♧Forbidden Love♧ XIV

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La comida terminó bastante bien y más que todo porque su familia aceptó a Takemicchi; y no es para menos, ese niño tiene un don para acercarse a las personas y hacer que lo amen sin duda alguna.

En esos momentos iban directo a la casa del menor cómo se lo había prometido.

Sin embargo, algo que sucedió que no dejó de pensar y es que en el momento en que se montó en su motocicleta el menor no abrazó su cintura, aunque él mismo se lo haya pedido por segunda vez, otra cosa extraña, pero eso no le importaba mucho en esos momentos.

Literalmente el menor evitó cualquier tipo de contacto físico y debería de estar tranquilo o tal vez no debería ni de importarle, no obstante, le molestaba no sentir los brazos del menor en su cintura o su pecho recostado en su espalda o. . . sentir su respiración detrás de su cuello mientras hablaban.

"Takemicchi. . .deseo sentirte más cerca de mí."

Llegaron al hogar del menor y este le intentó ayudar a bajarse de la moto, pero el otro se negó y hasta casi se cae, sin embargo, no pasó a mayores. Se estaban despidiendo, pero notó una cierta distancia algo considerable por parte del menor.

"¿No quieres estar cerca de mí?"

Estaba a punto de entrar en una crisis existencial, es cómo si estuviera en pánico porque el menor no quiere estar cerca de él o algo así.

: -Takemicchi, ¿pasa algo? -.

: - ¿De que habla Mikey-kun? -.

Lo notó nervioso ante su pregunta, si pasaba algo, pero no deseaba presionarlo o tal vez no quería saber si era algo que él mismo hizo y le dijo: -No nada, olvídalo-.

El menor solo asintió y se le quedó observando completamente embobado cuando la luz de la luna le pegó completamente a él mostrando todos sus atributos.

"Sus ojos azules como el mar, siendo iluminados por la hermosa luna."

"Su cabello rubio como el oro y su desordenado cabello siendo movido por la suave brisa de la noche."

"Sus mejillas medio sonrojar como dos pequeños duraznos, tentándolo a querer morder de ellos."

"Sus labios. . .medios rojizos y voluminosos, queriendo atraparlos entre su boca para degustar lo mejor de él."

: -Mikey-kun ¿pasa algo? ¿tengo algo en la cara? -.

El no logró formular palabra alguna, quedó embelesado por lo hermosos labios rojizos que sintió unas enormes ganas de querer tocarlos y no soltarlos. . . quería besarlo, pero eso ¿era posible?

Desde que tuvo uso de razón nunca se sintió cómodo con besar a alguien o tocar a alguien de esa manera en cómo se sentía en ese momento.

"¿Es posible sentir ese deseo. . .deseo que nunca sintió por nadie más en esos 27 años de vida?"

Su deseo creció más cuando Takemicchi medio abría sus labios queriendo hablar, aunque no lo dejó, no lo dejó pronunciar palabra alguna pues había estampado sus labios contra los de él.

Sentir esos jugosos labios no le disgustó para nada y en cambio sintió la necesidad de tomar más de él menor.

Sus brazos rodearon la diminuta cintura del pequeño, el beso que había comenzado relajado terminó siendo su propia tumba pues la necesidad de sentirlo más en su boca le gritaba una y otra vez, mordió los labios del contario para que este los abriera y darle paso a su lengua, claramente él no era un experto en besos pues este seria su segundo beso que daba en la vida, sin embargo, solo se dejaba ir por su deseo y por la experiencia menor.

Lo abrazó más fuerte mientras seguían casi devorándose entre ellos y no tenía intenciones de soltarlo, pero el rubio pequeño pedía ya aire y se lo concedió separándose de él.

Sus labios se encontraban medio hinchados por lo anterior y jadeaba sin parar, cabe aclarar que él menor aún seguía en sus brazos e intentaba recuperar el aire, ese mismo niño fijo su mirada en él y era como una mirada de sorpresa, miedo y timidez. . .todo a la vez.

: -Takemicchi. . .- mencionó el nombre del menor este le miró más atentamente esperando sus palabras: -Es mejor que entres a tu hogar, nos veremos después-.

Este solo asintió a su pedido y por impulso antes de dejar ir al rubio, le dejó un pequeño beso en su frente para así subir a su motocicleta y marcharse dejando atrás al menor.

Tenía que meditar bastante lo que sentía en ese momento y lo que llegó a hacer con su alumno. Apenas arribó a su hogar se encerró de lo que quedaba de la noche y todo el día de ese domingo.

Desde que tiene uso de razón él nunca le gustó o más bien le incomodaba lo que eran abrazos, besos, que lo agarraran del cuerpo cómo las manos, cintura, brazos, etc.

Una vez cuándo estaba a inicios de la secundaria, jugaba con sus compañeros y uno lo retó a besar a la popular de su grado por puro orgullo lo hizo y fingió que estuvo bien, no obstante, por dentro estaba que no podía más y no era por la chica, ella era bonita no le disgustaba, pero tampoco sentía alguna atracción por ella, el problema real era que el beso no le gustó para nada, se sintió tan incómodo consigo mismo y obligarse a algo que realmente no le gustó lo hizo sentirse de una manera asqueada e incómoda.

Después de ese día fue descubriendo poco a poco más sus gustos y disgustos, de manera sexual se sentía atraído más por los hombres que las mujeres llegando al punto de decir que era gay, sin embargo, había situaciones en las que se encontraba y que le incomodaba.

A los 17 años tuvo una pareja que no le duro mucho que digamos, él sabia que no era lo que esa persona pensaba que era, pues a los cinco meses le terminó diciendo que en la parte del sexo estaba bien, pero que su lado romántico era nulo y que merecía algo mejor que una persona que solo quería coger.

No le molestó que le dijeran la verdad, pues era así, sin embargo, el deseaba saber por qué era así, por qué nunca podía sentir lo que las demás personas sentían, esa necesidad de tener a alguien a su lado, tener la necesidad de mostrar muestras de afecto, aunque sea la más mínima, poder decir te amo y que no sea una palabra vacía.

Después de esa relación no volvió a intentar o a obligarse a estar con alguien solo por aparentar lo que no es, porque ese problema le llegó a afectar un poco con su familia.

No solo se sentía incomodo con las demás personas, sino que cuándo uno de sus hermanos le demostraba afecto físico le incomodaba, logrando hacer sentir mal más de una vez a su hermana o hermanos. No lo hacía al propio, sentía un amor incondicional a cada uno de ellos, pero ese pequeño detalle no lo podía omitir.

A sus hermosos 20 años fue cuando descubrió que era arromántico, su perspectiva del amor, las muestras de afecto física y las relaciones sociales no era cómo la de los demás, tenia otra forma de expresar sus emociones y sentimientos, además de que la parte de amor hacia otra persona nunca le había surgido, solo atracción física y no más.

Podía estar con otra persona sexualmente hablando, sin embargo, esa forma de pensar, esa forma de sentir a las personas ¿todo se desmoronó? ¿Él cambio su manera de sentir?

"Takemicchi. . .¿qué me hiciste?".

¿qué me hiciste?"

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-Luna

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