Chapter Fourty

70 2 47
                                    

═══════┊┊┊♡┊┊┊═══════

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

═══════┊┊┊♡┊┊┊═══════

En defensa de Dylan; él no pensaba que todo esto lo llevará al desastre, y es que uno creería que después de la muerte ya nada podía ser peor en lo más mínimo, bueno, al menos no para el difunto, para los seres queridos era otro punto y aparte, pero para el muerto... mierda, Dylan no podía estar más equivocado.
Nadie le había dicho que ser fantasma podía ser una de las cosas más dolorosas que le podría pasar a alguien y Dylan estaba intentando ser fuerte; pero nadie le había dicho que lo que pasaba después de morir, podía ser desgarrador, porque morir era una cosa: se deja de respirar y se deja de latir, se deja de escuchar, de ver y de sentir y es todo, no hay más. Pero abrir los ojos después de morir era como ese último y tortuoso respirar antes de fallecer; calando al punto de quemar con la intensidad cada vez más insoportable, porque Dylan ya no sabía si era peor ver a sus seres queridos sufrir por él o el hecho de que todos estaban siguiendo con sus vidas mientras él estaba allí atascado, siendo un alma en pena que no hacía más que juntar polvo, angustias y sueños tan muertos como él lo estaba.
Dylan ya no era él; ya no era ese adolescente risueño y entusiasta, ya no era lo que solía ser, no, ese Dylan James se había quedado atascado en su propio auto destruido, todo el mundo siguió adelante (o al menos lo estaban intentando) pero él se había quedado justamente en el mismo lugar, en la misma edad, en los mismos sueños y en el mismo momento, nadie le dijo que morir era igual de doloroso que crecer, tal vez un poco más tomando en cuenta que la persona que más amaba, también se había quedado con él en ese auto.

Y el que Honney se derrumbara luego de su muerte; fue lo que había terminado de romper a Dylan, porque ella tal vez había sobrevivido al accidente pero una gran parte de ella se había muerto con él, porque la vida continuaba, las personas terminaban sus relaciones, otros las comenzaban, la vida continuaba, las estaciones cambiaban, los rumores volaban... pero ambos se habían quedado justo donde los habían dejado... él se había quedado justo donde lo habían dejado y allí estaba, en ese parque donde su historia de amor había empezado, todos habían salido adelante pero él seguía atrapado en los recuerdos, en una fantasía. Se encontraba en ese parque; de rodillas contra el asfalto, con lágrimas cayendo sin control alguno y miles de recuerdos atormentándolo, estaba en ese parque que tenía tantos recuerdos bonitos que le quemaban el alma, se encontraba en ese parque sabiendo que Honney estaba en donde estaba por su culpa y aun sabiendo que a pesar de todo, incluso si llegaba a superar todo lo que había pasado, nunca volvería a él... la había perdido y tal vez para siempre.

-siempre pensé que los corazones rotos eran cosa seria ¿pero el que un corazón que no late se pueda romper? Creo que ya lo he visto todo- habló una voz masculina a sus espaldas llamando su atención, llamando su atención
-¿Quién eres tú?- fue lo único que pudo articular
-mi nombre es Caleb... ¿Cuál es el tuyo?- preguntó con intriga e interés... tal vez más del que debería
-Dylan...-
-es un placer conocerte Dylan... creo que tú y yo seremos muy buenos amigos- habló esbozando una enorme sonrisa que de cierto modo lucía algo preocupante

𝑰 𝑾𝒐𝒏𝒅𝒆𝒓 ☆♡||  𝑱𝒖𝒍𝒊𝒆 𝑨𝒏𝒅 𝑻𝒉𝒆 𝑷𝒉𝒂𝒏𝒕𝒐𝒎𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora