•° Big Hug? °• [Bang Chan Y Tú]

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— BANG              
              CHAN —

Amo recibir sus mimos, es uno de mis momentos favoritos definitivamente. Me hacen sentir amado y atendido.

Hace unos minutos había salido de darme una ducha y ahora me encontraba acostado sobre su pecho recibiendo caricias en mi cabello muy satisfactorias y reconfortantes.

—¿Cómo se encuentra el señor Shim?— sabía que la salud del padre de Norah estaba delicada. Ella me lo mencionó hacen unas noches antes de dormirnos.

—Mamá me dijo en la tarde que se encontraba mejor con el tratamiento nuevo.

—Eso es bueno.

—Lo es— hizo silencio, de alguna manera intuí que deseaba sacar nuevamente el tema de esta mañana— Chan, debes descansar de manera correcta. Esto más luego puede afectar tu salud y no quiero eso. Sé que el trabajo es importante, pero tú también lo eres. Y no estás solo, nos tienes a todos. No es justo que cargues tú con todo el trabajo, ni es bueno que no aceptes la ayuda que te brindan mayormente los chicos.

—Es lo mínimo que puedo hacer por ellos, Norah. Sabes lo mucho que nos esforzamos para estar en donde estamos ahora. No puedo permitirme darle una mala canción, presentación o un mal álbum a Stay.

—Solo cuida mejor de ti o tendremos problemas, y no estoy bromeando, Christopher Bang— estipula seriamente para seguir acariciando mi cabello y espalda.

•° NORAH °•

Despierto y noto que aún seguía siendo de noche. Enciendo mi celular y veo que son las tres de la madrugada. Intenté volver a dormir pero me resultó imposible.

Pero la cosa es que tengo hambre.

Rendida a mis intentos de conciliar mi sueño, casi sin respirar salgo de la cama. Salgo de la habitación en absoluto silencio intentando no despertar a los demás chicos, y me dirijo hacia la cocina.

—¿Quedarán galletas?— pregunta algo tonta, estos chicos comen como si sus estómagos no tuvieran fin— Me haré un poco de chocolate caliente.

En silencio saco todo y comienzo a calentar la leche para agregarle por último el chocolate en polvo y otro rayado. Busco dos rodajas de pan y sin tostarlas las llevé hacia la barra.

Tomo asiento y mientras como veo fijamente la pared. La verdad ni pensaba, solo me quedé en un trance viendo la pared mientras comía.

Unos brazos rodearon mis cintura, haciendo que volviera al presente.

—¿Tan tarde fuera de la cama?, ¿quién eres?— pregunta juguetón y continuo comiendo en silencio— Quería pedirte unas disculpas, estos días no te he prestado tu merecida atención por estar enfocado en varias cosas referente al grupo. Intentaré mejorar en priorizarme, pero estoy tan acostumbrado a cuidar a los demás.

Se le escuchaba frustrado, sé lo muy difícil que es para él esto y cuanta presión el mismo se coloca sobre sus hombros.

Me giro para verle fijamente, sus ojos estaban un poco cristalizados haciendo que mi corazón punzara. No me agrada nada verlo así.

—Tranquilo, Channie— acaricio su mejilla lentamente— ¿Quieres que te prepare un poco de chocolate caliente?— niega.

—Quiero dormir, esperaré a que termines para irnos a la cama— bosteza. Deja un beso en mi cabeza y toma asiento a mi lado.

Escuchamos una de las puertas de los chicos abrirse y giramos para ver de quien se trataba.

I.N. caminaba en silencio por el pasillo hacia nosotros. Al vernos nos saludó con su mano y desvío su camino hacia el refrigerador para caminar hacia mi.

En un momento de improvisto me abrazó por debajo de los brazos apagando su cabeza sobre mi pecho.

—¿Qué ocurre?— pregunto preocupada viendo el cabello del chico para luego alzar la mirada y ver a un Chan igualmente preocupado.

—Necesito un descanso— mumurra rendido— Quiero quedarme aquí todo el día contigo y no ir a ningún otro lugar. Quiero descansar.

—Bien, como tú desees— susurro bajo y él suelta un suspiro— En la mañana veremos que hacer juntos ¿si?.

—Mhm— asiente.

Estuvo unos segundos más así y luego sin decir nada se marchó.

—Se quedará conmigo— le hago saber a Chan y este asienten lentamente adormilado.

Al terminar todo volvimos a la habitación y lave mis dientes para entrar de nuevo a las sábanas.

Me apagué al cuerpo de Chan, es muy calientito y acogedor. Él pasó su brazo por mi cadera para atraerme más a su cuerpo y posar su mentón sobre mi cabeza suavemente.

—Descansa, te amo— balbucea ya en un hilo de dormirse.

—Yo también te amo, Channie.