Mi Mejor Problema (AD #3) ✓

43.- Arma

*Advertencia: Este capítulo cuenta con violencia gráfica, lenguaje soez, además de menciones sobre abuso sexual infantil que podría perturbar a algunos expectadores. Se recomienda discreción.

Aclaración: No se busca romantizar ni glorificar el asesinato o el abuso infantil, así que perdón si en algún momento del capítulo se lo toma como tal, no es mi intención en ningún momento. Investigué mucho para poder escribir este capítulo y espero que se lo tome con la seriedad que se requiere.

Postdata: Este capítulo le tocaba a Dove, pero Logan es el que debe contarlo porque es lo mejor para la trama de la historia :)*

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Logan

Prefacio

Recuerdo claramente ese día como si apenas lo hubiera pasado. Tenía doce años, era un niño y aún así el recuerdo es tan vivido que a veces me pregunto si he viajado en el tiempo a vivir nuevamente ese día.

Recuerdo que una vez me preguntaste por qué odiaba el otoño, pues espero que esta razón sea lo suficientemente grande como para que tú también lo odies.

Era un día frío de octubre, dos días antes del día de brujas, pero no nos encontrábamos en Estados Unidos. Mamá es rusa y nos encontrábamos de visita a unos familiares en Rusia, muy lejos de casa.

Para ser otoño, la temperatura en Moscú se sentía como si estuviéramos bajo cero. Despertaba con los pies fríos todos los días y contaba los minutos para ir a casa. No me gustaba ese lugar, tampoco me gustaba el espacio reducido en el que estábamos porque ahí pude pasar mas tiempo con ellos y no quería hacerlo.

Me desperté a las seis de la mañana y vi el reloj. Siempre que viajaba, me sentía confundido gracias a la zona horaria, así que se me dificulta a dormir. Además, tenía las manos heladas y quería buscar algo que me regale un poco de calor.

Me levanté de la cama y quise ir por Marie para que me prepare un chocolate caliente. Siempre la llevábamos a nuestros viajes familiares ya que era la única persona de confianza fuera de nuestra familia, además, ninguno de nosotros podría encender una estufa sin hacer un desastre.

A pesar de tener familia viviendo en Moscú, nos hospedamos en un hotel. Eso era bueno, así no tendrían que toparse con las constantes peleas de mamá y el monstruo.

Pero ese día no era una simple discusión con comentarios sarcásticos aquí y allá. No. Estaba gritando, realmente insultándose.

Caminé hacía la puerta entre abierta de la habitación que compartían y vi hacia dentro. Mamá, Pete y el monstruo estaban discutiendo, mamá estaba escondida detrás de Pete, como si él le estuviera protegiendo de aquel ser malvado.

—¡Eres una maldita puta de mierda! —gritó con repugnancia el monstruo.

—Vuelve a decirle de esa manera y juro que te mataré —amenazó Pete, dando un paso en su dirección.

El monstruo se acercó a su rostro, luciendo fuera de sí. Tenía sus manos apretadas en puños e irradiaba ira. Solo de verlo, daba muchísimo miedo.