♧Forbidden Love♧ -Mitsukkai

♧Forbidden Love♧ VIII

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Este es un capítulo del Bajifuyu pero contiene smut. Lean bajo sus propias responsabilidades
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Sin miedo alguno tomó el rostro del pelinegro y unió sus labios en un beso desenfrenado, sus cuerpos se reclamaban a gritos desde el primer día y hoy desahogarían todo de si con el otro, se sentía en un abrumador sueño. . .uno de esos que no puedes dejar que se termine porque sí.

Mientras se besaban fue tomado en brazos para ser llevado a la habitación de descanso, el pelinegro lo dejó en uno de los sillones para así poder poner llave a la habitación y no tener posibles interrupciones.

Volvió a él para unir de nuevo en un beso brusco pero excitante, tomo la camisa del mayor y la desabotono en seguida para mirar lo que escondía la prenda blanca que llevaba hasta hace un momento.

"Quiero. . .deseo. . .lo quiero solo para mi. . .para ahora y siempre".

Al ver a su profesor que lo tenía literalmente a sus pies, mostrándose con el corazón y respiración acelerada, además de estar semidesnudo lo llevó a ser un poco más brusco, sentó de una al mayor en el sofá gris que se encontraba en dicha habitación e inmediatamente se sentó de ahorcadas en el regazo del mencionado para crear fricción en sus partes íntimas, algo que volvió loco al hombre de pelo negro.

: -Te gusta ver el mundo arder, ¿verdad? -.

: -Si, pero si es con usted Baji-san. . . entonces ardería en él sin dudarlo-.

El mayor comenzó a desabotonar la camisa blanca que traía de su instituto dejando a la vista unos lindos botones rosados junto a unos medios marcados abdominales de su parte. Él pelinegro sin miedo a nada procedió a dejar chupetones en su clavícula y pecho, lamiendo también esos dos botones queriendo más de ellos y sacándole uno que otro gemido ahogado, claro que no quiso quedarse a atrás y empezó a desabrochar el pantalón del mayor y despojarlo de ellos junto a su ropa interior.

Observó ansiosamente el miembro del pelinegro, se acercó a su oído y solo dijo con una voz seductora: -Baji-san, por favor no sea gentil-.

El profesor al oír tremenda petición solo procedió a apagar las luces y dejar encendidas unas luces led de decoración rojas y azules que cambiaban.

Él pelinegro lo volvió a tomar en brazos y lo sentó en su miembro que ya exigía atención urgente.

Por su parte se quitó las únicas prendas faltantes mientras sus labios y cuellos eran devorados sin piedad, el mayor llevó dos dedos a su entrada trasera cubiertos de saliva y empezó a aflojar esa parte trasera.

Al inicio sentía algo de incomodidad, pues llevaba bastante tiempo sin tener relaciones, aunque a los segundos ya sentía las mil maravillas con los fantásticos dedos largos de su querido profesor, se sentía en el mismísimo cielo, pues la excitación y placer de ese momento no tenía precio alguno.

Era tanto el placer que ya ansiaba tener ese miembro en su entrada, por eso le suplicaba al mayor que lo metiera ya en él, algo que le encantó al pelinegro.

: -Tómalo con calma, métela y solo salta sobre en él-.

Acatando a cada palabra de su amado profesor, introdujo el miembro de él en su entrada, los movimientos comenzaron y lo montó como deseaba.

Un vaivén y sus pieles chocando con cada salto, escuchando solo sus gemidos y maldiciones junto a la fricción que provocaban con sus movimientos.

Se sentían en éxtasis total y ambos cuerpos desnudos lo demostraban sin pudor o miedo alguno.

Cambiaron de posición dejándolo acostado del sofá y recibiendo el miembro del pelinegro.

El contario hizo las embestidas más pronunciadas y no tan aceleradas para dar con su punto dulce, gritó al ver que dio al blanco él hombre de ojos bronce.

Daba una estocada, una y otra vez, no paraba y realmente deseaba que no lo hiciera, sentía que ya se corría y al parecer él pelinegro también pues fue acelerando más sus movimientos llegando al mismo tiempo el clímax.

Lo que sentía en ese momento era inexplicable, el pelinegro salió de él apenas terminó y dejo su cuerpo totalmente sensible a cualquier toque y con espasmos incluidos.

Baji-san lo acostó encima de él, haciéndole mimos y dejando unos pequeños besos en su cabeza, se sentía tan agotado por tantas emociones en un solo momento que sus ojos pesaban más y más quedando dormido, estando recostado en el pecho del hombre que le hacía sentir maravillas en un solo momento.

[...]

Comenzaba a despertar poco a poco, aunque se le dificultaba pues unas manos le hacían cariños en su cabello. Abrió sus ojos y se posaron en el mayor algo que el mencionado copio la acción mirándose al uno al otro.

Su mirada serena pero dominante. . .deseo verla cada día de mi vida.

: - ¿Desde cuándo está despierto, Baji-san? -.

: -No hace mucho- El pelinegro se quedó observándolo por más tiempo, como si quisiera decir algo o tocar algún tema que se le vaya a salir de las manos. Lo dudo por un poco, sin embargo, dijo: -Fuyu. . .deseo hablar de lo que pasó. . .entre tú y yo-.

: - ¿Deseas olvidar esto y hacer como si no pasó nada? – Lo dijo de manera neutral o eso más bien creía, aunque por dentro sentía miedo y decepción. . .no quería terminar con esto. . .no con él.

: - ¡No! No quiero eso, es solo que. . .- Sus palabras dudaban en salir, deseaba expresar todo su sentir, pero ¿cómo? No sabía cómo explicarle cada emoción que sentía en ese momento.

: -Baji-san. . .no tenga miedo y dígame que es lo siente-.

: -Amarte como te amo es complicado. . .pensar cómo te pienso es un pecado. . .mirar como te miro está prohibido. . .y tocarte como quiero es un delito. Un crimen que ya cometí. . .Chifuyu-.

: -Baji-san. . .-.

: -A pesar de eso. . .yo solo quiero darte un beso y regalarte mis mañanas, deseo que no te falte nada y quiero poder llenarte con mi amor tu alma. . .Chifuyu Matsuno te amo-.

Las palabras del mayor lo dejaron helado, nunca antes se le habían confesado a él de tal manera que con solo oírlas se sienta a flor de piel. No podía negar algo tan obvio, sabía bien que el hombre que tenía al frente rondaba por los veintisiete años y que su relación estaba más que prohibida, sin embargo, anhelaba el poder seguir al lado de ese hombre. . .pues también le amaba y no pensaba dejarlo ir.

: -Se lo que conlleva el de estar conmigo. . .si desea tomar el riesgo siempre estaré a su lado, porque lo amo al igual que usted me ama a mí. . .si un día cae yo caeré con usted sin duda alguna-.

El confesarse mutuamente era la clave para poder sobrellevar ese gran sentimiento, no necesitaban más palabra. . .se habían dicho todo lo necesario, comprendían la situación en la que se encontraba al pie de la letra y tomarían el riesgo de estar juntos.

Mirarse a los ojos siempre era lo que los llevaba a fundirse en un beso pasional y ahora totalmente inquebrantable, no dejarían que alguien los separe por nada del mundo. . .ahora eran ellos dos contra el mundo.

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Gracias por leer este capítulo, habrá unos cambios de planes en cuestión de subir los capítulos, sin embargo no dejaré de publicar hasta llegar al final.

-Luna