Es un vals. Kageyama me pisa más veces de las que pensé, pero lo soporto porque yo también le hago lo mismo.
—Esto es demasiado romántico.
—Sí... lo odio.
—Yo igual.
Kageyama, al escucharme, asiente y se detiene. Yo no tengo tiempo para preguntar nada, porque al instante comienza a tirar de mí para hacer paso entre la gente.
—Kageyama, ¿a dónde vamos?
Pregunto, pero me ignora. La música está fuerte y ella sigue caminando. Me sorprendo mucho cuando salimos de la escuela, pensando que quizás viene esa parte donde me besa bajo un árbol que toda película tiene.
Pero cualquier pensamiento se deshace cuando vamos a los vestidores.
—¿Cómo tienes las llaves?
—Se las robé a Daichi-san.
Yo río y entro.
Kageyama sigue tirando de mí hasta llegar a los casilleros.
—¿Jugamos un rato? La fiesta es aburrida.
—Ahora recuerdo por qué me quiero casar contigo —Murmuro y ella ríe.
Así es como, una hora después de haber llegado, estamos jugando en el gimnasio. La ropa elegante ha quedado de lado, ahora tenemos la de gimnasia. Y sí, todavía estamos maquilladas y peinadas, pero eso no nos detiene para ser felices.
—¡No dejes que caiga!
—¡No me digas que hacer!
Caigo contra el suelo pero la pelota sigue en el aire. Kageyama corre y yo me levanto para recibirla.
Esto sí es diversión, no un estúpido baile.
—¡Se cayó! ¡La dejaste caer!
Suelto un quejido al escucharla gritarme.
—¡Me distraje contigo!
—¡No puedes hacer eso en la cancha!
—¡Ya cállate y ven aquí!
Es gracioso porque ella me hace caso. Cuando está lo suficientemente cerca, me cuelgo de su cuello solo para besarla. Ella corresponde confundida, tomándome de la cintura y acercándome.
Seré honesta. Esta chica me tiene mal, demasiado.
Lo bueno es que nos pasa lo mismo a las dos.
Cuando nos separamos, toma mi rostro.
—¿Comiste?
—Sí —Reí.
—¿Qué?
—Carne y verduras.
—¿Vomitaste?
Negué.
—Muy bien —Murmuró y dejó un beso en mi frente.
Kageyama me descubrió vomitando. Fue el peor momento de mi vida, pero ella supo levantarme y ayudarme. Gracias a eso, estoy yendo al psicólogo tres veces por semana.
Ahora viéndola me doy cuenta que es un ángel.
Suspiré y terminé abrazándola.
—¿Qué pasa?
—Nada. Solo recordé por qué te amo.
Kageyama ríe suavemente y acaricia mi espalda.
—¿Sigamos haciendo pases?
—¡Sí, armadora bonita!
—¡No me digas así, me da vergüenza!
Qué loco es pensar que estamos jugando juntas. ¡Que es mi novia!
Y pensar que no me quiso dar su número al principio...
Por suerte insistí. Qué feliz estoy de haberlo hecho.
Puede que haya pasado la vergüenza de mi vida... ¡Pero terminé de novia con la armadora bonita!
Qué feliz soy.
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Pretty Setter | Kagehina FEM
FanfictionA Hinata Shoyo nunca le han interesado las chicas. Hasta que vio a la bonita armadora de Kitagawa Daiichi. -¿Quién es ella? -¿Quién? -¡Esa, la armadora! -Ah... no, ni idea. -¿Y si le pido su número? KAGEHINA FEMENINE. #1 en fem 05/02/23 #1 en Kagehi...