CAPÍTULO 14 ACOSANDOLO

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Dolores
Es el segundo día que paso aquí y me siento frustrada. No puedo creer que Fabián se esté comportando así, me está evitando y no logro acercarme a él, lo he intentado y siempre está ocupado. Pensé que me recibiría con los brazos abiertos. Se que está enamorado de mi, no puede haberme olvidado, también se que está ofendido, lo entiendo, está enojado y quiere castigarme fingiendo indiferencia, pero se mueren de ganas de estar conmigo, como yo con él, no se cómo he podido vivir todo esté tiempo sin su amor, su cariño, su ternura, Math es tan diferente a él, y no es que Math no me quiera, pero es frío e impersonal, cree que con darme todo es suficiente y yo necesito ese fuego, ese amor, esa entrega que tiene Fabián, que lo da todo por la gente que ama, que hace todo por proteger, por cuidar, por preservar lo que tiene. No se cómo pude deslumbrarme tanto por Math, aunque no me arrepiento, a su lado he conseguido todo lo que con Fabián, jamás hubiese tenido, he conocido lugares y gente tengo mi enorme y preciosa casa, aunque tuve que cargar con dos niños que no eran míos, pero siempre hay que pagar un precio y ha valido la pena, en cuanto a Fabián, se que me perdonará, tengo que aprovechar y tenerlo aunque sea por una última vez. Le demostraré que no me ha olvidado y que me sigue queriendo como desde el principio, solo es cuestión de tiempo.

Fabián
Hoy me he levantado con muchas espectativas. Anoche después de que traje a Georgina a la cabaña, ella llamó a sus padres y me sorprendió que les dijo la verdad, que se quedaría aquí conmigo para no encontrarse con Dolores.

_ Por las malas aprendí a comunicarle todo a mi familia. - me dijo cuando colgó la llamada. _ no hay secretos entre mis padres y yo y tampoco los tengo con Mateo. _ no le dije que ya conocía su historia, que sabía que cuando era estudiante le habían hecho daño y que sus compañeros habían provocado que cayera de un ??? piso, lo que casi le cuesta la vida. Solo me dedique a escuchar su relato, y ella se desahogó.

_ Es tan fácil hablar contigo. - me dijo con una hermosa sonrisa, yo estaba encantado de tenerla ahí, y aunque solo charlamos y luego cada uno se dirigió hacia sus respectivas habitaciones, yo sentía como si ya fuera parte de mi vida, como si ya formaramos una familia y eso se sintió bien.

Ahora estoy regresando del campo, vengo de supervisar a los trabajadores y de tratar algunos asuntos, y mi día se nublo de repente, no se de donde apareció, pero aquí está, parada frente a mi, sin vacilar acorta la distancia que nos separa y se detiene demasiado cerca de mi.

_ Ya deja de rehuirme. - colocó sus manos en mi pecho.

_ Estoy trabajando. - contesto sujetando sus manos para que deje de acariciarme.

_ Sé que estás enojado conmigo. - dice sin dar un paso atrás. _ pero no puedes negar que has estado esperando mi regreso.

_ No espero nada de ti. - contesto frustrado. _ escogiste tu camino sin mi y fue tu decisión. Yo estoy rehaciendo mi vida. Así como tú rehiciste la tuya. Ahora solo espero que me des esa hoja que me falta firmar.

_ Te la daré. - dijo melosa. _ hasta que tú me concedas una noche contigo.

_ Eso no sucederá. - intento apartarla de mi, pero se aferra a mi cuello e intenta besarme.

_ Lo nuestro se acabó el día en que te marchaste de mi lado. Yo no quiero nada de ti.

_ Apuesto a qué lo harás. - me mira con burla. _ no puedes haber olvidado lo que teníamos, lo se, solo estás enojado, pero se te pasará.

_ Deja de fantasear y vete, estoy trabajando.

_ Te dejaré, pero tendrás que acceder si es que quieres ese estúpido divorcio. Yo no tengo prisa por deshacer nuestro matrimonio. Tengo lo que quiero de Math y te tengo a ti. - dijo alejándose de mi.

Yo solo la miré, no entiendo como pude estar tan ciego por ella. Quizás fue porque en esa época ella no era lo que es ahora, y no me explico en qué momento cambió, será que estaba tan enfrascado en querer salir adelante para demostrarle a ella y a todos los que me auguraban el fracaso, que podía salir adelante y luego mi pelea con aquellos mafiosos y mi posterior discapacidad, la verdad es que entiendo que no haya sido capaz de soportar el cargar conmigo a cuestas, incluso el que se haya enamorado de otro y haya dejado de quererme, se que en el corazón no se manda, lo que no entiendo es, en qué momento se volvió una mujer codiciosa y sin escrúpulos, incluso desvergonzada, ¿cómo puede pensar que me involucraré con ella, cuando tiene pareja? Yo no soy así, y aunque él me la quitó, no sería capaz de hacer lo mismo, y menos por simple venganza. Si acaso lo llegara a hacer, sería por amor y ni aún así, nadie merece ser traicionado, y menos por la persona que se supone te ama y te debe fidelidad, quien nunca debiera traicionarte.

Dolores.
Estoy muy molesta es el tercer día de mi estancia aquí. Fabián se este haciendo el difícil, y aunque me he aventurado a salir a buscarlo, las pocas veces que he dado con él, simplemente me ignora o me manda de regreso con uno de sus sucios trabajadores. Se que se está haciendo el duro, pero ya me está cansando, la verdad es que no puedo estar sin él, lo deseo tanto, todos los recuerdos, de mi vida con él, se agolpan día a día en mi mente, se que perdí mucho al dejarlo, pero lo hice y ya no hay vuelta atrás, sin embargo, se que puedo tener un poco de lo que tenía y no me voy a dar por vencida.

Está noche mis anfitriones darán una cena, al parecer vienen su hijo y su esposa, quiero estar radiante, pero eso no quita que intente una vez más seducir a Fabián.

Lo veo acercarse a su oficina y entro con rapidez para esperarlo ahí.

_ ¿Que haces aquí? - dice molesto cuando me descubre.
Está sucio y sudado, viene del campo, pero aún así está tan atractivo, los años le han sentado bien.

_ Te espero. - me acerco a él provocativamente. _ recuerda que tenemos algo pendiente.

_ Lo único que tenemos pendiente. - me mira molesto. _ es la firma de esa hoja y solo espero que me la entregues.

_ Te la daré a cambio de ya sabes qué. - insisto acercándome a él. Intento acariciar su rostro, pero me detiene la mano con frustración.

_ ¡Basta! ¡No obtendrás nada de mi! - me sujeta con fuerza. ¡Lo nuestro se acabó!

_ Se que no es así. - me niego a aceptarlo y me molesta que me trate con tanta indiferencia cuando debería de estar dando saltos de gusto por el solo hecho de que haya regresado y quiera algo con él.

_ ¡Eres idiota! - le digo. _ ¡cuantos dieran lo que fuera porque yo les dirigiera aunque sea una mirada!

_ ¡Pues vete con ellos! - me responde. Intento darle una bofetada, pero detiene mi mano.

_ ¿Crees que por dirigir este rancho ya eres grande? - lo miró furiosa. _ sigues siendo el mismo perdedor de siempre, un simple sirviente de tu patrón y aquí eres lo mismo, un simple idiota al servicio de los demás, lo único que cambia es que esta gente si es rica de verdad, pero tú sigues siendo un simple empleado, un don nadie.

_ No me importa serlo, estoy bien con lo que hago y ellos aprecian mi trabajo y para mí es suficiente

_ ¡Claro que se podía esperar de un conformista como tú, sin metas sin ambiciones un tonto sin educación!

_ ¡Por favor vete! - me miró con dolor, supe que lo había lastimado y me dio pena, pero estaba furiosa con él y me alegró el haberlo provocado.

Me iba a ir, pero no lo haría sin demostrarle lo que siempre he dicho, que él no me ha superado, Que actua así porque está molesto por mi abandono, pero en cuanto me tenga de nuevo entre sus brazos, se que no deseara dejarme ir de nuevo, asi, que me acerco y tomándolo por sorpresa, lo beso.

Él no corresponde a mi beso y no solo eso, me aparta con brusquedad, soy yo la que está perdida por él, quiero intentarlo de nuevo, pero alguien entra sin llamar justo en ese monento y él se aparta de mi lado como si le hubiese dado un toque eléctrico.

UNA LUZ EN MI OSCURIDAD/No. 2 De La Serie: HERMANOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora