17; Cinco meses de abstinencia.

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—Tendrán una niña y un niño, ¡felicidades!

—¿Oíste eso?—pronuncia en un hilo de voz, viéndome con los orbes cristalizados por la emoción que la noticia le produjo. Su deseo se había cumplido.

—Lo hice —respondo ahogando una risa a la vez que derramo algunas lágrimas. Entonces se inclina para abrazarme.

—Yo…Les daré un momento —informa la doctora, poniéndose de pie al mismo tiempo que se quita los guantes de látex y camina a la puerta—. Los espero en la sala de al lado para darles algunas recomendaciones, y una copia de las ecografías de hoy —enuncia con una sonrisa, sosteniendo el pomo de la puerta, mientras Jungkook mantiene su rostro escondido entre mi cuello y hombro, y yo acaricio su espalda con parsimonia.

—Gracias —asiento risueña, brindándole una breve reverencia con mi cabeza—… Enseguida vamos, doctora —una vez ella sale y la puerta se cierra, oigo los sollozos de mi novio, al igual que sus cálidas lágrimas que recorren mi piel—. Ey, ¿estás…—No, no te preocupes, estoy bien —interrumpe antes de que siquiera pudiese terminar de pronunciar la pregunta.

—¿Y por qué lloras, bebé? Estás preocupándome —sondeo aferrándome más a su torso, mientras percibo en mi pecho sus efusivos latidos.

—No puedo evitarlo, estoy taan feliz. Esto…esto es lo que siempre soñé desde que supe que ellos venían en camino, una niña y un niño, Emily. ¿Qué más podría desear? Me siento completo, gracias por darme la familia que siembre desee tener —esclarece acunando mi rostro entre sus grandes manos, observándome con una hermosa sonrisa idílica y ojos acuosos, relucientes de alegría.

—No lo hice yo sola, lo hicimos juntos —corrijo besando la palma de una de sus manos, sin quitar mi mirada conmovida de la suya.

—Aun así, gracias. Prometo ser un padre ejemplar y jamás abandonarlos —susurra acariciando mis mejillas dulcemente con sus pulgares, borrando así, los vestigios de las recientes lágrimas derramadas; y en simultáneo, deposita un casto beso en mis labios. Manteniendo esa aura cálida y sensible en la que nos habíamos sumido casi sin darnos cuenta.

—No tengo dudas de que lo serás, por eso te amo con toda mi alma —le devuelvo el casto beso, disfrutando la suavidad de sus finos labios, deslizando mis dedos por debajo de su nuca—. Pero ahora, ayúdame a limpiarme el gel de la barriga para que podamos ir con la doctora, ¿si?

—Está bien —cierra sus párpados y besa mi frente—. También te amo, preciosa —su sonrisa se expande tras pronunciar aquellas significativas palabras. Toma algunas servilletas y se encarga de retirar todo el gel. Una vez mi estómago está libre de este, acomoda mi blusa de modo que vuelva a cubrir mi vientre, y me ayuda, tomándome de la mano y la cintura, a sentarme…

Un minuto después, estamos en la sala de consultas de la obstetra, sentados frente a su escritorio sin poder disimular nuestras fervientes sonrisas.

—No hace falta ni siquiera preguntar, para confirmar que están más que felices con los resultados de la revelación de sexos —alega observándonos con una grata sonrisa.

—Así es. Todo es realmente perfecto, tanto que hasta parece un sueño irreal. Estamos muy felices —comenta Jungkook con un eufórico entusiasmo, acariciando a nuestros bebés por encima de mi abrigo, exponiendo el tumulto de hilarantes emociones que desbordan su corazón.

—Pues, con el excelente tamaño y peso de esos pequeños, puedo asegurar que no es ningún sueño, sino que una magnífica realidad. Asimismo, como dije antes, debo darles algunas recomendaciones —mi ceño se frunce ante tales palabras, infundiéndome preocupación, y la doctora parece captarlo casi al instante—… Oh, no pongas esa cara, Emily. No es nada grave, tal vez algo molesto si son muy activos sexualmente hablando, pero nada más —concluye, confundiéndonos aún más, pues puedo ver lo desconcertado que está Jungkook gracias a la mueca confusa de su rostro.

› Emily Love Story 🌺 2 ‹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora