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Naturalmente uno pensaría que un niño podría amar la navidad con todas sus fuerzas por que era lógico si era así ¿no? porque ¿Quién no amaría tan hermosa época del año? ¿Qué niño no amaría recibir regalos por montones la mañana de navidad? bueno, siempre había una excepción a la regla y esa excepción no era nadie más que Reggie Peters. Reggie no detestaba la navidad como tal; esas serían palabras demasiado fuertes para alguien como él, pero vamos que ¿Cómo amar una época que solo le traía malos recuerdos de la infancia? porque lo que definió a Reggie como una persona a la que no le gustaba la navidad fue el divorcio de sus padres cuando era niño y en épocas navideñas; Reggie no odiaba la navidad, pero si le había agarrado resentimiento porque ¿si se supone que en esas épocas sucedían los milagros porqué a él no le pasó eso? ¿porqué la magia de la navidad no salvó su familia? ¿porqué Santa no le hizo caso cuando le pidió de regalo que trajera a su mamá de vuelta con él? porque no quería juguetes, quería a su mamá y a su papá juntos... con él y Reggie y su papá pudieron convertirse en los amargados que odiaban la felicidad decembrina, pero por dos milagros de navidad que llegaron a sus vidas con los nombres de Hillary y Jesse Campbell, eso no sucedió. Aquello habría sido probablemente la casualidad más alocada de todas; había sido un 23 de diciembre, dos semanas después de que sus padres firmarán el divorcio Franco quería (más bien esperaba) hacer algo por levantar el decaído y un poco amargo ánimo de su (en ese entonces) pequeño hijo, así que ¿Qué mejor que llevarlo al parque a que jugará e hiciera nuevos amiguitos? y ¡oh sorpresa! ¿Quién diría que por un helado embarrado en el suéter de Reggie ellos cuatro se volverían una familia? bueno, el despiste de Jesse lo dijo y como el chiquitín de jesse quería compensarlo solo pudo invitar a su nuevo amiguito y a su papá a pasar la navidad con su mami y el resto de la familia ¿y lo que terminó por sellar el destino de ellos cuatro? Un inocente y adormilado jesse de cuatro años llamando a Franco papá por accidente aquella noche del 24 antes de ir a dormir. Y así tal cuál fueron tres años en cuestión los que se necesitaron para que ellos se volvieran una familia y el resto del tiempo pasó; ni Reggie ni Jesse eran más niños, estaban a pasitos de convertirse en adultos jóvenes, de entrar a la universidad y de construir sus propios futuros. Pero había ciertas cosas que no cambiaban; como por ejemplo, el resentimiento de Reggie por la navidad (y el mes de diciembre en general) nunca llegó a odiar la festividad como tal, no podía, al menos no con alguien como jesse viviendo bajo el mismo techo que él, que se emocionaba de solo ver los adornos navideños en pleno mes de octubre a un lado de las decoraciones de Halloween en Walmart porque sí, a diferencia de Reggie, Jesse amaba la época navideña con todas sus fuerzas al punto de querer decorar su casa al primer día de noviembre y Reggie amaba demasiado a su hermano como para dejar que su resentimiento por las fiestas lo alcanzaran a él también. La cosa aquí es que todo cambió un día para Reggie de la manera más inusual; todo esto empezó a principios de mes, cuando la novia de su hermano, Clarissa, una preciosa bailarina de ballet, había invitado a su novio y a su familia a ver la puesta en la escena del Cascanueces de la cuál, era participe y aunque no era la bailarina estelar, de todos modos quería ver a su novio allí. Ahora a Reggie no le agradaba mucho la idea, él quería ensayar con la banda esa noche, no quedarse dormido viendo una aburrida puesta de ballet como por dos horas.
