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Para este punto de la vida; alguien como Clarissa ya no se dejaba sorprender por nada en lo absoluto, la cosa aquí es que, la vida misma tenía preparada para Clarissa un millón de cosas para las que ella aun no estaba lista, algunas buenas, otras no tanto pero siempre, siempre tendría la incertidumbre cerca.
-¿supongo que vienes a despedirte?- le preguntó a jesse en la entrada de la casa de su nana al ver como su tía Angie seguía en el carro encendido -solo me iba a quedar cuatro días- respondió el castaño- y mi mamá para este punto ya se debe de estar volviendo loca porque no le contestó las llamadas- la latina negó con algo de humor -yo te dije que le llamarás- dijo -si bueno, ya tengo demasiado con la sobreprotección de tú tío porque debía estar en reposo y acá estoy, yo luego me encargo de mi mamá- se encogió de hombros -perdón por mi tío Rafe, a veces puede ser un poco... especial- fue el único adjetivo que clarissa pudo usar para describir a su tío -esta bien, te quiere mucho, eso se nota- esa oración no la hizo sentir precisamente bien -no sé con que cara voy a verlo después de lo que pasó- habló algo abatida -nadie te esta culpando- dijo jesse -literalmente terminaste en urgencias por mí, el simple hecho de que estés vivo ya es un milagro- recalcó -y yo ya te había dicho que ya tenía días con la presión arterial alta, con o sin intervención habría terminado en urgencias- replicó el castaño de ojos claros- ¿vendrás al concierto?- preguntó de repente -¿después de todo lo que pasó crees que debería estar ahí?- preguntó recargándose en el marco de la puerta -es una gran canción ¿sabes? la empezó la mamá de Julie, nosotros la terminamos, nos quedo genial- comentó -apuesto a que sí... tía Rose era toda una máquina para escribir canciones- dijo -y creo que la única manera en la que Honney y yo podríamos subirnos a un escenario sin acobardarnos y querer salir huyendo sería si tú estuvieras ahí... la banda te necesita... y la verdad es que yo también- confesó, clarissa solo pudo torcer el labio -lo voy a pensar- dijo finalmente -sé que lo haras- afirmó jesse- me tengo que ir- -no vemos y cuídate- dijo Clarissa, jesse la miró unos segundos en silencio antes de abrazarla en silencio sin darle oportunidad de oponerse
Aquello había sorprendido a Clarissa; una gran parte de ella sabía que Jesse había querido hacer eso desde aquella noche en la intervención, incluso desde antes y aunque una parte de ella quería empujarlo con tal de que no se le acercará, la otra parte estaba estática, como procesando el hecho de que el chico por el cuál estaba enamorada, la estaba abrazando en ese momento y no menos importante, como es que no quería que ese abrazo se acabará, esa parte no quería que jesse se quitará, esa parte quería seguir entre sus brazos y justo ahí lo supo, supo que no podía quedarse de brazos cruzados. Lo supo en el momento en que Jesse se había aparecido por casa de su nana así tan de la nada y de sorpresa; también lo supo cuando después de que se supiera toda la verdad, Clarissa se sintió aliviada, no se sentía feliz claro estaba, porque no se trataba de cualquier cosa, pero al menos esa angustia se había ido, o al menos esas fueron las conclusiones a las que había llegado cuando encontró en su cuarto de sorpresa, una camiseta de sunset curve, la letra de una canción y la nota que Luke había dejado en ella. Sin embargo, no solo miraba lo que le había dejado Luke en su alcoba, también la caja que su mamá le había mandado con Jesse, caja que no hizo falta abrir para saber que allí se encontraba el outfit que su mamá esperaba que usará para el concierto en el Orpheum, Clarissa no era tonta, su mamá sabía como incentivarla a hacer esas cosas que clarissa no siempre estaba segura de hacer.
