•° Big Hug? °• [Bang Chan Y Tú]

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•° NORAH °•

Esta mañana Chan y yo fuimos a ver nuestro hogar. El ingeniero nos informó que había finalizado la construcción y que deseaba que fuéramos para darle el visto bueno a la casa.

Sabía que Christopher deseaba esto desde hace mucho, tener nuestra casa. Un lugar donde todos, hasta nuestros hijos si ya estuvieran adultos, pudieran recurrir si necesitaran de un lugar seguro, un hogar.

No queremos decir que estamos viviendo mal en la casa con los chicos, pero todos tuvimos una conversación y los chicos comentaron que deseaban tener sus propios apartamentos. Algo totalmente aceptable.

La mayoría de los chicos han encontrado apartamentos de su agrado, y Christopher y yo en pocas palabras podemos mudarnos en menos de un mes.

Lo admito, extrañaré mucho a los miembros. Pero ya son adultos. Además, sé de todas maneras que irán a nuestro hogar y nos seguiremos viendo a diario, algo que me tranquiliza.

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Les resumo nuestra visita a nuestra casa. Todo superó nuestras expectativas. El equipo de construcción hizo un excelente trabajo y verdaderamente, Chan y yo estamos encantados con el resultado final. Definitivamente será un hogar donde nos vamos a sentir muy cómodos y acogidos, al igual que quienes nos visiten. Esa era la meta después de todo.

En unos días, van a amueblarla y según la diseñadora de interiores, que por cierto, es la madre de Yongbok, nos informó que estaría terminada para la semana que viene.

—¿Tienes libre ahora? — indaga curioso mientras me acompaña a mi auto. Tuvimos que venir en nuestros autos, debido a que nos encontrábamos trabajando cuando recibimos la llamada.

—Lamentablemente no, Mei y yo iremos a comprar unas cosas que necesitamos para un proyecto — el proyecto RDAPC.

—De acuerdo, cualquier cosa que suceda o necesites, me llamas o envías un mensaje — se inclina desde umbral de la puerta del auto y deja un dulce beso sobre mis labios — Te amo.

—Yo también te amo, nos vemos luego.

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—Estos dos son los relojes de pareja que lanzamos recientemente, Señora Bang — indica la chica que nos atendía a mi y a Mei — Este Rolex le brindará a usted y a su esposo más elegancia y estilo con cualquier conjunto que lleven gracias a su versatilidad.

—Se ven bien— comenta Mei observando los relojes.

—¿Cual otro te gusta Mei?— le pregunto señalándo los relojes para mujer.

—Este me gustó mucho de primera instancia. Es lindo — señala uno que es definitivamente su estilo y sonrío.

—Cobreme los tres relojes, por favor— le pido a la chica y esta asiente.

Una vez que los tenía empacados, pago y tomo las bolsas para extenderle una de ellas a Mei.

—Tu regalo — digo con una sonrisa emocionada. Su rostro pasó de ser uno confundido, a uno totalmente lleno de emoción e ilusión.

—¡NO PUEDE SER!, MUCHAS GRACIAS, NORI!— literalmente se lanzó a mis brazos haciendo que inevitablemente comenzamos a reír.