Siguiendo una vida extraña

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Desperté agitada, entre la sombras, soñé que mi adorado Pepe me cobijaba, otra vez ese sueño, otra vez... Nunca se hará realidad, y poco a poco veo como mi mundo de control, va perdiendo el equilibrio y se vuelve un infierno, bebo agua, comienzo con los ascos, así que definitivamente, solo agua fría puedo beber, el día se va lentamente, mientras vuelvo a renegar sobre la invitación, por parte de mis amigos a ir a un club nocturno, por supuesto que había aceptado, aun nadie sabe de mi embarazo, pero aun falta tiempo para que se den cuenta, la única que sabe es Darla y Alberto al llegar a casa, me meto en la tina, con agua caliente y me dispongo a disfrutar de ella, me relajo, y al salir ya mas calmada, escojo un pantalón de mezclilla entallado, y una blusa blanca campesina, me seco el cabello, y me pongo maquillaje, recargando de delineador negro mis ojos, opto por un labial rojo, que haga juego con los tacones del mismo tono.
Ya satisfecha con el resultado, me miro en el espejo, mi atuendo es demasiado rebajado, pero me gusta el resultado, bajo, beso la frente de papá, aun siento que lo traicionó

-Cariño, andate con cuidado
-claro papi

Tomo las llaves y me dirijo al punto de encuentro.
Saludo a todos mis amigos, y nos vamos directo al club, todos nos divertimos. Hasta el momento de pedir las bebidas, obviamente todos piden alcohol, por lo que, cuando pido una piña colada sin alcohol, me miran como si hubiese cometido un delito, se el porque, pero no me importa, tengo un bebe que cuidar.
Mas entrada la noche, comienza el karaoke, cosa que yo no desaprovecho. He venido a divertirme, además. Necesito un poco de distracción, así que tan solo me limitó, a subir al estrado, pido la canción, y me meto en mi papel;

-ya me canso de llorar... Y no amanece...

Todos comienzan a aplaudir, me siento como una verdadera artista, pero en ese momento, la única persona, en la que puedo pensar es Pepe...

-Y aunque te amo con locura, ya no vuelvas, 
Paloma negra eres la reja de un penar 
Quiero ser libre, vivir mi vida con quién yo quiera 
Dios dame fuerzas, que estoy muriendo por irte a buscar 
Ya agarraste por tu cuenta las parrandas.

Sonrió, pero mi mirada se volvió vidriosa, sabia lo que acaba de cantar, y sabia a la perfección que tenia que renunciar por completo a Jose, así llevara un hijo de el, en mi vientre.

Baje por las escalerillas, y alguien me ofreció su mano, por supuesto la tome, aunque no era difícil bajarlas, sentí que era mi obligación tomar esa mano, pero apenas la toque un escalofrío recorrió mi espina dorsal, y todo me dio vueltas, el corazón comenzó a latir bastante rápido, y cuando me di cuenta, era Jose quien sostenía mi mano, mire a mi alrededor, pero nadie nos observaba, mis amigos estaban en su onda, riéndose, olvidándose de mi. Y los demás seguían en su rollo, murmurando que la chica que acaba de cantar, lo hacia estupendo, baje rápido las escaleras y quise escabullirme como diera lugar, pero Jose era mas hábil, mas rápido y por supuesto mas fuerte, así que mi intento fue en vano. Cuando sentí sus fuertes brazos, rodear mi cintura, quise luchar contra el, pero el estaba decidido

-necesitamos hablar

Decía, mientras continuaba nuestra lucha, pronto me di cuenta de que tan inútil era continuar luchando, ya que de todas maneras estaba siendo arrastrada, directo a los sanitarios...
Al entrar, me di cuenta que puso el seguro, mi pecho se levantaba y bajaba, seguía exaltada, y por unas cuantas gotas de sudor que caían, por parte de Jose, me di cuenta que también estaba nervioso

-¿Que se supone que necesitamos hablar?

Se recupero, me miro, se acerco, tomo mi mandíbula y aprendo su cuerpo, al mio, sin poder huir, ya que me tenia pegada al lavabo y a su cuerpo

-necesitamos despedirnos, aunque tu ya lo has hecho con esa canción

Mi corazón exploto, y mis piernas comenzaron a temblar, un rotundo adiós, si eso era lo mejor

La Otra Cara De La MonedaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora