Kageyama no se pudo quedar a dormir, pero aún así no me sentí mal. Ella se avergonzó ante eso pero le dije que no había problema, que quizá la próxima que la invitara sí podría quedarse.
Regresando a casa, tuvimos que soportar unos cuantos gritos de gente en autos. Tipos preguntándonos si queríamos ser llevadas, cosa que, sin educación, les dije que se fueran a la mierda. Kageyama quería golpearlos pero la detuve. Somos un poco igual de salvajes.
Pero eso, nada más interesante para contar.
Los días siguen pasando y el invierno ya empezó. Como odio esta época, ¡no tiene nada de bueno más que el cumpleaños de Kageyama y el de mi mamá! Las cuales, sorpresivamente, cumplen el mismo día. Por suerte falta mucho para eso.
Lo que sí tengo que contar es lo que pasó después del partido que ganamos.
Era un equipo no muy bueno, no había comunicación y sus recepciones no eran las mejores. Ganamos por una gran diferencia de puntos, así que decidimos festejar al estilo de Tanaka, Noya y yo: Una fiesta.
Y todas las chicas del club van a ir.
Menos Kageyama.
Esto sucede durante el receso. Las de segundo años la han estado esperando a que salga del salón para seguirla por todo el pasillo.
—¡No seas así, hay que festejar de vez en cuando!
—Preferiría entrenar antes que bailar.
—¡Vamos, Kageyama! —Tanaka la tomó de los hombros, sacudiéndola—. ¡No te hará mal!
—No me importa, es mejor jugar que ir a una fiesta.
—¡Pero, Kageyama! —Noya camina atrás de ella—. ¡Hasta Asahi-san va a ir!
—Porque la obligas —dijo mirándola de reojo.
—¡Pero irá igual!
—Vamos, Kageyama. ¡Será divertido!
Esa fui yo, parándome frente a ella. Kageyama me mira con una ceja alzada, tan intimidante como siempre y termina negando. Esta chica es imposible.
—¡Si vas a esta fiesta...!
Tanaka grita.
—¡Si vas a esta fiesta, practicaremos toda la semana después de entrenamiento!
Y así es como logramos convencerla.
Lo que me pone muy nerviosa, porque se nota que no es el ambiente de Kageyama. Incluso, dos horas antes (actualidad) me mandó un mensaje de venir a mi casa para que la ayude con la ropa. Mi linda chica no sabe qué ponerse, es hermosa, cielos.
Así que ahora está sentada en mi cama mientras yo combino mi ropa grande para ver qué se puede poner.
—¿Qué colores te gustan, Kageyama?
—Cualquiera que no sea excesivamente llamativo.
—¿Qué te parece esto?
—No me gusta.
La miro con una mueca y ella sigue con su mirada seria. Pongo los ojos en blanco y sigo buscando ropa.
Kageyama termina poniéndose un pantalon de mezclilla, un saco negro de mi mamá, un corpiño transparente con lencería y unas zapatillas que la hacen ver más alta de lo que es. Le queda excesivamente bien y quiero suspirar como la estúpida enamorada que soy, pero me las arreglo para no hacerlo.
Por otro lado, yo decidí ponerme una falda y un top brillantes que tienen, algo así, como dos tiras brillantes que pasan por mi estómago. Decidí ponerme unos zapatos para no ser tan molestamente baja al lado de Kageyama y la miré.
—¿Y?
—¿Y qué?
—¿Cómo me veo? Idiota.
—Bien, supongo.
Bufo y me doy vuelta en el espejo. Esta noche tengo autoestima, así que me sonrío al verme. Por primera vez me siento realmente bonita.
—Ah, hola, amor.
Pero cualquier sonrisa se borra cuando veo a Kageyama hablarle a su pantalla. Me doy vuelta y la veo, ella hace un gesto para que me acerque.
—Mira, ella es Hinata... Y ella es Kenma.
A la mierda el autoestima.
Cabello rubio atado, delineado sorprendentemente bonito, ojos avellana y mirada tranquila. Kenma mira a la cámara con la mayor paz del mundo, haciéndome sentir una imbécil por una razón estúpida.
—Hola, soy Kenma. La novia de Tobio.
¡Qué molestia!
—¡Hola, soy Hinata Shoyo, puedes llamarme como quieras! —exclamé con la mayor falsedad del mundo, agitando mi mano.
Kenma solo sonrió.
—¿Así que saldrán esta noche?
—Sí, sí. Convencimos a Kageyama de venir.
—Eso es genial. Usualmente no sale de casa, no le gusta mucho esos ambientes.
—¡Pero la encantará ahora que estamos nosotras!
—Gracias, Shoyo. Cuídala, por favor.
Oh sí, claro que la cuidaré. ¡Y la cuidaría mejor de lo que lo hago si yo estuviera en tu lugar! Cielos, por Kageyama, viviría en la misma ciudad a pesar de la increíble distancia. ¿Por qué ella no puede? Es tan estúpido esto...
Me cae tan mal esta desconocida.
Kageyama sigue hablando con ella mientras yo me maquillo un poco. Me gusta hacerlo pero no soy la mejor, así que arreglo mis pestañas y pinto un poco mis labios.
Le hago señas a Kageyama por si quiere que la pinte. Esta asiente pero hace un gesto de que espere.
—Bien, debemos irnos.
—Está bien, cariño. Ten una linda noche.
—Tú igual, te amo.
—Y yo a ti.
Cuando la llamada acaba, me acerco a Kageyama queriendo suspirar y ella me observa, dejando su teléfono a un lado.
—Lamento haberte dicho que esperases. No quería que Kenma se incomodara.
—¿Tan celosa es?
—Sí, pero es por culpa de la distancia. Es uno de los problemas de nuestra relación —explica, observando mis manos—. ¿Te salen los delineados?
—Sí pero no sé pintar los párpados.
—Me sirve igual.
Tiene una sonrisa tan hermosa...
—Bien, ¿cómo se supone que me acomodaré?
—Aquí, entre mis piernas, tonta.
Señalo. Yo me sonrojé automáticamente.
—No me mires así, no hay otra posición más cómoda que esta.
—¿No te molesta?
—¿Por qué me molestaría?
Me paré en medio de sus piernas y ella se apoyó con sus manos en la cama, mirándome fijo. Las vistas de aquí me hacen querer besarla, es simplemente hermosa.
—No lo sé...
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Pretty Setter | Kagehina FEM
FanfictionA Hinata Shoyo nunca le han interesado las chicas. Hasta que vio a la bonita armadora de Kitagawa Daiichi. -¿Quién es ella? -¿Quién? -¡Esa, la armadora! -Ah... no, ni idea. -¿Y si le pido su número? KAGEHINA FEMENINE. #1 en fem 05/02/23 #1 en Kagehi...