21; El vigor de una madre.

121 16 14
                                    

Narra Ashley:
—¿Qué sucede, por qué tus ojos se aguaron?—Mark se había agachado frente a mí, que lloraba en silencio, jugueteando con mis dedos sobre mi trémulo regazo.

—Y-yo…—rompí en llanto poniéndome de pie, y Mark me siguió hasta nuestra habitación

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Y-yo…—rompí en llanto poniéndome de pie, y Mark me siguió hasta nuestra habitación. Abrí el cajón de mi mesita de noche y tomé la caja rectangular entre mis temblorosos dedos, sintiendo su intensa mirada calar mi espalda.

—Amor, ¿Qué…—me volteé antes de que pudiese terminar la frase, dando largas zancadas que me llevaron a quedar frente a él y su disgustado rostro confuso.

—Lo siento, y-yo —le entregué la caja—… Solo, ábrelo —indiqué con una endeble entonación, bajando la mirada a mis tacones, mientras unía mis manos a la altura de mi vientre, revuelto por el nerviosismo.

—¿Qué significa esto?—di un respingo al oírlo, pues él acababa de dejar caer la caja al suelo y sus grandes manos sostenían el test positivo. Entonces engullí toda mi saliva de un sopetón.

—Lo siento, yo tampoco tenía idea de este bebé. Y entiendo si quieres terminar conmi…—¡¿Acaso estás loca, Ashley?!—clamó, tomándome del mentón, haciendo que mis piernas flaquearan y todo mi cuerpo fuese sobre el suyo…

Narra Emily:
—Aún lo recuerdo estaba tan nerviosa, pero tu madre supo hacer que me sintiera cómoda, parte de la familia…No como mi madre, me disculpo en su nombre —acaricié el dorso de su mano, observando su profunda mirada rebosada del más puro amor.

—No lo hagas, cariño. Tu madre solo intentaba protegerte —su cálida mano acarició mi mejilla con candor, y luego me estrechó suavemente contra su recio pecho—… Aah —alargó la palabra suspirando—, si nuestra BonGi estuviese en una situación similar, créeme que actuaría igual, o peor —una amena sonrisa afloró en mis labios, Jungkook jamás permitiría que dañaran a nuestra bella niña.

—Supongo que nuestra pequeñita tendrá un padre muy celoso —besé su mejilla, dejando mi mano reposar sobre el centro de su pecho, percibiendo la presura de sus latidos.

—Pues claro, ella será demasiado hermosa —su sonrisa se ensanchó—… como tú —me besó dulcemente y luego me sostuvo del rostro, colocando su mano entre la línea de mi mandíbula y cuello—. Además…Estoy seguro que tú también celarás a nuestro niño, cuando las niñas comiencen a notar lo guapo que será mi león —fue imposible no soltar una carcajada.

—Pues claro, mi hijo será tan cautivador como tú, tendré que estar pendiente de que no rompa muchos corazones —mi mano acarició mi vientre, seguida de su mano.

—Tus palabras suenan a que yo también fui un rompecorazones —susurró en tono acusatorio, muy cerca de mis labios.

—¿Acaso no es cierto? Tú...—sus labios me acallaron—No, no lo es. Tú fuiste la única para mí —besó mi cuello hasta atrapar mi lóbulo entre sus deliciosos labios—… y absolutamente siempre lo serás, preciosa —bisbiseó con certeza, erizando mi piel, a la vez que me recostaba junto con él—. Ahora descansa —besó mi frente, cubriéndome con el edredón—. Mañana nos espera un lindo viaje de cuatro horas a Busan. Así que —su rostro se detuvo frente a mi abultado vientre—… dejen descansar a su madre, mis semillitas de girasol en evolución —sonrió, besó mi ombligo y se recostó a mi lado, acariciando mi barriga hasta que nos quedamos completamente dormidos…

› Emily Love Story 🌺 2 ‹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora