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El nuevo álbum de Shawn Mendes había salido a la venta y una honney de casi 13 años, estaba más que dispuesta a conseguirlo. Así que ahí se encontraba en el centro comercial junto a su madre; quienes se dirigían a la tienda de discos, generalmente, Clarissa solía acompañarlas, pero ese día estaba muy enferma en el hospital por su apéndice, así que como un detalle de "mejórate pronto" decidió comprarle un disco también.
-rápido mamá- dijo la castaña con alegría- si no nos damos prisa se van a agotar- jaló un poco su mano para darse prisa -tranquila cariño, shawn no se nos va a ir- rió- pero si te deja más tranquila ve y adelantate en lo que yo hablo con tú tía Rose-
Esas habían sido palabras suficientes para que Honney saliera corriendo en dirección a la tienda; antes de entrar al local tomó aire y una vez de dentro, se dirigió a los estantes donde estaban los discosnuevos y sin perder mucho tiempo, tomó primero uno y antes de tomar el otro, saco el dinero de su mochila para no entretenerse a la hora de pagar. Sin embargo; cuando agarró el otro disco de illuminate, no se dió cuenta de la otra mano que lo había agarrado al mismo tiempo, tirando de este y haciendo que honney tropezará un poco y chocará con la otra persona.
-¡ay perdóname!- escuchó a una voz decir apenado, mientras ella sequitaba los mechones de cabello que se habían colado en su cara -no te preocupes yo...- dijo cuando su cara estaba despejada pero sus palabras quedaron al aire
Las palabras habían quedado en el suspenso; pues el chico frente a ella era lo más lindo que jamás hubiera visto, tenía una sonrisa bonita, ojos encantadores y unos rizos castaños muy preciosos.
-de verdad lo siento- habló el chico bonito- es que eh estado esperando mucho por este disco, admiro mucho a Shawn y evidentemente la emoción me nubló el juicio y no te ví ahí- explicó mientras enseñaba el disco de Shawn -esta bien- respondió- a mí a veces me pasa- el chico frente a ella soltó una risa adorable
"Se rié muy bonito y le gusta Shawn, es muy lindo" pensó Honney
-me llamó Dylan- se presentó mientras le entregaba el disco -me llamó Honney-
Dijo su nombre con cierta inseguridad; pues cuando era pequeña, solía ser el blanco de burlas de otros niños por llamarse así, eso de cierta forma le había generado cierta inseguridad y desconfianza con las personas que no conocía y de hecho, había conocido a Clarissa cuando un día, ella la defendió de esos niños malos y por lo mismo tenía miedo de la reacción de Dylan.
-¡wow!- exclamó sorprendido- ¡que bonito nombre!- dijo Dylan con felicidad en su tono de voz -¿enserio?- preguntó Honney- ¿no te parece raro?- -¿raro? Para nada- contestó- tal vez es algo fuera de lo común pero es un nombre muy hermoso- Honney no pudo evitar sonrojarse por dicho halago -tú nombre también es bonito-
Ninguno pudo evitar sonreír sin sacarse la mirada mutuamente.
Aquél momento; fue lo primero que cruzó por la cabeza de la mayor de las primas Molina esa mañana, sin nada de ganas de pararse de la cama, o de ir a clase. La realidad de las cosas era que Honney había intentado posponer su regreso a la humanidad tanto como pudo cuando llegó a California; había sido fácil ya que en los feliz, sabían su situación (una pobre chica traumada y depresiva que soportaba a duras penas el día a día a base de antidepresivos) por lo tanto le habían permitido en lugar de asistir a las instalaciones y empeorar su posible ansiedad social (porque ajá, la mayor de las primas Molina pasó meses encerrada en su casa y las únicas veces que salió de ahí, fue a la fuerza por sus padres) y simplemente enviar tareas por Gmail a los profesores y había funcionado en un principio. Pero como si la vida no (como diría Clarissa) se la "chingara" ya lo suficiente; el consejo escolar se había dado cuenta de que Honney solo enviaba tareas pero no asistía a las clases, así que habían presionado a Ray para mandar a su sobrina a clases o de lo contrario, tendría problemas con servicios sociales por negligencia a una menor deedad. En un principio; Honney habría mandado todo a la mierda, enserio, pero luego recordó que su tío Ray no tenía la culpa de sus niñerías, tarde o temprano, Honney tenía que regresar al mundo (aunque a la castaña no le faltaron las ganas de decirle a servicios sociales que sus ganas de morir podían más que sus ganas de levantarse temprano para escuchar sobre ecuaciones lineales que no le iban a servir ni para una mierda en esta patética vida, pero ¿quién soy yo para juzgar?). De todas formas; honney se encontraba desayunando, sin prestar atención a lo que su tío y primos hablaban, sobre todo, sin una pizca de ánimo (o ganas de vivir pero, siendo honestos ¿qué adolescente querría estar de pie un lunes temprano solo para aguantar a muchas personas durante horas?).
-¡buenos días familia!- exclamó Clarissa con el mejor de los humores mientras entraba a la cocina- ¡ay no chingues wey, ni mi bisabuela en sus últimos días se veía así de jodida!- exclamó la castaña de perfectos rulos en español, indignada al ver el aspecto desaliñado de Honney -¡lenguaje!- reprendió Ray a lo lejos mientras hacía una llamada de trabajo -¡perdón!- exclamó antes de hablar con su usual tono de voz -carlos- habló julie- ¿porqué mejor no vas a terminar de alistarte para irnos en un rato más?- -tranquila hermana- contestó el pequeño mientras se levantaba de la mesa- no es nada que no haya escuchado antes- dijo antes de retirarse, luego de eso, julie miró con reproche a Clarissa- sabes que en esta casa te amamos pero enserio debes cuidar esa boca enfrente de mi hermano- Clarissa rodó los ojos restandole importancia -ni sé de qué te quejas- dijo la mexico-americana mientras se preparaba un plato de cereal con trozos de chocolate y almendra- tarde o temprano va a decir esas cosas- se excusó antes de empezar a comer su cereal- lo importante aquí es ¿porqué carajos estas vestida como una vagabunda?- preguntó con la boca llena, señalando el sencillo outfit de Honney
El outfit de Honney; consistía en una camiseta negra deslavada, converses rojos, unos mom-jeans medio rotos, el pelo recogido en una despeinada trenza y la cara sin una gota de maquillaje. Honney no pudo evitar rodar los ojos harta; amaba a Clarissa casi tanto como a Julie, pero si había algo que la desesperaba, era que Jones-Perez intentará hacerle un mega cambio de look cada que podía. Honney no se preocupaba tanto por su aspecto como lo hacía Clarissa; ella no pensaba tanto en sí se veía bonita o no, simplemente a ella solo le bastaba con verse decente, pero nada más, no se complicaba tanto la vida por ello.
-louise es la escuela, no el met gala- contestó Honney antes de seguir comiendo sus waffles con desinterés -jeanette es la escuela, no un refugio de indigentes- contraatacó- solo digo que otra blusa y un poco de maquillaje no te harían daño- dijo- bueno, tampoco te mataría usar aretes de vez en cuando- se encogió de hombros antes de comer otro bocado de cereal
Honney con tal de que Clarissa ya la dejará en paz; fue a cambiarse de ropa, sin embargo, no podía dejar de pensar en Dylan, en todo lo que había pasado esa noche en el estudio, en todo lo que había vivido con él. Tantos planes; tantos sueños, tantas metas que alcanzar y todo de repente, se había desvanecido. Miró su anillo de promesa; ahora convertido en uno de compromiso en su mesa de noche, lo tomó entre sus manos mientras sus ojos se volvieron a llenar de lágrimas y sin poderlo evitar, había empezado a llorar en silencio. Ella sabía que tenía que sanar en algún momento; sabía que en algún momento tenía que dejar de doler, porque debía ser así, en algún momento Honney tendría que aprender a vivir con ello pero... ¿cómo hacerlo si sus planes juntos solo habían quedado en vagas ideas?
"Tell me that the world will end up alright"
Honney solo podía preguntarse cuando iba a parar todo ese dolor...
And that's it! Gente este capítulo fue una mezcla muy agridulce Clarissa maldiciendo en español is my religion!
