12: Legalmente es ilegal

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Hubiera sido lindo si yo la comenzaba a maquillar y de los nervios, ella me tomaba de la cintura. Eso es lo que pasa en las películas clichés, pero esto no es una película, Kageyama tiene novia y no me tocó en ningún momento. Mi vida es una mierda.

Cuando llegamos a la fiesta, intento ser positiva.

—¡Hinata, mi princesa, estás hermosa!

Grita Tanaka entre la música, bailando con un vaso de alcohol en sus manos. Yo le sonrío mientras ella, al ritmo de la canción, toma mi mano y me hace dar una vueltita.

—¡¿Estás soltera!? ¡Porque busco novia!

Y esa fue Noya, mirándome sonriente al lado de Tanaka. Yo río asintiendo, sintiendo la mano de Kageyama en mi espalda baja, lo que me hace saltar en mi lugar. Cierto que está ella aquí.

—¡Ah, Kageyama, tú también estás hermosa! —Noya exclama, tomándola de la mano para atraerla a ella—. ¡Vueltita, señorita!

Mientras Kageyama gira avergonzada, puedo notar que hay mucha gente en la casa de no-sé-quién. Esta fiesta no está organizada por nosotras, en realidad es de alguien de la escuela que conoce a mis amigas. Veo a muchos chicos de tercer año que son lindos, pero ninguno me llama la suficiente atención como para ir a bailar con alguno.

—¡Pero si ya llegó el increíble dúo!

Procederé a describir cómo están vestidas mis amigas, porque se ven geniales y hermosas.

Tanaka tiene su cabello atado en una cola alta y ajustada, siempre tan grisáceo y rapado a los costados. Un vestido negro ajustado y corto con unos lentes de sol en su cabeza. Es la moda de ahora y ella se ve espléndida. Luego está Noya, bailando a su lado con un vaso de cerveza, lentes de sol blancos, su cabello atado y una camiseta que parece ser verde y pantalones cortos. Saben, todas nos moriremos de frío solo por querer vernos más lindas.

La chica que toma mi cintura y me asusta a mí y a Kageyama es Sugawara. Tiene un top y una falda blancos y su cabello suelto. Son hermosas, cielos.

—¡Se ven hermosas, chicas!

—¡Tú igual, Suga-san!

—Tiene razón.

Daichi llega. Ella tiene unos pantalones negros largos y un top negro simple, con una coleta alta. Siempre tan deportiva y hermosa.

—Ah, Daichi —Suga ríe nerviosa y con Kageyama intercambiamos miradas—. ¿Y Asahi?

—¡Mi mujer tarda en llegar! —exclamó Noya—. ¡Hay mucho tráfico un viernes por la noche!

—¡Amo lo confianzuda que eres cuando Asahi no está aquí pero cuando llegue no le dirás que es tu mujer ni aunque Daichi te deje rematar!

Yo río, robándole el vaso a Noya para beber mientras bailo lentamente. Kageyama está a mi lado quieta, observándome.

—¡Claro que no, no debe saber que me gusta!

Suga y Daichi se terminan yendo a buscar tragos mientras que yo sigo bailando al lado de mis amigas, riéndonos al movernos e intercambiando tragos. Yo ya tengo mi vaso propio y lo comparto con Kageyama, quien luce incómoda al bailar. Está avergonzada.

—¡Kageyama, muévete más, baila con nosotras! —exclama Noya moviendo sus caderas a su lado. Ella ríe y niega—. ¡Tú tienes que moverte así y tendrás todo lo que quieras, ¿no, Shoyo?!

—¡Ajá, sí!

Bueno, a pesar de que me gusta Kageyama, no voy a detener todo por ella. A parte tiene novia, es estúpido seguir fijándome en esta chica si estoy en una fiesta cuando no tengo oportunidad. Y por eso, cruzo miles de miradas con una chica alta.

—¿¡Ya clavaste el ojo!?

—Sí, sí. En la chica de allá.

Las tres se dan vuelta, mirando a la que me mira. Ella corre la mirada rápidamente, volviendo a hablar con lo que se supone son sus amigas.

—¡Esa es Ushijima Wakatoshi! —exclama Tanaka—. ¡Es una increíble jugadora!

—¿¡Debería ir a hablarle!?

—¡Tiene dieciocho, no sé si sea legal!

Chasqueé la lengua y Noya rió.

—¡Tú solo sigue bailando con nosotras, tonta!

—¡Oi, Kageyama, tú también!

Ella intenta unirse a nuestro baile pero no es buena, aunque hace lo que puede.

Y así es como comienza a pasar la noche, nosotras bailamos y bebemos. Yo ya no sé por qué vaso voy, solo sé que en un momento, Noya me grita que irá a acompañar a Tanaka a fumar. Porque sí, fuman. Y no, no es bueno. ¡No lo hagan, ellas lo hacen porque son tontas!

Y yo me quedo sola con Kageyama. Bailamos cerca una de la otra en silencio y yo desvío mi mirada, bebiendo y sintiéndome nerviosa porque sé que ella me mira.

Noya me dijo que intentara acercarme sutilmente, ¡pero es una mierda que tenga novia!

Aunque bailar como amigas...

—¡Oi, Kageyama! —Ella sigue mirándome—. ¿¡Tu novia te deja bailar con tus amigas!? —bromeé. ¿Bromeé?

—Sí, ¿por qué no lo haría? —pregunta alzando una ceja.

Yo no contesto y solo asiento, tomando su mano y dándome vuelta. La canción es perfecta para eso, porque pego mi espalda al pecho de ella y me muevo, dejando que su mano sostenga mi cadera. Mis piernas tiemblan ante tanta cercanía pero intento lucir tranquila y divertida.

—¡No sabía que sabías bailar esta canción!

Digo con una sonrisa nerviosa. Ella acaricia mi cadera y alza un poco su vaso, probablemente para no derramar cerveza en mí.

—¡No es mi primera vez en una fiesta, tonta!

Pretty Setter | Kagehina FEM Donde viven las historias. Descúbrelo ahora