¿Qué se supone que tengo que hacer en esta situación?
Ah sí. Llorar.
Suga llega para interrumpir la situación, generándome la mayor paz y tranquilidad de todo el mundo. Mi mente ha quedado completamente en blanco y no sé qué responderle a Kageyama, quien durante todo el entrenamiento me mira de lejos. Lo siento, cariño, pero necesito pensar.
Hagamos un repaso de toda la charla que tuve con ella, ¿Bien? Porque no puedo entender nada.
Primero Kageyama me dice que terminó con Kenma. Y Dios, arruiné una relación. ¿Qué pensaría de mí mi propia madre?
Saben, soy una idiota. Y lo admito. Admito haber hecho todo porque no me da la cabeza para pensar correctamente y me merezco la culpa que siento ahora mismo. Kageyama amaba (Y probablemente sigue amando) a Kenma. Y por mi culpa, se quedó sin ella.
Kageyama dice que también tiene la culpa, pero yo creo que no. Yo creo que soy la mayor responsable aquí.
Y que en realidad, la armadora bonita no está enamorada de mí. Ella sí quiere ser solo mi amiga, yo lo sé, solo que está confundida. Kageyama no querría salir conmigo, quizá incluso está intentando encontrar algún consuelo para dejar de pensar tanto en Kenma. ¡Y lo entiendo! Pero yo no puedo hacer eso.
Soy un lío de confusión, ¡ya lo sé!
Y también sé que tengo que hablar con Kageyama.
Por eso la espero a final del entrenamiento.
Camina hacia mí sonrojada...
Mierda.
—¿Vamos?
Decido preguntar ante su silencio. Ella asiente, comenzando a caminar a mi lado. Esto es tan incómodo que me enferma, no sé qué hacer ni qué decir así que solo miro al cielo. La luna brilla.
—La noche está bonita.
Digo sin pensar, perdiendo mis ojos en el cielo. Como Kageyama no me contesta, giro mi rostro para verla y siento el aire irse de mis pulmones cuando me encuentro con su mirada. Ella me estaba mirando cuando se lo dije... Ella... Dios ayúdame.
Bien, ¿saben qué?
¡Me dejaré llevar por el momento! ¡Actuaré sin pensar! Porque creo que ir consciente y planear lo que quiero decir no me está funcionando.
Así que tomo sin dudar la muñeca de Kageyama y tiro de ella, obligándonos a desviarnos del camino. Ella se sorprende, siguiéndome entre tropezones. Y no sé dónde estamos pero me detengo cuando llegamos abajo de un árbol. Kageyama se me queda viendo y es intimidante, pero tengo que eh... no lo sé. ¡Dejénme, estoy igual de nerviosa que antes!
—Kageyama —Tomó aire, soltando su muñeca.
Y no sé qué decir.
¡Mierda!
—¿Qué? —Ella pregunta luego de unos segundos, confundiéndose más—. ¿Tienes algo que decirme o qué?
—¡No lo sé! Estoy estresada.
Bufo, pasando una mano por mi cabello. Ella rueda los ojos. Vuelvo a mirarla y muerdo mi labio inferior. Tendría que ser mas directa, sí, eso.
—Kageyama, ¿qué quisiste decir con que no sabes si solo quieres ser mi amiga?
Vaya. No era tan difícil. Sin embargo, directo.
—La verdad —Se encoge de hombros.
—¿Y qué quieres ser de mí, entonces?
Siento mi corazón intentar salir de mi pecho. Kageyama me sigue mirando de la misma forma.
—No quiero decirlo.
—Necesito la respuesta directa, Kageyama.
Suspiro. Ella niega.
—¡Kageyama!
—Solo no quiero decirlo.
—¡Es por mi bien!
Vuelve a negar.
—¡No seas así! —Me quejo.
Ella mira al cielo y suspira.
Y todo pasa realmente rápido, porque cuando cierro la boca, Kageyama baja la mirada para verme y solo da un paso, tomando mis mejillas y agachándose rápidamente para besarme.
Esto definitivamente no estaba en mis planes.
Y cielos, ¿así se siente tocar las nubes? Porque esto es increíble. Los labios de Kageyama moviéndose sobre los míos: Es un beso brusco pero se nota que intenta estar tranquila a pesar de que sienta sus manos temblar. Y esto es tan genial, una sensación completamente diferente y exquisita que no quiero dejar de sentir nunca. Lo siento mucho, Kenma.
No dudo en tomar sus manos para bajarlas hasta mi cintura, aprovechándome para pasar mis brazos detrás de su nuca y sentir un suave empujón en el que termino apoyada contra el árbol. Respiro todavía besándola, sintiendo humedad en mis labios y todo mi cuerpo arder, especialmente donde el toque de Kageyama se profundiza. Este no es mi primer beso, pero podría considerarlo si viene por parte de la bonita armadora que me gusta.
Sin embargo, todo lo bonito se acaba. Y ella separa nuestros labios solo para mirarme. Tiene los ojos cristalizados. Mierda.
—¿Kageyama...?
—Lo siento.
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Pretty Setter | Kagehina FEM
FanfictionA Hinata Shoyo nunca le han interesado las chicas. Hasta que vio a la bonita armadora de Kitagawa Daiichi. -¿Quién es ella? -¿Quién? -¡Esa, la armadora! -Ah... no, ni idea. -¿Y si le pido su número? KAGEHINA FEMENINE. #1 en fem 05/02/23 #1 en Kagehi...