[XI] Golpear jugando ☁️

200 24 6
                                    

Era de día y ambos se encontraban desayunando en la sala, una mañana tranquila antes de que el de cuencas se vaya a su trabajo y llegue recién en la noche, era ya una rutina que se había acostumbrado el rubio pero poco a poco se estaba hartando de aquello. Aún así la bella pareja observaba la televisión con neutralidad, no había nada interesante solo era una mala película que no producía algún tipo de sentimiento además de pena ajena.

- Bueno ¿Y si mejor cambiamos esta mierda? - pregunto irritado por la pésima película que veían.

El rubio asintió completamente serio, aún seguía pensando sobre lo de el día anterior, había una duda que aún no salía de su cabeza ¿Por qué se sentía tan mal aún? Si habían tenido contacto sexual varias veces y era algo normal en su relación, no lo entendía, mientras el más alto estaba pensativo el contrario cambió de canal, pasaba una película de miedo que recién comenzaba, ambos se quedaron mirándola atentos, parecía ser mejor que la anterior. Era entretenida para ambos, hasta que paso una escena donde una familia se mudaba a una nueva casa, una pareja con un hermoso hijo, esto llamo la atención del rubio, recordando su propia vida. Él y su pareja estaban en una casa nueva, llevaban mas de un año juntos y no tenían problemas económicos, tal vez ya era buena idea tener algún hijo, el rubio se sentía verdaderamente preparado, claro, que al tratarse de dos varones no podrían tener hijos biológicos pero para el rubio eso era lo de menos. En un impulso el rubio miró de reojo a su pareja con una sonrisa en el rostro y habló.

- Oye, Tom. - el nombrado volteo - ¿Y si tenemos un hijo? -

El contrario solo se hecho a reír fuertemente escupiendo su café mientras su pareja lo miraba algo avergonzado por hacer esa pregunta.

- ¿¡Un hijo!? Vamos Matt, ni siquiera puedes cuidarte a ti mismo. - dijo burlón.

El contrario se quedó en silencio ofendido por el comentario hiriente de su pareja.

- ¡Oh vamos, no te enojes! - dijo para luego golpear el brazo del rubio entre risas.

- ¡Tom! - se quejó mientras se frotaba el brazo adolorido aún por los moretones del día anterior.

- Solo estaba jugando, no seas dramático. - menciono para voltear y seguir viendo el televisor.

El rubio se levantó y se marchó a la cocina para dejar los trastes y lavarlos de paso, así poder evitar a su pareja.

...

El de cuencas finalmente terminó su desayuno y se levanto de él sillón para ir al fregadero y encontrarse a su pareja allí lavando los trastes, cautelosamente dejó los platos y tazas en la mesa chiquita para acercarse al rubio lentamente y depositarle un beso en el cuello, este sonrió obviamente y volteo para darle un beso al de cuencas. De alguna forma siempre lograba perdonarlo.

.•°☆°•.

Matt es de ese tipo de personas que cree que felicidad es igual a tener un hijo.

Pues no lo es.

Gracias por leer, muak muak<333

Violentometro [Mattom]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora