23; Familia Jeon.

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—¿Crees que este vestido me hace ver muy vulgar?—doy una vuelta frente a él y vuelvo a posar frente al espejo sin estar muy convencida:

—Vulgar no es la palabra, yo creo que te ves sexy, muy sexy —Jungkook me arrima a él, ciñendo sus manos a mis costados, dando suaves caricias con sus pulgares

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—Vulgar no es la palabra, yo creo que te ves sexy, muy sexy —Jungkook me arrima a él, ciñendo sus manos a mis costados, dando suaves caricias con sus pulgares.

—Entonces no sirve —digo con fastidio y me alejo de él, buscando la segunda opción de outfit que traía en mi bolso de viaje para esta ocasión tan especial.

—¿Por qué te preocupas tanto por la ropa?—ladea su cabeza, observándome sin entender mi frustración.

—Solo…no quiero que tus padres me vean y piensen que soy una cualquiera —bufo con voz desanimada.

—¿Por qué lo pensarían, porque estamos esperando hijos sin habernos casado aún?—su entonación fue divertida, pero causó el efecto contrario en mí.

—No, yo, dios. Tienes razón, no importa que use, ellos van a pensar mal de mí de todas formas —la angustia me corrompe al instante y comienzo a llorar sentada en los pies de la cama, cubriendo mi rostro con ambas manos. Las hormonas hoy no están a mi favor—. Debimos habernos casado antes, fuimos tan imprudentes —sollozo abatida. Y en ese instante siento su peso a mi lado, junto a sus fuertes brazos que me rodean y conducen directamente hacia su pecho.

—Shh, shh —sisea—. No llores, mi ricitos de oro —sus manos acarician mis brazos buscando mitigar mi caviloso llanto—. Nadie pensará que eres una cualquiera, todos saben que eres una chica decente y muy trabajadora. El único que conoce tu lado pervertido soy yo —finaliza con una risa candorosa que logra que yo también ría un instante.

—Idiota —le doy un suave golpe en el pecho—. Sí claro, tan decente que espera gemelos sin estar casada aún. ¡Que decente!—denosto contra mí misma con terquedad y vil sarcasmo.

—Ey —él me recuesta ligeramente sobre su brazo y me toma del mentón, haciendo que mi rostro acuoso quede direccionado al suyo, que me observa con seriedad y refulgentes orbes—… no necesitamos ningún papel para demostrar que nuestro amor es real, ni mucho menos para demostrar que eres decente. Allá afuera existe mucha gente casada que no tiene ni una pizca de decencia. Y mis padres no son el tipo de persona que te juzgarían por algo tan retrógrada como lo es el matrimonio, eso te lo puedo asegurar —sus labios besan mi boca un instante, mientras sus pulgares acarician mis húmedas mejillas—. Así que, si quieres ir con este vestido, que nada te detenga. Porque tú, ya eres perfecta siendo tú —sonreí en grande, él tenia razón, sus padres no eran como mi madre, ellos no me juzgarían con tal severidad.

—Gracias por soportarme siempre, pero igual me pondré el otro vestido. Éste es muy corto y olvidé traer un short, me voy a sentir incómoda —informo intentando bajar un poco más la falda.

—A mí me gusta ver el inicio de tus nalguitas debajo del vestido cuando el viento se encarga de volar tu falda —su mano se desliza con lentitud por mi muslo, queriendo infiltrarse bajo la cenceña tela celeste.

› Emily Love Story 🌺 2 ‹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora