Desvaríos de todo tipo

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*El apartado de los memes que les prometí ya está en proceso; pero las fotos no quieren cargar. Ya lo harán cuando les dé la gana. Mientras tanto, voy publicando otra cosa.

*Por la estética que siempre se asocia a los emos y a los punks, llegué a creer que la única diferencia entre ellos era que los emos tenían el cabello lacio y los punks lo tenían en punta. De hecho, veía que llamaban “punk” a cualquiera que tuviera el pelo parado.

*A pesar de que escucho rock y de que me gusta su ideología, lo único rebelde que hay en mí es mi cabello.

*No me gusta leer homoerotismo por dos razones. Primero, porque se ha tomado como un fetiche. Y segundo, porque se nota a mil kilómetros de distancia que la mayoría son escritos por niñas de catorce años que no tienen ni la menor idea de lo que sucede entre dos hombres a la hora de la intimidad, y recurren a historias tan lamentables como las suyas que no hacen más que perpetuar estereotipos nocivos. O acuden al porno, que todo lo que se ve ahí es falsísimo.

*El vídeo de I'm not okay se parece a un tráiler de una de esas películas de drama adolescente que no me gustan. Y no me gustan porque me traen malos recuerdos. La secundaria fue un infierno para mí, siempre me sentí fuera de lugar aunque no lo notara en ese momento (y sea un cliché decirlo). Sin embargo, si esto fuera una película, yo la vería porque me llamó la atención y me despertó la intriga de querer saber qué pasa con los personajes.

*Odio los fanfics donde los famosos salen con menores de edad y empiezan con el “Zutanito, eres un pedófilo, hermano jajaja”, como si fuera un chiste. Por el amor de Freddie Mercury, qué asco.

*Cuando escucho una banda nueva y me gusta mucho, suelo viciarme un montón. Escucharla mucho, investigarla, hablar sobre ella. Creo que se nota, ¿verdad? Pero hay que agradecer que mis únicos vicios sean el café, el café con leche y pan, YouTube, Wattpad y el rock.

*La palabra “homofobia” está mal contextualizada. Fobia viene del griego phòbos, que significa pánico. En la mitología, Phobos era el dios del miedo. Los que rechazan a los homosexuales no lo hacen porque les tengan miedo. Más bien, les tienen odio y asco. El odio y el miedo son sentimiento diferentes, que no necesariamente están relacionados. Puedes odiar algo a lo que no le temes. Puedes sentir temor por algo a lo que incluso le tengas cierta reverencia.

*Me gustan los tatuajes; pero nunca me haré uno, porque le tengo fobia a las agujas y por respeto a mi abuela, que se disgustó mucho cuando mi mamá se hizo tres tatuajes.

*No puedo pasarme ni un día sin haber escuchado por lo menos dos canciones de Queen. Siento que algo falta si no lo hago. Es como haberme saltado el desayuno.

*Odio la moda de los pantalones rotos. La gente creyó que, como a Kurt Cobain se le veían bien, a ellos también les quedaría fenomenal, y no.

*He depositado altas expectativas en las historias originales, pero dentro de Wattpad tengo dos objetivos: encontrar el fanfic cringe definitivo y hallar el fanfic digno de adaptarse a la gran pantalla, que me cambie la vida. Por ahora, no he encontrado a ninguno de los dos; pero con el fanfic cringe, creo que voy por buen camino.

*Antes me molestaban las partes instrumentales largas en las canciones, incluso me saltaba los solos de guitarra. Con el tiempo, he aprendido a apreciarlos y hasta intento distinguir la impronta de cada baterista, el estilo de los guitarristas, el sonido del bajo (que suele pasar desapercibido), el momento en que usan sintetizadores, arreglos de cuerda, las notas del piano; y pruebo a ver si puedo distinguir a esos instrumentistas individualmente, fuera de la banda, por su propio estilo. Aunque no crean, las partes instrumentales de más de un minuto me siguen agobiando un poco.

*Dicen que el reggaeton de antes era mejor. Pues serán algunas canciones, porque las que yo recuerdo de mi infancia eran: “Ha pasado el tiempo y yo aquí cambiando. Muchos me quieren ver muerto, pero yo sigo vivito y coleando. Porque yo sigo jodiendo y fumando”.

*Me gustan mucho los youtubers españoles, siempre me hacen reír; sobre todo los más malhablados. Debe ser porque en mi casa son muy malhablados y a mí, en lugar de verlo como algo vergonzoso, estoy tan acostumbrada que me hace mucha gracia.

*¿Recuerdan aquel sueño raro que les conté, donde Freddie Mercury era mi padrastro y mi madre le era infiel? Pues he vuelto a tener un sueño de ese tipo, pero todavía más absurdo. Y me acabo de dar cuenta de que tengo esos sueños durante ese período del mes por el que atravesamos todas las mujeres. Pues sí; yo, en lugar de tener dolores o deprimirme como una chica normal, tengo sueños raros. Yo entiendo que los sueños son imágenes mentales que no tienen sentido; pero por lo menos el de Freddie yo lo relacionaba con mi madre porque fue ella quien me presentó a Queen [Gracias, mamá]. Este sí que ha salido de la mismísima nada. Soñé que estaba en un hotel, yo sola (cosa rara, porque siempre he ido a hoteles con mis abuelos y sería más normal que ellos aparecieran en el sueño) y estoy corriendo por el lobby del hotel, como si alguien me persiguiera. Entonces, choco con alguien. Eso no es extraño, porque yo suelo pasarme la vida pensando en las musarañas y tropiezo con todo por andar de distraída. Lo raro viene a continuación. Comienzo a disculparme con mucha pena (como es lógico), y veo que la persona con la que he tropezado es Billie Joe Armstrong. No pregunten cómo pasé de tropezarme con él, a que pasara a ponerse... digamos que coqueto y a que yo le pidiera un abrazo (hay algo en medio de eso que se corta en mi cabeza y no lo recuerdo). Y me lo dio. No crean que me puse a exprimirlo como a una naranja; lo abracé más o menos como lo haría con mi abuelita. La gente se puso a mirarnos. Bueno, supongo que lo miraban a él, que es el famoso. Creo que pensamos lo mismo de que llamábamos la atención innecesariamente, así que nos soltamos. Luego, sin venir a cuento, él me dijo: “Los chicos de My Chemical Romance están en una habitación de este hotel. ¿Te gustaría conocerlos?” Por supuesto, le dije que sí. (Ignoren el hecho de que nos entendíamos sin hablar el mismo idioma. Eso es lo menos raro que sucedió en el sueño). Entramos a un elevador y fuimos al séptimo piso, donde estaba la habitación con toda la banda adentro. No sé por qué estaban todos en una misma habitación, pero ya ni modo. Cuando entramos, Billie me presenté: “Hey, chicos, esta es una fan que quiere conocerlos”. Los saludé a todos normalmente; pero cuando llegué a Gerard, le empecé a tocar la cara. No de forma brusca, ni apretándolo ni nada, pero del modo en que tocas a alguien para comprobar si tiene fiebre o no. Los demás se reían, y Gerard fue la persona con la reacción más normal en todo el sueño, pues su cara decía claramente: “¿Y esto qué es?” Y mi explicación oficial fue que yo quería ver cómo podía tener esa cara de adolescente. Si alguien de mi edad me contara este sueño a mí, mi reacción sería decirle: “¿Cómo que un abrazo? ¿Cómo que tocarle la cara? ¡Aprovecha para meterles mano! ¡Que esa bobería podías soñarla cuando tenías ocho años!” (Lo de meterles mano lo diría porque es un sueño; la vida real es diferente). Lo peor es que esta es la etapa donde se supone que debo tener una revolución hormonal. ¡Algo falla en mi sistema! 

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