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Dicen que uno siempre hace locuras por amor ¿verdad? uno cuando está enamorado a más no poder llega a hacer ese tipo de cosas que nunca pensó que podría hacer (como por ejemplo descubrir ese lado tan cursi que uno creía inexistente) el amor tiene muchas maneras de funcionar, más tratándose del romance, este siempre hace actuar a las personas de maneras muy raras. Y Jesse Peters era la prueba viviente de ello, aunque no era algo que le agradara en ese momento ¿Porqué me preguntas? bueno digamos que el querer conseguir el regalo perfecto de San Valentín lo llevó a terminar detenido en las oficinas del centro comercial, en compañía de Honney y del novio de su prima, Keith ¿Quién lo diría? al parecer pelearte en una juguetería con una mocosa malcriada de siete años y cuya madre es literalmente una Karen con un cuestionable corte de pelo, podría dejarte mal parado con los guardias del centro comercial, al parecer Jesse no pudo y allí se encontraba con el orgullo pisoteado y rogando porque nadie atendiera el teléfono en casa ¿Quién lo diría? querer buscar el regalo perfecto para tú novia podía meterte en problemas y Jesse Peters estaba empezando a cuestionarse el porqué de su existencia en esos momentos. Pero para comprender mejor el como nuestro chico favorito llegó a parar en esa situación; hagamos un pequeño viaje tiempo atrás, más en específico, a mediados de enero en una tarde algo lluviosa, había pasado esa tarde con Clarissa haciendo un proyecto sobre un diplomado de Historia de la universidad que habían decidido tomar juntos, habían acabado el proyecto al anochecer, pero en ese tiempo, esa lluvia pasó a ser una fuerte tormenta, afortunadamente no lo suficientemente fuerte para cortar la luz en el hogar de la latina, pero sí lo suficientemente fuerte como para no ser recomendable el salir a la calle, a el castaño de ojos claros no le había quedado de otra más que pasar la noche allí y lo supo cuando su mamá le habló al celular para decirle que por seguridad se quedara allí al menos por esa ocasión. Clarissa para mejorar la situación decidió que ¿porqué no? poner una maratón de películas de Barbie para alegrar la noche; comenzando por el cascanueces y llegando a la película que estaban terminando en ese momento, el diario de Barbie.
-para ser una película que no tiene nada que ver con hadas o princesas, está muy buena- comentó jesse cuando iniciaron los créditos -es cierto, será la menos "mágica" pero tiene su encanto- concordó su novia- además no vamos a negar que ese diario es divino- -me di cuenta de que estabas fascinada con cada escena relacionada a ese diario ¿Qué hay con eso?- preguntó con curiosidad -bueno resulta y resalta que la generación de tú prima Meena tuvo suerte y la mía no- contestó -si amor eso no resuelve mi duda- dijo confundido- además no lo olvides, tú generación es mi generación también-recalcó- solo eres dos semanas mayor que yo- -esta película salió en el 2006, tu prima aproximadamente tenía como 6 o 7 años, yo en ese entonces pasaba de los dos a los tres, cuando yo vi esta película por primera vez tenía siete, tiempo después de que todos esos diarios de juguete salieron del mercado- -¿regalo de navidad frustrado?- adivinó el castaño de ojos claros -y de cumpleaños también- contestó -¿no has intentado buscarlo?- preguntó- a lo mejor internet es la respuesta a tú problema- sugirió -es más fácil encontrar el DVD de la película- respondió- pero si lo llegará a encontrar sería el mejor día de mi vida- dijo -¿pasamos nuestro aniversario por alto? okay, fingiré que no me duele- vaciló con ironía y humor, Clarissa rodó los ojos divertida por la situación mientras de a poco cortaba la distancia con su novio -bien, el segundo mejor día de mi vida- dijo- ¿mejor?- preguntó, jesse siguiéndole el juego, fingió pensarlo -no estoy tan seguro ¿Qué más tienes?- la mexicana lo miró con una ceja arqueada pero sin borrar su sonrisa -cariño seguimos en horario familiar- musitó clarissa algo coqueta sin dejar de mirar los labios de su novio- y mis abuelos están abajo haciendo de cenar- le recordó -¿ni siquiera un adelanto pequeño?- preguntó -tal vez pueda darte un pequeño adelanto, si, puedo hacer eso- respondió a escasos centímetros de los labios de Jesse -¡niños la cena está lista!- anunció abue Lydia desde la planta baja haciendo que la parejita se separara de golpe -¡y-ya vamos!- respondió clarissa tratando de que no le temblará la voz del susto
