Ya sé que la perfección no existe; pero Fullmetal Alchemist, como historia, es lo más cercano a la perfección que puede haber. Mira que ni siquiera es mi anime favorito y que yo poseo un espíritu crítico que me lleva a buscarle defectos a todo, por más que me guste; pero el hecho de que siga pensando lo mismo sobre Fullmetal Alchemist, a pesar de todo el tiempo que ha pasado desde que lo vi, solo demuestra que mi impresión sobre esto es totalmente objetiva. O casi, para no ser tan absolutistas. Y sí, lo he repasado minuciosamente en busca de defectos y/o agujeros argumentales, pero no; tanto la trama del manga como la de Brotherhood son prácticamente perfectas. La primera serie es más debatible, porque va por opiniones y, puesto que tenemos más opciones, ya dependerá del gusto personal de cada quien. (Por cierto, hay quien prefiere la primera serie porque la ve prácticamente como la hermana perdida de Evangelion).
Esta película en concreto nos cuenta una historia alternativa, que bien pudiera ocurrir dentro de la trama de cualquiera de las dos series, pues es completamente independiente de ambas.
Pero primero, un poco de mi historia personal con Fullmetal Alchemist.
Resulta que yo estaba investigando qué animes podrían interesarme para comenzar a verlos y espantar el aburrimiento que me consumía, pues en aquel tiempo no tenía Internet ni celular. Mi único entretenimiento era grabar series y verlas en un reproductor de vídeo. En mis manos cayó una lista con los que se suponían eran los diez mejores animes de todos los tiempos. Entre ellos, estaban Dragon Ball, Mazinger Z, Naruto, Saint Seiya, Neon Genesis Evangelion, Death Note, Monster, Bleach y, por supuesto, Fullmetal Alchemist. De inmediato me llamó la atención la trama de la alquimia y me puse a buscarlo; pero lo único que cayó en mis manos en aquel momento fue esta película que recién se estrenaba, allá por el 2013. Sí, estuve buscando la serie durante cinco años. Pero valió la pena, eh.
La animación de este filme es estupenda y cuenta con una magnífica paleta de colores. Lo primero que captó mi atención en la trama fue el carisma de los hermanos Elric. Edward me robó el corazón desde el primer segundo. Al principio pensé que sería el típico protagonista del shonen que puede con todo y vence al malo porque sí; pero noté que él poseía una humanidad palpable, que incluso se llegaba a percibir en el escaso margen de tiempo que dura una película. Por cierto, ahora que me doy cuenta, ¿por qué le cambiaron el color a los ojos de Edward? Aunque parezca algo mínimo, este no es un detalle menor, porque el cabello y los ojos dorados son una característica de su procedencia de Xerxes por parte de su padre. Y no es que me esté quejando por el cambio, no. Como bien están cansados de saber, yo tengo debilidad por los ojos bonitos, tanto en personas reales como en animes, y los de Edward son preciosos aquí. Desde que lo vi, siempre me pareció un jovencito con una belleza muy exótica. Sin contar con que yo quería hacerme una trenza como la de él; pero como mi pelo rebelde no se presta para trenzas, quedé hecha un desastre. Pero no quedó por no intentarlo. Más allá de eso, la película realmente me impresionó. Aún sin haber visto el anime, sabía que sería una gran historia. ¡Una historia donde no es el protagonista principal quien vence al villano final! ¡Wow! Eso era nuevo para mí. Y ver un anime donde los personajes se despeinan de una manera molesta, también. Ignorando el detalle del cabello y los ojos, creo que todos hemos sido Edward en algún momento de nuestras vidas. Entre las series de anime que he visto, los dos protagonistas más absolutamente humanos que he conocido han sido Shinji y Edward, que son como las dos caras de una moneda, pues representan las dos actitudes que puede asumir el ser humano desde un punto de vista psicológico ante una situación límite. Por supuesto, todos queremos ser Edward y probablemente terminemos siendo Shinji.
Volviendo a la película, otro factor que me resulta llamativo fue la protagonista femenina. Casi siempre los protagonistas terciarios o secundarios de películas derivadas del anime son inútiles y, en el caso de que sean mujeres, suelen ser las típicas damiselas en peligro que están ahí simplemente para que la trama gire en torno a cómo el protagonista las salva; pero este no es el caso. Julia es fuerte, decidida y un personaje que mueve la trama con sus acciones y decisiones, digna de pertenecer al mejor elenco femenino del anime (que es el de Fullmetal Alchemist, claro está). Nota: No entiendo cómo es que, por lo general, los protagonistas masculinos escritos por mujeres están tan bien hechos y, por el contrario, las mujeres importantes en una trama creada por hombres suelen ser vacías y más objeto de fanservice que otra cosa. Ejemplos sencillos: Hiromu Arakawa con Edward Elric y Tite Kubo con Orihime Inoue. ¿No se supone que somos nosotros las que decimos aquello de “¿Quién entiende a los hombres?”? Bueno, tal vez no soy la más adecuada para decir esto, puesto que siempre he estado rodeada de mujeres; pero creo que hay un contraste muy marcado en este punto.
A diferencia de Brotherhood, por supuesto que la película no es perfecta, aunque casi. Sin embargo, ¿qué es eso de la Piedra de Sangre que se creó utilizando la sangre de una sola persona? Ok, la historia te aclara que no es lo mismo que la Piedra Filosofal. Pero si sus poderes son prácticamente los mismos y la Piedra Filosofal necesita cientos de almas para ser creada, ¿por qué no se cumple esta premisa con la sangre necesaria para formar la Piedra de Sangre? Esto es más bien una salida facilista del guion para no imaginar una manera más rebuscada de cumplir con esta regla. Solo por ese pequeño agujero de trama, la película no es completamente perfecta. Es muy larga, pero a mí se me pasó en un pestañeo, lo cual es un indicativo de calidad. La banda sonora también es excelente. Está totalmente recomendada.
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De TodoContinuación de "Las series que marcaron mi infancia". Libro de opiniones, debates y tópicos diversos. Créditos por la belleza de portada a Caliope124. ¡Gracias!