1; Llamada nocturna.

410 25 11
                                    

Desperté a mitad de la madrugada, mis náuseas eran tan intensas que ni siquiera quería inhalar el maldito aire, pues sentía que cualquier jodido movimiento brusco que hiciese, me conduciría directo al baño. Sin dudas, llevar dos bebés en mi vientre no era algo fácil, sin embargo, estaba feliz y muy agradecida de poder tenerlos creciendo en mi interior. Pues ellos eran el fruto de mi gran amor con Jungkook, o al menos…eso creía yo, hasta esta noche.

Recuerdo que di varias vueltas en mi cama, sin lograr conciliar el sueño, hasta que las intensas náuseas hicieron lo suyo y ya no pude resistirme, tuve que correr al baño, tras percibir ese repugnante sabor amargo invadir mi boca, terminando de rodillas frente al váter. Escena que ya estaba cansada de repetir, pues, desde el principio, es algo que vivo al menos cuatro veces en menos de veinticuatro horas.

Cuando volví a la cama, noté la ausencia de Jungkook, pero no me preocupé, por que es lo que casi siempre ocurre, él suele despertarse, y es que, ¿quién no lo haría, al escuchar ese estrepitoso show de arcadas?

Por lo general, él suele aparecer con un vaso de refresco, o algún jugo frutal. Y en otras ocasiones, (las favoritas mías) aparece con una barra de chocolate blanco, me besa y luego nos acostamos abrazados, mientras saboreo el dulce sabor del falso chocolate. Pero, esta vez fue diferente. Me senté un momento en la cama, en la penumbra de dicha madrugada; e inhalé y exhalé, mientras acariciaba mi barriga de cinco meses, buscando recomponerme tras esa gran pérdida de electrolitos...

Un minuto después, resoplé, al ver que él no regresaba a la cama. Y movida por un sentimiento de mera culpa, creyendo que tal vez se había quedado dormido en el sofá, ya que últimamente trabajaba muy duro para pagar la casa que estamos por comprar, para mudarnos allí una vez nazcan los bebés. Me puse de pie con un poco de dificultad, apoyando mi mano en el centro de mi estómago, para poder ir por él y arroparlo en caso de ser necesario.

Caminé por el pasillo de mi departamento y llegué a la sala, pero él no estaba allí. Así que, solo me quedaban dos opciones : la cocina y el balcón. Opté por revisar la primera, pero esta se hallaba completamente vacía. Volví a resoplar, los bebés estaban comenzando a ponerse algo inquietos, y, cuando eso ocurría, me provocaban unas increíbles náuseas acompañadas de intensos mareos, que iban y venían en cuestión de un parpadeo. Sumándole a eso, el hecho de que aún no me recuperaba totalmente de la reciente “descarga”. Y en ese momento, por un instante, consideré la idea de dejar de buscarlo y recostarme en el sofá. Pero no podía hacerlo, algo dentro de mí me insistía en ir a buscarlo, quizá era solo curiosidad. Aun así, hice caso a mis instintos y di lánguidos pasos hacia la puerta de cristal del balcón, la cual estaba abierta, dejando que el aire entrase, haciendo danzar mis albas cortinas. Pero, cuando estuve a punto de entrar, esas relajadas ráfagas se volvieron unas impetuosas, que hicieron volar las cortinas en mi dirección, de forma muy brusca, llevándome a detener por completo mi acción de avanzar. Y maldije a regañadientes, esas jodidas cortinas me habían asustado. Igualmente, ahora que lo pienso mejor, quizá, solo era una advertencia del destino, diciéndome que no debía estar ahí. Sin embargo, mi curiosidad me hizo hacer caso omiso y permanecer allí, luego de vislumbrar su anatomía de espaldas a mí, recargado sobre la baranda del balcón con su teléfono celular en la oreja.

¿Con quién rayos habla a esta hora?—creo que eso es algo que todos ustedes se preguntarían si estuviesen ocupando mis zapatos en este momento, ¿no?

“No puedo salir a esta hora, ya es muy tarde para vernos ”.

Okey, esa frase alimentó aún más mi deseo de satisfacer esta enorme curiosidad que sentía un hambre voraz por oír una respuesta que no fuese : »infidelidad« Y, por un ínfimo segundo, me quise convencer de que tal vez, hablaba con uno de los chicos. Teoría que se desmoronó como un simple castillo de naipes con la siguiente frase que oí :

› Emily Love Story 🌺 2 ‹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora