3; Confusión.

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Estaba profundamente dormida, sentía mis párpados tan pesados que no lograba abrirlos. Sin embargo, comencé a gemir, sintiendo ese exquisito placer que las estocadas profundas de Jungkook suelen provocarme, incluso sentía su respiración agitada, su aroma y su cuerpo chocando contra el mío. Su fragancia deleitaba mis fosas nasales, y sus labios marcaban mi cuello con descaro.

¿Qué rayos, me quedé dormida mientras teníamos sexo; y todo esto no fue más que una horrible pesadilla?

Mis manos estaban perdidas en su sedoso cabello y sus movimientos no cesaban, eran tan potentes que el respaldar de la cama comenzó a golpear la pared, haciendo todo un escándalo. 

—Ah-g, dioos, despertaremos a los vecinos —exhalé jadeando, intentando nuevamente abrir mis párpados sin éxito. Una capa fina de sudor envolvía nuestros cuerpos, no quería que se detenga, pero deseaba tanto ver su rostro excitado; que me obligué a abrir mis ojos, usando mis manos para levantar mis párpados, descubriendo que quien me propinaba dicho placer, no era Jungkook, sino que era Jackson—. ¡NO! ¡Tú no, sal de encima de mí! ¡Quítate!—clamé con todas mis fuerzas. Y desperté pataleando sobre mi cama, sola, con las sábanas y el edredón en el suelo. Respirando con dificultad, pero aliviada al darme cuenta de que solo había sido una inquietante pesadilla. Me reincorporé, sentándome en la cama y suspiré con una mano en el pecho—¿Qué mierda fue eso? ¿Tengo abstinencia al sexo o solo estoy enloqueciendo?—me levanté en busca de un vaso de agua, y luego me senté en el sofá, vislumbrando que la luz blanquecina de mi teléfono se había encendido, robándose toda mi atención. Y lo primero que pensé fue en Jungkook—Quizá me envió un mensaje —sonreí con la simple idea, no obstante, lo que vislumbré hizo que mi ceño se frunciera. Un número desconocido me había enviado un video de quince segundos—¿Qué demonios es…esto?—lo abrí, y lo que vi me provocó tantas náuseas que tuve que correr a vomitar. Sintiendo que mi corazón se desgarraba, ya no quedaban dudas, Jungkook se había escapado con Julieta. En ese video se lo veía a él sentado en una cama, con los ojos cerrados, su cabeza echada hacia atrás y su boca entreabierta, mientras la castaña le hacía una mamada. Estaba tan soqueada/asqueada, que me quedé llorando desconsolada frente al váter, cubriendo mi rostro con ambas manos—¿Por qué, Jungkook, por qué? ¡No merezco esto! ¡Ni ellos, idiota!—en ese momento el pánico se apoderó de mí, sentí como mi estómago se removía y mi barriga se ponía tan dura que apenas podía respirar. Y el dolor que sentía se volvía insoportable. Pero como no tenía fuerzas para gritar, ni mucho menos para arrastrarme para tomar mi celular, comencé a inhalar y exhalar lentamente, masajeando mi vientre, mientras murmuraba:—No me dejen niños, no lo hagan, son lo único que tengo. Y aunque ahora tengamos que continuar sin su padre, les puedo asegurar que yo jamás los abandonaré —poco a poco, mi estómago fue cediendo hasta que volvió completamente a la normalidad, al igual que mi descompasada respiración.

Había logrado relajarme.

Oí el timbre de mi puerta resonar con algo de impaciencia, sin embargo, no me apresuré y caminé con suma languidez hacia esta.

—¿Q-qué haces aquí?—titubeé sin siquiera poder pestañar.

—Lamento haber venido sin avisar. ¿Jungkook está en casa? No quisiera causar problemas y-yo —al oír su nombre me fue imposible no romper en llanto, mientras negaba con mi cabeza—… ¿Acaso...ustedes pelearon?—Jackson se acercó más a mí y me abrazó—Tranquila linda, ya todo pasará, ven, tomemos asiento —él cerró la puerta y me condujo hasta el sofá—. Espera aquí, te traeré un poco de agua.

—G-gracias —respondí ni bien mis manos tomaron el vaso, comenzando a beber todo de golpe. Él se sentó frente a mí y llevó un mechón detrás de mi oreja.

—¿Quieres contarme lo qué ocurrió?—su mirada lucia sincera. Y sus manos tomaron la mía, acariciando mi dorso con mesura.

Tuve que tomar una bocanada de aire, antes de comenzar con mi catarsis...

› Emily Love Story 🌺 2 ‹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora