26; Entre el cielo y la tierra.

133 15 14
                                    

—¡BonGi! ¿Dónde estoy?—todo a mi alrededor luce igual pero con una tonalidad grisácea, estoy en la sala de parto, lo sé por las enfermeras, la doctora y la camilla de partos, no obstante puedo verme a mí misma en aquella camilla, estoy…¿Dormida?

—¡¿Qué rayos ocurre?! ¡No voy a irme, le prometí que no la dejaría!—Jungkook forcejea con algunas enfermeras que intentan llevarlo fuera de la sala.

—¡No hay tiempo que perder, déjenlo, necesito ayuda aquí y que tú no nos estorbes, Jeon!—declara con severidad la doctora Na—¡Señorita Kim, trae una camilla, debemos ir a la sala del quirófano!—el miedo se incrementa, sé que las cosas se están saliendo de control, pero no sé cómo rayos volver a mi cuerpo.

—¿Q-qué mierda?—susurro azorada al ver como soy arrastrada de un segundo a otro a una habitación completamente oscura y gélida. No veo nada y ya no oigo a Jungkook—¡¿Qué ocurre, donde estoy?! ¡BonGi me necesita, SugMin espera por nosotras, necesito volver, tengo que abrazar a Jungkook!—vocifero, mi desespero es tal que siento como mi pecho se oprime al punto en que me es difícil respirar, y mis acuosos orbes ya no retienen las lágrimas.

—¿Segura que quieres volver?—un enceguecedor resplandor me ilumina, y no reconozco esa gruesa voz tan profunda y celestial, ni tampoco veo a alguien frente a mí.

—¡Por supuesto, ellos me necesitan!—aunque estoy totalmente asustada mi voz no tiembla, sé que debo volver.

—¿Aún cuando te espera un futuro incierto y…quizá, desafortunado? Yo que tú, caminaría hacia la luz, dentro de ella todo será perfecto, vivirás en una verdadera utopía, libre del dolor terrenal y todos sus males, serás feliz sin preocupación alguna —la refulgente luz parece expandirse, dejándome ver un extenso bosque de flores de diversos colores. Veo montañas en la lejanía y varios pinos junto a un calmo lago cristalino. La curiosidad me invade cuando oigo risas de niños jugando, entonces me acerco más, pasando un solo pie a esa idílica realidad.

—¡Emily, ven, los niños quieren que juguemos juntos!—ese es Jungkook, está vestido de blanco y su sonrisa es demasiado contagiosa, quiero correr hacia él.

—¡Vamos, mami, quedemos jugad!—dice el pequeño que abraza la pierna de Jungkook.

—Y-yo —titubeo, y me acallo cuando siento una diminuta mano sostener mis dedos—… ¿Bon-BonGi?—acaricio sus mejillas, dejando que las lágrimas se agolpen en mis párpados cansados al ver aquella alegre sonrisa.

—¡Chi, mami, vamos con papi!—ella me jala y estoy a punto de dejarme llevar, cuando alguien me detiene del antebrazo.

—¡No lo hagas!—está agitado, me volteó y no puedo creer que él esté frente a mí.

—¿Yo-Yoongi, en verdad eres tú?—las lágrimas salen por si solas, creando lagos en mis mejillas, él asiente con calma y yo lo abrazo con fuerza—No sabes cuanto te echamos de menos, en especial Jungkook —sollozo sin apartarme de su pecho

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—¿Yo-Yoongi, en verdad eres tú?—las lágrimas salen por si solas, creando lagos en mis mejillas, él asiente con calma y yo lo abrazo con fuerza—No sabes cuanto te echamos de menos, en especial Jungkook —sollozo sin apartarme de su pecho.

› Emily Love Story 🌺 2 ‹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora