Abrí la boca para decir algo, pero él me interrumpió.
_ Por favor no te adelantes. - se apresuró a hablar, seguramente pensó que lo rechazaría. _ se y entiendo cual es tu posición y cuál es la mía y no pretendo aprovecharme de ti, simplemente me he enamorado de una mujer maravillosa. - acarició de nuevo mi rostro. _ y se que no es mucho lo que puedo ofrecerte, por eso entenderé si dices que no quieres nada conmigo, pero si aceptas ser mi esposa, quiero que estés consciente, de que yo no podré darte todo aquello a lo que estás acostumbrada y que no recurriré a tu familia para obtener beneficios. Me gustaría que fuéramos solo tú y yo y lo que ambos pudiéramos hacer y sobre todo que me tuvieras paciencia, porque aunque no tengo mucho, pienso esforzarme al máximo para poder darte lo que mereces.
No puedo mentir, me dejó sin palabras, mi corazón amenaza con explotar de felicidad. Lo abrazó con fuerza y hundo mi rostro en su pecho. Siento sus brazos a mi alrededor, se siente tan bien, tan reconfortable, su aroma inunda mis sentidos y creo que no hay lugar en el mundo en el que quisiera estar en estos momentos, más que aquí, a su lado, entre sus fuertes y protectores brazos, siento que aquí nadie podrá hacerme daño jamás.
Escucho voces y muy a mi pesar me separó de él. Miró a lo lejos y son algunos de los empleados, no deseo que me vean y tomando de la mano a Fabián, lo guío hacia el riachuelo, una vez ahí, nos detenemos, pero él me toma de nuevo entre sus brazos.
_ No deseo nada en la vida tanto, como el que me digas que aceptas ser mi esposa. - acaricia mi rostro con devoción.
Yo solo lo miró, no se que contestar, esto me parece un sueño del que pronto despertaré. Miles de preguntas se agolpan en mi mente, y la más importante, ¿aceptará mi familia está relación? ¿no pensarán que el me busca solo por mi posición económica? ¿acaso no pienso yo lo mismo? Si soy sincera no, quizás lo hubiese pensado unos meses atrás, ahora lo conozco bien y se que si dice que me ama, es sincero.
_ Sí... acepto. - contesto. _ pero primero tienes que solucionar tu situación con tu esposa. _ cuando vengas con los papeles del divorcio, entonces me vuelves a plantear la pregunta.
Él me mira, se le ve feliz. Toma mi rostro entre sus manos, me acaricia con una delicadeza que me hace temblar, luego desciende su cabeza y toma mis labios, es tan agradable, que no quiero separarme, pero la falta de aire, nos obliga a hacerlo.
_ Gracias. - dice. _ te prometo que no te vas a arrepentir. Y nos perdemos en un nuevo beso, tan real, tan apasionado, tan arrebatador.
_ No quiero regresar a mi casa. - le digo cuando nos separamos.
_ ¿Quieres ir a algún lugar en especial?
_ No, pero simplemente no quiero estar ahí.
_ Ven conmigo. - dice él. _ no me pregunta la razón de mi renuencia a regresar y creo que sabe que la razón es su esposa, o al menos lo intuye.
_ ¿A tu casa? - interrogó escandalizada, no quiero hacer algo de lo que después me arrepienta, es verdad que estoy perdidamente enamorada de él, pero quizás el no, no lo sé, necesitamos tratarnos un poco más, convivir para estar seguros de que es eso lo que queremos, y no es que dude por mi, yo tengo bien claros mis sentimientos, pero quizás el no, y solo esté deslumbrado, no lo sé y no lo sabré hasta que pasemos más tiempo juntos.
_ puedes quedarte en mi casa, en el cuarto de invitados. - aclara, o en la cabaña, ahí también hay dos habitaciones, solo quiero que estés cómoda, y que nadie te moleste.
_ ¿Harías eso por mi? - lo miró con adoración. Es un hombre tan encantador, creo que será difícil pasar la noche cerca de él, pero de verdad no quiero encontrarme a esa mujer, se me revuelve el estomago nada más de verla, con esa actitud de prepotencia, de autosuficiencia, mirando a los demás por encima del hombro, como si yo no supiera de dónde viene, quién era antes y como es que llegó hasta donde está.
Fabián
Llevo a Georgina hasta la cabaña, creo que es lo mejor, en la casa cualquiera puede darse cuenta de que pasó la noche ahí y los chismes no se harían esperar. Y ella no merece ésto.La llevo con migo y espero su reacción, cuando entramos, quizás no le agrade, después de todo ella tiene tanto, pero para mí sorpresa, observa todo a su alrededor y luego con un sonrisa en la cara me abraza
_ Este lugar es hermoso. - me dice. _ me encanta. Gracias por hacer de él un lugar funcional y no dejar que se siguiera cayendo en pedazos.
_ No fue nada. - no dejo que se alejé de mí. Es tan agradable tenerla así, es un sueño hecho realidad. La necesito y mucho, no tienen idea cuánto, la verdad es que no puedo creer que esto esté sucediendo. Ella será mi esposa, ahora por lo pronto, es mi prometida, aunque lo tengo que hacer formal, y pedir el consentimiento de su familia, ellos aunque son gente con mucho dinero y con una posición económica bastante elevada, siguen siendo personas sencillas, pero muy conservadores y si me aceptan no quiero defraudarlos.
La beso de nuevo, cada vez, me cuesta más trabajo separarme de ella, pero tenemos que hacerlo, la guío hacia su recámara y la dejo para que se instale.
Será una noche muy larga. Demasiado.
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UNA LUZ EN MI OSCURIDAD/No. 2 De La Serie: HERMANOS
RomancePara Fabián, las cosas no fueron fáciles y nadie le dijo que lo serían. Después de vivir toda su niñez y su juventud, bajo el yugo de un padre autoritario y prepotente y de una madre que obedecía sus órdenes al pie de la letra y jamás lo contradecía...