4; Blue and Grey.

317 28 5
                                    

Decidí seguir el consejo de Jimin y Hoseok, ellos me recomendaron que hiciese alguna actividad que requiriese toda mi atención, y de este modo, olvidaría por un rato todo lo que me preocupaba:

Jungkook.

Así que, luego de desearles mucha suerte en las próximas grabaciones del mv de la nueva canción que se grabaría en Japón, decidí que lo mejor sería ir a mi trabajo. Min-hyuk aún no tenía idea de la desaparición de Jungkook; y para ser sincera, lo prefería así, no quería que ni él, ni su afable abuela, me viesen con lástima, eso solo me recordaría más la horrible realidad que me toca vivir en este momento, donde se supone que debería estar centrada y feliz con mi embarazo. En fin…Después de despertar con náuseas, decidí que lo mejor sería desayunar jugo de naranja y alguna fruta, si es que había alguna, pues, él era quién se encargaba de las compras, y de que mi dieta no fuese solo ramen instantáneo.

Me dirigí al espejo de mi tocador, tomé asiento allí y observé meticulosamente mi rostro. Este era un gran desastre. Desde que mis pequeños comenzaron a desarrollarse, mi piel se volvió grasa y los granitos no tardaron en aflorar, arruinando mi poca autoestima. En ese instante cubrí mi rostro con ambas manos, tenia tantas ganas de llorar. Mi estabilidad emocional ya se había extinguido hace varios días atrás. Hasta que recordé la vez en que estaba chillando por dicha razón y Jungkook me descubrió:

|Flash back|

Mh, ¿qué es esto?—se agachó frente a mí y secó mis lágrimas—¿Por qué estás llorando?—enseguida cubrí mi rostro con ambas manos, no quería que me viese.

Mi rostro apesta —susurré, escuchándolo reír. Lo que me hizo alejar mis manos para observarlo con el ceño fruncido—. ¿En serio, Jungkook? ¿Te ríes frente a mí?—me crucé de brazos, dándole la espalda.

No te enojes, mi ricitos de oro —exhaló poniéndose de pie, tomó los extremos de la silla y nos giró, dejándome frente al espejo—. ¿Ves esa chica que está ahí?—asentí con pena. Él se inclinó para quedar a la misma altura de mi rostro, haciendo que nuestras mejillas estuviesen a la par—Ella se robó mi corazón con su despistada forma de ser, siendo ella misma en un mundo repleto de estereotipos. No le importó enseñar sus sensuales curvas en una sociedad tan “reservada” como esta. Y siempre sonrió, pese a que muchas veces le tocó sufrir. Llegamos a un punto de quiebre, y creímos que todo había acabado, sin embargo, recién comenzaba. Pero, ahora que es la madre de mi bebé, sufre y dice que se ve mal, solo por unos simples puntos rosados que planean vivir en sus mejillas y mentón hasta el final del embarazo. Sin saber que cada cosa que ella llama imperfección, para mí, solo es una prueba más de que es verdaderamente humana, y no un radiante ángel de risos dorados que llegó a iluminar mi vida —sus manos se situaron en mis hombros, dando suaves caricias—. Así que, no quiero volver a oír que digas ese tipo de cosas. En su lugar, cada vez que la encuentres frente al espejo, sonríele, y más te vale que le digas que se ve hermosa —su mirada buscó la mía a través del espejo—. Porque…¿Sabes qué pasará si dices lo contrario?

¿Qué pasará?—curioseé con diversión en mi voz, esperando a oír cuál sería su siguiente ocurrencia. Levantando mi brazo izquierdo para acariciar su mejilla, mientras besaba un momento la más cercana a mí.

Me enfadaré mucho contigo y ya no dejare que comas helado de fresa en nuestra cama —volteó la silla, dejándome frente a él, manteniendo sus manos en los apoyabrazos, inclinándose para que su rostro quedase a centímetros del mío—. Eres hermosa, Emily —concluyó, besando mis labios.

› Emily Love Story 🌺 2 ‹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora