El rubio aún seguía atónito por la noche anterior, aún no creía lo que había sucedido, su cerebro no dejaba de pensar en peores cosas que su actual situación.
Fue capaz de tanto... no sería una locura que el rubio pensara que su vida corría peligro.
En su mente transcurría otro plan, este era la vencida, no podía quedarse más en ese lugar, aún así llamar a la policía no era una opción, no quería.
Así que respiró y tocó suavemente su mano que llevaba un par de vendas, se calmó un poco para comenzar con su rutina. Fue directo a la cocina, miraba el cuchillo aún ensangrentado de la noche anterior, lo lavó mientras temblaba un poco al sostenerlo en sus manos, limpio el desastre, lo limpio todo.
Preparo el desayuno y lo dejo en la mesa del comedor, justo se despertaba el de cuencas aun adormilado se acercó a la mesa y automáticamente comenzó a comer el desayuno que había preparado el rubio, este no hizo nada, solo se quedó en la cocina estático sin decir o hacer nada, estaba congelado, ni siquiera podía o quería mirarlo, le aterraba.
Acabó de comer y se levanto para dirigirse hacia la habitación nuevamente a vestirse, en ese lapso de tiempo el rubio retiró la mesa y fue tranquilamente a la habitación de la pequeña Reneh que había comenzado a llorar.
La calmó como siempre y se quedó observandola un rato, se veía muy tranquila, tan bonita, era su única felicidad actualmente y espero calmadamente hasta que escucho la ducha y el agua caer.
Suspiro y trago saliva mientras se armaba de valor. Se incorporó y camino sigilosamente hasta la habitación para entrar en esta.
Las pertenencias del castaño estaban en la cama así que agarró el celular en silencio y salió nuevamente de la habitación.
Su corazón no dejaba de latir rápidamente y su respiración era agitada, se dirigió hacia la habitación de Reneh y cerró la puerta con seguro, miro el celular y lo encendió.
Se paralizó al no escuchar más ruido de la ducha seguido de los gritos de Thomas maldiciendo.
Sin más marco rápidamente al castaño nuevamente mientras sentía como su cuerpo temblaba, por suerte, respondió de inmediato.
Provoco una sonrisa de alivio en el rubio escuchar el bostezo del dichoso castaño al otro lado de la línea.
- ¿Tom? - respondió la voz adormilada de Edd, confundido al escuchar los gritos de Thomas.
- ¡Edd, Soy Matt! - grito con la voz quebradiza mientras lloraba de alegría al escuchar su voz nuevamente.
- ¡¡MIERDA MATT!! ¡¡ABRE LA MALDITA PUERTA!! - grito una voz masculina al otro lado de la puerta.
El castaño logró identificar ambas voces junto con las patadas que provenían desde afuera y los sollozos del aterrorizado rubio.
- Matt, ¿Qué sucede? - pregunto algo desesperado ante la situación.
- Edd, vengan ahora, por favor. - murmurraba mientras se limpiaba las lágrimas que no paraban de salir.
- Espera, Matt, ¿Qué está sucediendo? - escuchaba la respiración agitada del rubio y eso lo ponía más nervioso.
Un fuerte estruendo se escuchó al otro lado de la línea, el rubio soltó un grito mientras lloraba con pánico al ver como la puerta se había roto abriéndose de inmediato dejando ver al de cuencas agitado.
- Edd, te... - el comentario del rubio fue interrumpido.
El de cuencas le había quitado el celular rápidamente y lo había roto tirandolo bruscamente contra el piso.
El rubio se tapaba la boca intentado controlar su llanto mientras veía a su pareja romper dicho dispositivo.
Se quedo todo en silencio unos segundos que parecían horas para el rubio, su plan había fracasado miserablemente otra vez y ya no sabía de lo que era capaz del británico, tendría que esperar hasta que sus amigos lleguen pero sabía que bien no podrían llegar a tiempo.
Sin más que hacer, se hecho a correr hacia la cocina, de inmediato el contrario lo siguió pero se detuvo bruscamente al ver como el rubio sostenía un cuchillo, el mismo de ayer.
- Suelta eso. - ordenó el británico mientras se acercaba lentamente a este.
Matt retrocedía nervioso poco a poco mientras sentía como su corazon saldría de su pecho.
- Tom... podemos arreglar todo, volver con los chicos, y ser felices de nuevo. - hablo nervioso mientras tartamudeaba un poco.
No sé detuvo y siguió avanzando hasta quedar frente de este.
- Sueltalo. - dijo en tono demandante mientras el rubio negaba con algo de temor.
De un momento a otro comenzaron a forcejear, el británico trató de quitarle el arma al rubio quien se defendía como podía, aún así era más débil que el contrario pero logró hacerle un corte leve en la cara no intencionalmente
- Tom... yo no quería. - menciono con la voz quebradiza viendo a su pareja asombrada.
Pronto comenzó a salir sangre de la herida, se tocó levemente la herida viendo la sangre que salía de esta sorprendido por la reacción de su novio.
Este, soltó el arma mientras temblaba, realmente no le quería hacer daño, jamás lo haría.
Pero Thomas si que lo haría.
...
El castaño estaba en shock luego de colgar aquella perturbadora llamada, los gritos, el llanto. Jamás creyó que llegaría a ese punto, ese infierno que el rubio se lo debió haber tragado solo o al menos con Reneh, pero solo era una bebé, nunca podría decir nada a nadie.
- ¿Edd?... ¿No es muy temprano? - comento el noruego adormilado saliendo de su habitación en busca de su novio.
- Vamos con Matt, ahora. - comento cabizbajo, asustado por su amigo que ahora corría peligro en su propia casa.
.•°☆°•.
En todas mis historias Matt se lleva la peor parte.
Gracias por leer, muak muak<33
ESTÁS LEYENDO
Violentometro [Mattom]
FanfictionConcluida: 01/07/2023 "La violencia también se mide..." El amor duele, golpe tras golpe, no se nota pero la violencia escala y avanza lentamente, gritos, llanto, desesperación, inseguridad. ¿Qué haces cuando tienes tanto miedo que no puedes hacer n...