Every Thursday.

XXIII

Tres meses después.

Se había deteriorado rápidamente, sentía como su cuerpo tenía menos fuerza, el cuerpo le pesaba, sentía que había bajado de peso, la enfermedad que tenía estaba arrasando con él, y cada momento le era más dificultoso.

Sonrió acomodándose en la camisa blanca mientras Antonella elegía una corbata para él frente al espejo, las noches de cenar en lo de Sabini habían sido minimizadas a dos veces por semana, y esa noche era una de aquellas, la vio acercarse con una camisa blanca hasta él.

– Quítate eso – Le sonrió tomando el plato con tarta de frutas para comer un poco, saboreando la crema con una sonrisa – ¿Por qué me ves así?

– Tenemos que hablar, dulzura – Dijo dando un par de palmadas al borde de la cama para que ella se sentara a su lado, la vio torcer una mueca, por lo que se estiró agarrándola del brazo para hacerla.

– No más...

– Mírame...

– Estás hermoso.

– Está comenzando a desgastarme físicamente, y quiero que hablemos de qué pasará el día que muera – La vio cerrar los ojos restregándose la frente como para darse fuerzas a sí misma.

– No quiero hablar de esto.

– Lo sé, pero debes saber qué es lo que tienes que hacer para conservar candem town, será un momento vulnerable, y ellos pueden tomar ventaja de tu dolor para tomarlo todo – Explicó tomando la mano de su hermana para acariciarla con suavidad.

– Bien – Suspiró acomodándose – ¿quieres que tome nota?

– Quiero que lo memorices, mi vida – Le acarició el rostro con suavidad – bien, Nela, en el momento en el que yo muera, cuando suelte tu mano, porque moriré tomado de ella – Nela sonrió – deberas hablar con Ollie, para que envíe una carta a todos, donde anunciará mi deceso, antes del comienzo de la shivá debes reunirte con todos...

– ¿Qué?

– Sabes que no deben moverme hasta que mis guardianes lleguen para preparar mi cuerpo, tendrás un par de horas antes de eso, sé que estarás desecha, sé que dolerá, ya tendrás tiempo para llorarme – Explicó acariciandole el cabello – pero debes mantenerte fría, deben ver que ahora serás la cabeza de candem town y que no retrocederás ni un centímetro, en esta reunión, dejarás en claro que eres el rey de candem town ahora.

– ¿El rey de candem town? Solo tú eres el rey de candem town.

– Serás el rey de candem town, porque si eres la reina verán debilidad, creerán que pueden doblegarte y eso no es posible – Palmeó con suavidad la mano de su hermana – no llorarás, no gritarás, no sufrirás en público, debes ser una piedra, Antonella, la más grande de todas, Ollie estará contigo, apóyate en él.

– ¿Quieres que me reúna con ellos horas después de que hayas muerto? – Alfred asintió con firmeza – que anuncie que seré el rey de candem town, y que nadie más que yo ocupará tu lugar.

– Si.

– ¿Qué debo hacer en la shivá?

– Sufrirme – Respondió conteniendo una mueca de dolor – tendrás esos siete días, para sufrir por mi, llora, grita, patea, rompe cosas, rómpelo todo, porque cuando la Shivá acabe, tendrás que ir al alambique y continuar todo como siempre.

– No soy tan fuerte, Alfred.

– Tendrás que serlo, porque si ellos te ven flaquear se perderá todo, y acabará, tu y Candem town estarán en peligro, y no quiero pensar que sucedería – tomó su manos dándole palmaditas suaves – pero, ya que no vas a casarte con el gitano, Nela, tendrás que ser aún más cuidadosa, escoge un buen hombre, escoge alguien que pueda protegerte, y si tu vida y la de mis futuros sobrinos comienza a peligrar, renuncia a candem town, acepta la primera oferta y vete lejos.