Violentometro [Mattom]

[XII] Pellizcar, Rasguñar 🍄

La anterior vez que sus amigos habían estado en su casa de visita había salido bien, y ahora la pareja había acordado visitar a sus amigos una vez más en la noche para salir los cuatro juntos, irían a su antiguo hogar y luego verían que harían después así que apenas Thomas llegó a la casa ambos se cambiaron lo más rápido posible y fueron a ver a sus amigos. Ya era algo tarde así que las calles estaban algo desoladas por eso caminaron tranquilos, el barrio relativamente era seguro así que no pasaba nada, al final llegaron a su antiguo hogar y antes de tocar el castaño abrió la puerta de golpe casi saltando de la emoción.

- ¡Chicos! - grito Edd, que forzosamente los abrazo a ambos.

No tardo en salir de la casa el de cuernos que cerró la puerta dejandolos a los cuatro solos en la entrada principal de la casa.

- Bueno, ¿Ahora? - dijo el de cuencas algo aburrido.

- Iremos a cenar, ¿Les parece? - pregunto el lider y ninguno objeto.

- ¿A dónde iremos? -

- Hay una pizzería a unas cuadras que recién abrió. -

Todos parecieron estar de acuerdo y de inmediato comenzaron a caminar mientras el de verde los guiaba. Comenzaron a charlar sobre sus trabajos y como la pasaban últimamente pero Tom no dejaba de sobre pensar la relación que tenía su novio y su amigo, así que se metió entremedio de los dos y colocó su mano sobre la cintura de su pareja, El castaño notó esto de inmediato y solo se tensó por los obvios celos de su amigo, volviendo el ambiente un tanto incómodo.

- ¿Te acuerdas la primera vez que te dejamos a cargo de la cena navideña? - pregunto Edd al rubio más alto intentando disimular.

- ¡Cierto! Comimos carbón en vez de pavo. - comento el de cuernos burlón.

Los cuatro se rieron juntos por aquella nostálgica noche, ese día el rubio no supo cómo organizarse con la cena, Tom se había encerrado en su habitación y se  olvidó que había dejado el pavo en el horno mientras ponía la mesa, luego se dio cuenta que salía humo de la cocina y sin darle tiempo a reaccionar automáticamente se activaron los rociadores contra incendios, esa noche los dos chicos habían llegado a la casa con el árbol de navidad y encontraron a la actual pareja afuera de la casa empapados, por un lado Matt completamente decaído por la cena navideña y por el otro Thomas completamente contento de que la. navidad se haya arruinado.

- Ow... Desearía que volvieran a vivir con nosotros. Tord se parece a Ringo, solo aparece cuando hay comida. - comento mientras el nombrado lo miraba ofendido por la comparación y el rubio reía levemente.

- Yo también extraño mucho la casa, tal vez podamos vernos más... - El rubio abrió sus ojos como platos y se sobresaltó un poco al sentir un fuerte pellizco en su cintura. - Seguido...

- Tal vez cuando tengamos tiempo, estamos ocupados... - hablo su pareja con una sonrisa forzada.

Edd lo observó algo confundido por la actitud de ambos, sabía que algo malo pasaba pero en vez de cuestionar solo asintió levemente con algo de enojo.

- Bueno, llegamos. - paro de caminar desanimado y entro junto con sus amigos.

Ya adentro se sentaron y pidieron una pizza familiar, mientras esperaba por su pizza comenzaron a dialogar disimulando que no había pasado nada.

- Esta pizza es horrible. - asqueado el de cuernos bebió de un solo sorbo toda la bebida que había en su vaso.

- Pero sabe bien ¿Qué es lo que no te gusta? - pregunto el castaño mientras veía al contrario exagerar.

- No lo sé, está muy desabrida. - le dió una mirada de rechazo a la pizza.

- Cierto que en noruega comen nieve. - comentó el de azul burlón.

El noruego gruño mientras amenazaba con la mirada al contrario.

- ¡No empiecen a pelear! - los regaño alzando un poco la voz.

- Pero él empezó...! - se quejó el avellano.

- Solo come la puta pizza. - dijo mientras lo amenazaba con la mirada, el otro cabizbajo comenzó a comer en silencio como un niño regañado mientras el más bajo intentaba aguantar la risa.

Pasaron uno minutos en silencio entre el grupo, solo el ruido de fondo y los sonidos que hacían al comer o beber.

- Verdad Matt, ¿Por qué no contestas? Siempre te llamamos y nunca nos respondes, hace un par de días quería que vieras el intento de chef que es Tord. - río mirando al de cuernos de reojo, que estaba ofendido por el comentario nuevamente.

En cambio el rubio se mostraba algo molesto por el recuerdo de su fallecido móvil.

- Alguien me rompió el celular. - respondió con frustración, sentimiento que se transformó en dolor al sentir como su novio metió su mano debajo de su camisa y rasgó su suave piel con sus uñas en un par de segundos.

- ¿Qué? - pregunto el castaño algo confundido y asustado por el último comentario del rubio.

- No, lo rompí, solo se me cayó por accidente. - mintió con una mueca de disgusto intentando no mirar al contrario.

- Oh, bueno... - murmuró el artista algo extrañado.

El rubio forzó una sonrisa mientras aguantaba las ganas de llorar por el dolor punzante que sentía en su torso gracias al rasguño, eso dejará marca.

...

La gran cena eventualmente terminó y todos regresaron a sus hogares satisfechos por la noche pero el castaño no estaba tan satisfecho, últimamente la pareja se veía algo rara, habían convivido mucho tiempo con ambos para saber que algo no estaba bien, el pensamiento de que la situación había empeorado desde que se fueron de la casa lo carcomia, sentía que era su culpa al no evitar que se fueran, aún así ¿Qué podía hacer actualmente? No tiene forma de comunicarse con él, siempre que lo ve está acompañado de su novio y conociendo a Thomas, enfureceria si va a su casa mientras que él no esté, aparte no tiene pruebas, solo un instinto que continuamente le repite que nada va a salir bien.

.•°☆°•.

Me imagino la cara de Matt pasar de un ":3" a un "D:" al sentir el pellizco.

Gracias por leer, muak muak<333