› Emily Love Story 🌺 2 ‹

8; Triste realidad.

Narra Julieta:
Jackson acababa de disparar, pero para la suerte de Jungkook, este disparó a los ganchos gigantes que sostenían la cadena que lo mantenía a varios centímetros del suelo. Y no reaccioné hasta que vi sus intenciones, él pensaba hacerle lo mismo que a Yoongi, lo supe cuando tomó aquel cuchillo del suelo.

—¡Nooo!—desgarré mi garganta con aquel alarido, pero nada me importaba, debía salvarlo, él se encontraba en esta situación a causa de mí. Que, mientras corría a toda velocidad, tomé el bate en el camino. Y sin dudarlo, ni pestañar por un segundo, lo noqueé, dándole un batazo en la cabeza, justo cuando se había agachado junto a Jungkook, que tosía en el suelo intentando recuperarse del fuerte impacto—¡No dejaré que vuelvas a dañarme, ni a mentirme! ¡No lo harás! ¡No te dejaré!—sollocé sin dejar de pegarle en la cabeza, recordando lo que me hizo la noche que nuestro plan falló a causa de Yoongi, hace exactamente dos meses y medio atrás...

Flash back:

Sin saber que me habían descubierto regresé a la casa de los chicos, encontrando todas mis maletas en la vereda, y a ellos seis fuera de la casa esperando por mi presencia.

—¡Vete de esta casa, ya descubrí que tu embarazo es una maldita farsa!—rugió Yoongi empujando la maleta de una patada hacia mí...

Luego de unas cuantas cuadras, decidí responder las incesantes llamadas de Jackson, y aproveché para contarle que nos habían descubierto.

“—Ven a mi casa, debemos hablar en persona —”ordenó y como una tonta fui, sin siquiera considerar que algo podría salir mal...

—Jackson, y-yo...—estaba a punto de decirle que ya no seguiría ayudándolo, pero entonces, él me acalló de un puñetazo que me dejó tendida en el suelo.

—¡Todo esto es tu culpa!—bramó, agachándose a apretar con fuerza mi mandíbula, observándome fuera de sí—¡Perdí a Emily por tu maldita incompetencia!—me propinó otro golpe en el rostro, haciéndome caer nuevamente al suelo. Y se puso de pie, sin dejar de mirarme con desdén—. Y también...es culpa de ese maldito idiota, que nos descubrió —escupió, pateando mi estómago, dejándome prácticamente sin respirar, prosiguiendo como si nada:—. Pero ya nos vengaremos de él también, le enseñaremos a no meterse en asuntos ajenos. ¿Verdad?—me tomó del cabello, obligando a que lo mire, y como tenía tanto pavor, solo me salió asentir.

Grave error.

—¡Responde con palabras cuando te hablo!—su mano abierta se estampó de lleno contra mi mejilla—¿Comprendes, zorra inservible?—inquirió apretando mi mandíbula de nuevo.

—S-sí —asentí a duras penas, entre lágrimas, apabullada por el miedo.

—¿Pero, sabes qué? Nos vengaremos, sí. Y tú, me ayudarás a recuperar lo que nos fue arrebatado. Sin embargo, merezco una compensación, pues, de no ser por tu incompetencia, yo podría estar disfrutando de las exquisitas curvas de Emily —su vista bajo a su pantalón—. ¡Mierda! ¡Ahora tengo una jodida erección!—vocifera completamente furioso, estaba fuera de control. Se puso de pie y recorrió el salón de la suntuosa mansión, caminando de un lado a otro, tal y como lo haría un demente, mientras recitaba:—¡Necesito que Emily me satisfaga! ¡La necesito! ¡La necesito ahora! Pero —vuelve a mí y me toma del cabello—... ¡Por tu culpa ella no está aquí, así que, tendrás que satisfacerme tú!—con brusquedad me pone boca abajo, y sé perfectamente lo que hará, por lo que presa del pánico comienzo a llorar. No tenia forma de huir, nadie lo detendría. No obstante, lo intenté: