•° Big Hug? °• [Bang Chan Y Tú]

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•° NORAH °•

—Moon, no quiero molestarte, sé que estás estudiando pero podrías acompañarme a comprar algunas cosas para hacer cupcakes— la voz de Yongbok se escucha por la habitación.

—Solo dame cinco minutos y vamos— pido sin girarme para verlo con mi mirada en los apuntes.

—Esta bien, te espero.

Termino de leerlos y busco mis zapatos. Ya me encontraba con un atuendo algo formal, tuve que salir en la mañana para buscar unos permisos en el centro de salud para dar inicio a los planes del nuevo perfume.

—Vamos— abro la puerta para que salga él primero y luego yo.

Chan se encontraba en su estudio haciendo su trabajo, por lo cual no se encontraba en la casa.

Enciendo mi auto y espero a que Felix se coloque el cinturón de seguridad para dar rumbo hacia el supermercado.

—¿Cómo vas con los estudios para tu segundo doctorado?— pregunta mirando la carretera.

—Siento que me saldrán canas verdes, seré mega mente cuando termine— bromeo y reímos un poco.

—Lo estás haciendo bien, eres muy inteligente.

—Gracias, Yongbokie.

—Todos vimos la entrevista de antier, debías ver a Binnie y Hyunnie chillando cada que respondían— mueve sus manos emocionado— Estábamos viendo las redes sociales y les hicieron un millón de edits a ambos, ¡algunos son muy lindos!.

—Necesitaré verlos.

—Los guardé, cuando lleguemos a la casa te los mostraré.

—Perfecto.

Al llegar al supermercado bajamos. Felix como debía pasar desapercibido lo más que pudiera, estaba más abrigado que yo.

Todo por cuestión de seguridad.

—Deberíamos aprovechar para comprar algunas cosas que hacen falta. Minho se acabó las galletas de vainilla antier en la noche— comento tomando un carrito.

—Escuché a Chan protestar— dice asintiendo con una sonrisa divertida— Permíteme— señala el carrito y sabiendo a qué se refería me hago a un lado para que él pudiera guiarlo.

Cada vez que venimos él y yo solos al supermercado pedía guiar el carrito por mi como muestra de caballerosidad.

—Sí, luego lo tuve que escuchar antes de dormirnos. "Lee Know se comió las últimas galletas de vainilla" , "mis galletas favoritas" — intento imitar su voz de berrinche y reímos por mi débil intento de fingir seriedad.

—Mejor vayamos primero por las galletas, se pondrá muy feliz cuando sepa que las compramos— nos dirigimos hacia la góndola de las galletas.

Solo íbamos por las de vainillas ¿verdad?. Pues en el carrito terminaron paquetes de galletas que habían salido nuevas al mercado. Debíamos probarlas sí o sí.

Buscamos las demás cosas que restaban y fuimos a pagar.

Todo se encontraba tranquilo hasta que tocó la hora de salir del establecimiento. Lo que no nos esperábamos fue que un par de paparazzis se encontraban en la salida en espera de nosotros.

—Disculpen— digo seriamente viendo a los hombres enfrente de nosotros— ¿Podrían dejarnos espacio para salir?.

Hicieron caso omiso y fruncí mi ceño comenzando a molestarme por su actitud.

Unos hombres se acercaron a Felix dispuestos a soltarle una avalancha de preguntas incómodas.

No tuve más de otra que comenzar a empujarlo haciendo que se alejaran bruscamente de él.

—Pedí espacio, sé que es su trabajo ¿pero no ven que sus acciones incomodan?— los veo irritada.

—¿Felix, cuando piensas someterte a un tratamiento para eliminar tus pecas?parce que tienes el rostro sucio.

Ni bien paso un segundo luego de escuchar esa pregunta me dirigí hacia el hombre responsable. ¿Cómo podía ser tan crueles con alguien que es un sol?.

Me dejé llevar por mi enojo y llevé a cabo mis clases de karate en mi adolescencia. Golpeé el pecho del hombre que se acercaba hacia mí amenazantemente haciendo que cayera al suelo. Este comenzó a quejarse y maldecirme.

Tomé las bolsas y le hice una seña a Felix para irnos. Sabía que esas palabras lo habían hecho sentir mal, a trabajado bastante en aceptar sus pecas como para que alguien tan cruel y repugnante vuelva a hacer un comentario totalmente desagradable sobre ellas.

Estoy tan enojada y decepcionado de que aún existan personas así. Luego de hacer aquella pregunta, ese hombre sonrió burlesco, algo que avivó mi enojo.

Entramos al auto y veo el rostro de Felix. Su pecho subía y bajaba algo alterado. Sus labios temblaban y sentí que mi pecho ardía de dolor al verlo así.

Debía sacarnos de allí.

Conduzco hasta quedar en una esquina de la carretera. Detengo el auto y me acerco para abrazarlos fuertemente.

—Ante mis ojos, los de los chicos y los de STAY, tus pecas son lo más lindo del mundo— acariciaba su espalda conteniendo las lágrimas. Él comenzó a llorar contra mi pecho apretando su abrazo— Eres tan hermoso, Felix. Que otras personas temen a tu único brillo. Y mientras yo esté aquí, te lo haré recodar siempre.

—Me duele— titubea entre llantos— Me duele que digan esas cosas de mi.

—Lo sé, cariño, lo sé— cierro mis ojos evitando llorar.

Pasaron unos minutos y aun nos abrazabamos. Cuando él se tranquilizó retomamos camino hacia la casa.

Para despojarnos hicimos los cupcakes juntos y logramos agarrar ánimos para que quedaran con el toque especial. Amor.

Más en la noche cuando los chicos estaban en sus habitaciones y Chan llegó y nos encontrábamos acostados los dos en la cama abrazados. Le conté lo que había ocurrido.

Sin darme cuenta había comenzado a soltar las lágrimas que retení en su momento. Me sentía tan mal por todo el dolor que han tenido que pasar los chicos desde su comienzo y que algunas personas piensan cosas erróneas de como llegaron tan lejos.

—Tranquila, cariño— Chan toma una semi-postura sobre la cama, enciende la luz de la mesita de noche y tira de mi para quedar sentada sobre sus piernas.

Escondo mi rostro en su pecho y continúo llorando. Más que todo por impotencia y vulnerabilidad.

—No es justo— murmurro intentando calmarme.

—Lo sé, pero nos tenemos entre nosotros para apoyarnos y cuidarnos. Te agradezco por ser el hombro donde Yongbok pudo llorar en mi ausencia. Te agradezco por tomar junto a mi el papel de padres sin que te lo pidiera— acaricia mi espalda dejando besos en mi cabeza.

—Mientras los chicos nos tengan a nosotros, tendrán un lugar seguro a donde recurrir cuando lo necesiten.