Dos temas de los que quería hablar

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La inclusividad y la ideología de género

No me gusta la palabra “inclusividad”, porque implica que un sector mayoritario tiene el privilegio de “incluir”, como si de un favor se tratase y no de un derecho humano, a un grupo tradicionalmente minoritario y excluido por ciertas normas sociales impuestas durante generaciones. La ideología de género es otro tanto; al igual que la inclusividad, se trata más bien de una agenda política que se cumple por motivos puramente financieros, para que las minorías se sientan identificadas y poderles vender todo tipo de productos basados en esa imagen. Suena a teoría de la conspiración, pero es un hecho real y comprobado. Y, como no me gusta hablar de política, pasemos a la parte humana del asunto. La presunta “inclusividad” solo sirve para reforzar estereotipos sociales y personajes arquetípicos en los audiovisuales (e incluso en la literatura). ¿Cuántas veces no hemos visto en las películas hollywoodenses al latino narcotraficante, al chino sin personalidad, al gay que es un recurso cómico, a la mujer que solo está ahí por lo que tiene entre las piernas, al negro discriminado? No se trata de buscar a cualquier persona por su raza, sexo u orientación sexual, sino de crear un producto de calidad más allá de eso. Que al final del día es todo pura hipocresía; los hombres siguen recibiendo un mejor salario que las mujeres y en los premios Óscar raramente se cuela un afrodescendiente como nominado tan siquiera. Si hacemos un repaso histórico, nos daremos cuenta de que ninguna ideología conduce a nada bueno (tomemos como ejemplo la ideología nazi), porque esa palabra implica una imposición, algo que debes aceptar a la fuerza, sin pensar por ti mismo. ¿De qué sirve crear muchos más géneros (además de masculino y femenino) y dividir aún más las relaciones humanas? ¿En qué nos enriquece a nivel sociocultural? Creo que el mundo sería un lugar mejor, más agradable y feliz, si dejáramos de etiquetarnos como seres humanos y a nuestras relaciones. Y no seamos más negros, blancos, asiáticos, latinos, heterosexuales, homosexuales, bisexuales y demás, sino solo seres humanos sexuados que se aman unos a otros y viven en pareja o no. En definitiva, todos estamos hechos de la misma materia, tenemos lo mismo por dentro, venimos al mundo como seres desvalidos y nos iremos de él sin nada más que la piel que nos cubre.

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