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Generalmente San Valentín suele ser una fecha bonita; el amor en el aire, las canciones cursis, los momentos románticos de primer nivel por aquí y por allá y todo eso, le gustaba a jesse. No era un secreto que él era un aferrado al romance; le encantaba ver parejas felices por la calle, más en ese día, sin embargo, ese San Valentín sería algo agridulce. Iniciando por el hecho de que ese era su primer 14 de febrero con novia y tú dirás ¿Qué tiene eso de malo? Bueno, no sería tan malo si tan solo ese día no se tuviera que celebrar a la distancia. ¡Sep! Jesse y Clarissa llevaban aproximadamente casi un año juntos; un hermoso y perfecto tiempo para ambos, la cosa fue que Clarissa había sido aceptada en la universidad de Albuquerque, Nuevo México, en la carrera de diseño de moda, él por su parte había decidido seguir los pasos de su mamá y quedarse en Los Ángeles a estudiar psicología y uno pensaría que con el carácter de esos dos, esa relación no soportaría la distancia, sin embargo terminó siendo todo lo contrario, parecía que la tierra que había de por medio entre ambos había fortalecido el amor y la confianza para los dos, además las visitas en fines de semana, vacaciones y las llamadas a diario, nunca faltaron. Aún con todo, jesse no pudo evitar sentirse triste cuando Clarissa le informó que no iba a poder estar en casa para San Valentín.
-en serio lo siento mucho- dijo Clarissa al otro lado de la pantalla, pues ese día jesse le había pedido una videollamada para intentar ponerse de acuerdo con sus planes- créeme que quisiera estar allí pero ese viernes tengo examen y ya no alcanzo a llegar a tiempo y no tiene sentido que vaya el sábado y me regresé el domingo- jesse suspiró -¿y si yo voy para allá mejor?- preguntó -¿y el ensayo que tienes que entregar para el lunes?- el castaño de ojos claros no pudo evitar gruñir levemente al recordar aquello, lo había olvidado -amo mi carrera pero en estos momentos desearía no ser un universitario con responsabilidades- admitió en voz alta haciendo puchero como niño chiquito, clarissa rio ante esa acción -pero lo eres, lo somos- contestó la castaña de perfectos rulos- jess, en algún momento de nuestras vidas tarde o temprano nos íbamos a encontrar con situaciones como estás- comentó -ya sé pero no pensé que sería así de difícil- -bueno amor, nosotros decidimos intentar tener esto a larga distancia, sabíamos que no todo sería perfecto- dijo intentando no sonar pesimista -lo sé- respondió- y lo entiendo, de verdad, pero era mi primer San Valentín contigo, quería que fuera especial para ambos- la latina le dedicó una tierna mirada -ay mi vida, el que yo no esté ahí no significa que no va a ser especial- -¿tú crees?- preguntó -y lo sé porque ese día te voy a mandar muchos mensajes en mis espacios libres, te voy a llamar después de clases y podremos conversar por horas mientras hacemos nuestras tareas y ya en la noche retomamos esas clases virtuales de guitarra que te prometí- ninguno de los dos pudo evitar esbozar una sonrisa- jess, mi amor, no necesitas darme un regalo ostentoso para que nuestro primer San Valentín sea inolvidable, te aseguro que con un mensaje tuyo me basta- jesse suspiró embelesado- me hubiera gustado ser consciente de eso antes de enviarte lo que te pedí por Amazon pero bueno... detalles- ambos rieron a carcajadas por ese comentario -te amo Clarissa- la mencionada sonrió ampliamente -y yo a ti mi vida- contestó para luego ver la hora- me tengo que ir... el deber me llama- avisó- ¿te llamó mañana okay?- preguntó, jesse asintió -adiós amor- se despidió -te amo- el castaño sonrió a medias tratando de disimular su tristeza, enserio odiaba las despedidas -yo también te amo- y sin más, ambos habían colgado la videollamada
