[XVII] Amenazar con objeto 🐇

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El rubio se encontraba en la cocina, mirando hacia el fregadero con una pastilla en manos que ingirió para tomar el vaso con agua y lograr tragarla, eso sería suficiente para el insomnio.

Hace un par de días no estaba bien, tuvo que ir al hospital para que tratara con el insomnio pero una pastilla seria lo suficiente para que duerma como bebé, hablando de un bebé que comenzó a llorar desde la otra habitación, suspiro y fue por la criatura para calmarla, la mesio entre sus brazos mientras aguantaba sus ojos que ya querían cerrarse.

La dejo y volvió a su cama para recostarse al lado de su pareja que dormía plácidamente.

Esa fue una noche dificil, las pastillas hacen cada vez menos efecto y estar solo tanto tiempo al día, lo ponía demasiado estresado.

Aquellas mañanas pesadas necesitaba ayuda extra, ayuda que su pareja no ofrecía.

Una idea que llevaba rondando la cabeza del rubio por días, no era lo mejor, obviamente, ya que su amado protestaria pero en verdad creía que en su situación le sería muy útil, o tal vez por un tiempo hasta que pueda manejarlo mejor.

El rubio quería mudarse de vuelta con sus amigos.

Así que tuvieron una tranquila charla en la cocina.

- ¿Qué? - respondió aturdido al escuchar tal propuesta.

- Será solo una temporada, necesito un respiro. - se encorvo un poco, se veía desgastado mentalmente y físicamente.

- Igual seguiremos cuidando de la bebé, te recuerdo que tú la quisiste. - cada palabra que soltó el de cuencas lo hizo arder de furia.

Soltó un suspiro para luego sobarse la cara.

- Hablaré con los chicos mañana, no les molestara. - comento con una sonrisa forzada.

- Matt, no... - fue interrumpido.

- ¡Solo serán un par de semanas! Iremos, si o si ñ. - soltó otro suspiro mientras se arrepentía internamente de haberle levantado la voz a su pareja.

El de cuencas se quedó estático con una mirada perdida y una expresión neutral.

Temeroso se intentó alejar de este, dispuesto a salir de la cocina fue tomado de la capucha de la polera que tanto amaba, el contrario lo tiró contra la pared y lo acorraló donde dio un vistazo rápido y vio un cuchillo sobre la mesa, este lo agarró y lo puso rápidamente en la mejilla de el rubio mientras con la otra mano sujetaba su muñeca contra la pared apretando fuertemente.

- Escúchame bien Matt. Tú harás todo lo que yo quiera a partir de ahora, si no quieres que te corte tu linda carita. - hablo amenazante mientras hacía algo de fuerza con el cuchillo que apretaba la piel pálida del contrario.

Este temblo horrorizado, su corazón latía rápidamente y soltaba lágrimas por montones mientras sentía que el cuchillo apretaba más con cada segundo que pasaba.

- ¡Esta bien, lo siento! - respondió con miedo mientras lloraba desesperado.

Al escuchar esto dejo libre al rubio, dejando de hacer fuerza para tirar el cuchillo descuidadamente a la mesa mientras el rubio recuperaba el aliento intentando calmarse a sí mismo.

- Bien, así me gusta. - sonrió para posar sus manos en las mejillas del rubio y plantarle un forzoso beso.

Después de esto lo dejo simplemente, se marchó de la cocina hacia su habitación mientras el rubio continuaba estático, sentía nuevamente esa desesperación de querer gritar pero solo se sentó en el suelo mientras se abrazaba a si mismo y lloraba en voz baja intentando que su pareja no escuche sus lamentos.

...

Solía olvidarse de las peleas al poco tiempo pero se sentía incómodo al lado de su pareja, ahora se encontraba en la cocina observando el fregadero con una mirada perdida mientras en una de sus manos tenía tres pastillas del mismo color y en la otra llevaba un vaso lleno de agua.

El ambiente se sentía sombrío, aveces deseaba beber todas las pastillas y tragar para ir a dormir, así simplemente nunca despertar, ¿Él se sentiría culpable en aquel hipotético caso? Seguramente no pero se sentiría tan bien. Aún así le aterrorizaba el simple hecho de pensar en la muerte o considerar hacerlo, ese no era él.

Sacudió su cabeza y con una mirada agotadora observó las pastillas en su mano y procedió a tragar, luego bebió el agua para volver a su habitación tranquilamente.

Se escabulló entre las sábanas y se acomodó dispuesto a dormir. Solo que se tensó al sentir como unos brazos lo rodeaban y se aferraban a él, no era novedad, el de cuencas siempre lo abrazaba al dormir profundamente pero últimamente lo sentía diferente, aveces prefería no tener casi contacto físico con él, esto lo hacía sentir culpable aquellas veces, ¿Cómo puede sentir rechazo hacia su pareja? Al punto de hasta querer vomitar solo con tocarlo.

Esta vez no era la excepción, sintió leves arcadas que simplemente decidió ignorar tapándose la boca, las pastillas no colaboraban.

.•°☆°•.

Esto lo sentí más sombrío de lo normal, mi pobre bebé...

En fin, muchas gracias por leer, muak muak<33

Violentometro [Mattom]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora